Por qué el fondo dueño de Havanna también quiere quedarse con Garbarino

El fondo Inverlat Investments presentó una propuesta para quedarse con la cadena. No obstante, la negociación recién empieza. La empresa había reestructurado su deuda en agosto. Estiman que la transacción se cerraría, recién, a mitad de año

Tal como adelantó El Cronista esta semana, la emblemática cadena de electrodomésticos Garbarino fue puesta a la venta. 

En diálogo con este medio, desde la empresa, aclararon que, por ahora, "sólo hay un mandato de venta y un interés, pero nada firme".

"Es posible que implique meses de negociación y la venta se defina mucho más adelante. Esto recién empieza. El siguiente paso será analizar las propuestas que se realicen y decidir si se avanza en un proceso de due diligence", destacaron desde el retailer.

"La conversación se inició días antes de Navidad. Ya nos estamos entendiendo un poco más. Luego de tener el 'sí' de los bancos, se charlará con los acreedores. Y, si se llega a un acuerdo satisfactorio, como esperamos que suceda, se procederá con la compra de la empresa. Pero va a llevar varios meses", reconoció en off the record una fuente vinculada a la negociación. Prevén que la operación se cerrará antes de mitad de este año.

Afectada por la caída del consumo y las altas tasas de interés, la empresa perteneciente a los hermanos Daniel y Omar Garbarino acumula una deuda que en agosto pasado superó los $ 4000 millones y fue reestructurada, lo que le permitió recortar $ 2400 millones de su pasivo financiero. 

Vicentin: el gobierno y la industria preocupados por la crisis de la empresa

Ya se cumplió un mes de que Vicentin entró en cesación de pagos por "estrés financiero" y todavía no hay novedades sobre cómo el holding agroindustrial planea reestructurar su deuda, que asciende a u$s 350 millones. Según expresaron fuentes cercanas a la cerealera, una de las cinco más grandes del país, esta semana se realizaría una propuesta de plan de pagos.

Sus principales acreedores son los bancos Galicia ($ 1.535.195.000) y Santander ($ 1.526.412.000, que alcanzó ya la categoría 3 de riesgo crediticio). Ambos tienen las acciones en forma de fideicomiso y son los encargados de llevar adelante la negociación.

"Hoy, la decisión sobre el futuro de la cadena recae en estas dos entidades", aseguró una fuente cercana al proceso.

El resto de la deuda está en manos de Banco Provincia ($ 174.811.000), Banco de Córdoba ($ 169.186.000), HSBC ($ 153.551.000), Banco Patagonia ($ 133.645.000), Banco Nación ($ 101.851.000) y Banco Ciudad ($ 55.234.000), entre otras entidades.

El mayor interesado en quedarse con ella, hasta el momento, es el fondo Inverlat Investments, con el que tiene relación Delfín Jorge Ezequiel Carballo, cuñado de Jorge Brito y actual presidente de Banco Macro, y cuyo portfolio incluye a marcas del rubro gastronómico como Havanna, Fenoglio y Desarrollos Gastronómicos SA (Degasa), que opera las master franquicias de KFC, Wendy’s y China Wok en la Argentina y Chile, además de tener la representación en el país de la firma de indumentaria de surf Reef y la imprenta de seguridad ICSA.

Entre los socios de la compañía inversora, se encuentran, además, Carlos Giovanelli, Guillermo Stanley y Damián Pozzoli, tres ejecutivos con amplia trayectoria en el mundo financiero y bancario. Los tres, de hecho, también son directores del Macro.

Además, participa del private equity Osvaldo Pieruzzini, otro hombre de la banca. Anteriormente, todos ocuparon importantes posiciones directivas en Citibank Argentina, Deutsche Bank, Banco Patagonia y AmCham, entre otras entidades del sector. 

Aunque ninguna de las partes implicadas quiso dar detalles de la propuesta realizada, fuentes cercanas al asunto aseguraron que la cifra ofertada por Inverlat estaría en línea con el monto de la deuda que tiene la compañía.

La cadena, con un 22% de market share y una facturación anual de $ 25.000 millones, es una de las líderes del segmento y fue una de las empresas más afectadas por la crisis en el último tiempo, al igual que toda la industria: la progresiva caída de las ventas y el aumento creciente de los costos a raíz de la devaluación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo impactaron en el rubro de electrodomésticos. El sector registró una caída de la demanda cercana al 35% en 2019, según datos de la consultora Gfk. 

Cuando se cerró el trato de la reestructuración de deuda, Carlos García, CEO de Garbarino, se mostró optimista y afirmó que el repunte de la cadena se daría si los niveles de consumo mejoraban, algo que al final no sucedió. Por el contrario, la crisis de la compañía se extendió.

En un intento por revertir su crítico estado financiero y reconvertise, un mes más tarde a la reestructuración, la firma lanzó oficialmente su marketplace, con el que apunta a convertirse en una suerte de Amazon local y competir con MercadoLibre. 

El interés de Inverlat

¿Qué encuentra de atractivo el fondo en un negocio sensible a la evolución del consumo interno como el de Garbarino? La empresa se define a sí misma no como un típico fondo inversor, sino como una mezcla entre una compañía inversora y un family office, ya que el capital invertido es propio y de otras familias argentinas, y el objetivo no es comprar ni vender compañías en un determinado plazo, sino que busca lograr una apreciación del capital a través del desarrollo y la expansión. La ganancia de los inversores está en el rendimiento que se puede obtener del capital a través de dividendos o estructuras financieras.

Su especialidad reside en inyectar capital, reestructurar las compañías en las que apuesta y ponerlas nuevamente en valor. Así lo hizo en el caso de Havanna, que se presentó en concurso de acreedores antes de ser adquirida por Inverlat (entonces, llamado DyG). Sus inversiones se enfocan en compañías con operaciones en América del Sur y en cada operación se asocian con otros inversores, que actúan como co-inversores.

El plan de Inverlat es reestructurar la deuda de Garbarino para luego invertir en la compañía, dotándola de capital de trabajo para así reflotar su actividad. La amplia red de sucursales con la que cuenta la firma (más de 200), su robusta plataforma de e-commerce, su agencia de viajes y la compañía de seguros de la que también es dueña sedujeron al fondo liderado por los banqueros, que se ilusiona con una pronta recuperación del consumo en la Argentina.

"Este factor, sumado a las barreras a las importaciones que el Gobierno promete colocar harían funcionar a su modelo de negocios", explicaron.

}Para Inverlat, resulta especialmente importante la tienda de comercio electrónico que posee la cadena, canal que ya concentra el 20% de sus ventas.

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