Molinos vendió el predio donde están sus oficinas en más de u$s 20 millones

La alimenticia del Grupo Perez Companc utilizará el dinero para cancelar deudas, sin afectar su capacidad industrial. En el predio de Victoria hay, además, un centro logístico en desuso. La empresa, que acumuló pérdidas por $ 5000 millones en los últimos tres años, acordó un comodato para seguir teniendo su sede allí.

Molinos Río de la Plata vendió, en u$s 20,7 millones, el terreno de Victoria donde está ubicada su sede. No obstante, la empresa -que no difundió la identidad de su comprador- acordó un convenio de comodato para seguir teniendo allí sus oficinas, durante los próximos tres años.

La operación, que la compañía informó ayer a la Comisión NAcional de Valores (CNV) y a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), se produjo en un contexto financieramente difícil para la empresa, una de las mayores alimenticias de la Argentina. Molinos, que pertenece al Grupo Perez Companc, terminó 2019 con $ 1006 millones de pérdidas, tercer balance consecutivo en rojo, con cerca de $ 5000 millones acumulados al cabo de esos ejercicios.

En el primer trimestre de 2020, tuvo una pérdida neta de $ 114 millones. Fue una caída de $ 1089 millones, contra igual período de 2019.

La venta del predio -que, además del edificio corporativo, tiene un inmueble logístico- se enmarca en el programa de eficiencia de costos que emprendió la empresa. Fuentes cercanas a la compañía explican que, hace dos años, ya se había puesto a la venta el centro de almacenamiento, que ya estaba inoperativo. Se había avanzado con una operación que, luego, se cayó. La contraparte quería construir un proyecto habitacional, que no prosperó porque es una zona fabril y no consiguió las habilitaciones para su desarrollo.

Ahora, Molinos avanzó con la venta de todo el predio. "El centro de distribución quedó obsoleto, ya que se hicieron inversiones en centros de almacenamiento nuevos. Esto le generaba a la empresa un gasto ocioso. No le era rentable. El contexto obliga a rever qué activos son estratégicos y cuáles no", amplió una fuente conocedora de la operación.

En la nota enviada a la CNV, Molinos explicó que la operación inmobiliaria le genera una ganancia extraordinaria no recurrente, en un momento en el que no puede trasladar a los precios de sus productos el aumento de costos, al tiempo que le permite mejorar sus indicadores de liquidez, ya que aplicará esos fondos a la cancelación de deudas, "manteniendo intactas las capacidades productivas estratégicas".

Comunicación interna

A través de un mail interno, al que tuvo acceso El Cronista, el CEO de Molinos, Agustín Llanos, develó a sus empleados la transacción.

"Así como hemos concretado la venta de activos no estratégicos, como nuestra participación accionaria en California Olive Ranch y Delverde, y la venta de activos no operativos, como el predio de Bahía Blanca de la Planta Manera, en esa línea, ahora queremos comunicarles otro hecho significativo relacionado a nuestros activos no centrales para nuestro propósito: hemos vendido el predio de Victoria, donde actualmente se encuentra un almacén en desuso y las oficinas centrales a un grupo inversor", anunció.

"Este acuerdo es muy relevante para los objetivos que nos hemos planteado, ya que nos permite seguir consolidando las bases sólidas para concentrar los recursos", continuó, y añadió que la empresa aspira a ser la de "mayor crecimiento del país, cumpliendo con el propósito de alentar a los argentinos a alimentarse cada vez mejor".

"Para ello debemos ofrecer marcas que mejoren las experiencias de los consumidores siendo cada vez más accesibles, prácticas y saludables. Consistentes con el rumbo fijado, realizamos una serie de inversiones significativas", describió el ejecutivo, e hizo mención de algunos de estos hechos relevantes.

Entre ellos, la inversión de $ 1200 millones en su planta de Esteban Echevarría para una nueva línea de producción de snacks de Gallo y Chocoarroz, inaugurada en julio del año pasado. Del desembolso, $ 880 millones fueron para un centro de distribución, con tecnología robótica de última generación.

Además, Llanos se refirió a la nueva línea de fideos largos de Lucchetti, el nuevo software SAP S/4Hana que implementó la organización, la nueva línea de obleas Gallo Snacks y la adquisición del fabricante de tapas para empanadas La Salteña en enero de 2019, controlada hasta entonces por el grupo estadounidense General Mills.

 

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