Se adaptaron y su ayuda no se frenó por la cuarentena

Protreros Digitales y Vivienda Digna utilizaron la tecnología para, a pesar de las dificultades que trajo la situación sanitaria, poder continuar con su misión e, incluso, llegar a más beneficiarios . Cómo lo hicieron

Potrero Digital es una red de escuelas de oficios digitales liderada por Fundación Compromiso, y fundada junto a la Cooperativa La Juanita y la productora MundoLoco, cuyo objetivo es la integración social de personas mayores de 16 años con escasas oportunidades, para que puedan incorporarse al mercado laboral digital", explica Carolina Biquard, directora Ejecutiva de Fundación Compromiso y una de las fundadoras de la iniciativa. Cuenta con 11 nodos, donde se enseñan cursos como Programación, Emprendedorismo, Marketing Digital o Alfabetización Digital. La formación apunta a personas con escasas oportunidades para acceder a formación en oficios que no sean los tradicionales o manuales. La mitad de los alumnos tienen estudios secundarios, completos o incompletos y el 60% no está trabajando.

En el contexto actual, tuvieron que acelerar la transformación de presencial a digital para continuar con sus formaciones. "Creo que más que afectar a Potrero Digital, la suspensión de clases presenciales debido a la pandemia aceleró un proceso que, tarde o temprano, llegaría: la versión Potrero Digital 100% virtual", afirma la directora. En este sentido, se tomó la decisión de implementar los trayectos pedagógicos de forma 100% virtual y el 15 de abril, lanzaron la primera convocatoria de los cursos donde se inscribieron 450 alumnos.

Para afrontar la conectividad, desde Potrero ampliaron la capacidad de las plataformas y herramientas que requiere ofrecer contenidos digitales a la comunidad en forma remota. "En aquellos casos de alumnos que no cuentan con dispositivos hemos instrumentado donaciones de estos materiales, gracias a la colaboración y el aporte de nuestros aliados y socios estratégicos".

Con esta modalidad se incrementó la llegada y en lo que va de 2020 se abrieron nueve nuevos nodos. De esta forma, el 86% de los alumnos de la camada 2020 son nuevos.

"Llegamos a más personas gracias a la virtualidad de nuestros cursos, pero también porque la cuarentena dejó a personas sin empleo y con la necesidad de formarse y prepararse para un escenario laboral donde la tecnología se vuelve una herramienta excluyente", finaliza Biquard.

Por su parte, Alejandro Besuschio, director Ejecutivo de Fundación Vivienda Digna, resalta el trabajo previo, ya que definieron un plan de contingencia días antes de la cuarentena. "Este plan de contingencia nos enfocó dentro del nuevo contexto, redefinió prioridades, alineó a toda la organización hacia objetivos y planes de acción específicos".

La Fundación tiene como misión es el desarrollo humano mediante programas que mejoren la situación habitacional de las personas. Para lograrlo desarrollan diferentes programas, uno de ellos es el Corralón Social, a través del cual ofrecen productos para el hogar a precios solidarios. En abril quedó exceptuado, permitiendo reactivar una línea de acción con impacto social ya que las familias acudieron en búsqueda de materiales para adecuar sus viviendas. También permitió activar una línea de financiamiento vital para la Fundación, que vio sus ingresos afectados por la cuarentena.

Por otro lado, adaptaron su programa de microcréditos, creando un proceso 100% virtual de otorgamiento de microcréditos para la mejora de la vivienda, proceso que incluye un asesoramiento virtual de arquitectos a las familias que quieren o necesitan mejorar sus casas. De la misma manera, reforzaron las capacitaciones virtuales orientadas a las familias y la autoconstrucción.

Desde el área social se enfocaron en acompañar en temas vinculados al contexto como violencia de género, asesoramiento sobre cómo aplicar a beneficios del gobierno y recomendaciones sanitarias, entre otros. A nivel interno reforzaron la frecuencia de las reuniones con el consejo directivo, para tener mayor velocidad en la toma de decisiones.

"A pesar de la distancia que trajo la pandemia, nuestro accionar continúa", asegura Besuschio y agrega: "No de la forma en que estábamos realizando nuestras acciones, ya que incorporamos herramientas tecnológicas que nos permite brindar acompañamiento por parte de las trabajadoras sociales; dictar talleres de autoconstrucción y dar asesoramiento de parte de arquitectos. Asimismo, ya pudimos entregar nuestro primer crédito de forma totalmente online".

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