Coronavirus: pagar el kit de protección, el nuevo dolor de ir al dentista

Las prepagas reconocen parte del monto que arranca en los $ 1500 y puede llegar  a los $ 2500. Los odontólogos reclaman que se regule quién debe hacerse cargo de ese costo

Tras haber sido exceptuada la actividad de la cuarentena obligatoria, los odontológos reclaman llegar a un acuerdo entre las distintas agrupaciones del sector y piden que se delimiten precisiones sobre su trabajo en este momento, ya que creen que no están dadas las condiciones necesarias para atender en medio de la pandemia.

Es una de las tareas médicas más expuestas a la propagación del coronavirusPor la estrecha cercanía y los instrumentos que se usan, tanto los dentistas como los pacientes corren riesgo de contagiarse fácilmente. Hasta hace unos días, la atención estaba limitada solo a urgencias, pero ahora se amplió a turnos programados.

Con la flexibilización de las restricciones, la polémica se trasladó a quién paga el gasto de los kits de protección que deben emplearse ahora, cuyos precios oscilan entre los $ 1500 y $ 2500. "Algunas prepagas y obras sociales informaron a los prestadores que les reconocen aproximadamente $ 800, como OSDE. Es decir, apenas un porcentaje del valor total. Otras todavía no emitieron ningún aviso", dice Javier Canzani, odontólogo que tiene su consultorio en Barrio Norte.

Ese pago sólo cubriría un conducto por mes para cada paciente.

El turismo busca salvar sus ventas con

El turismo es una de las industrias más afectadas por el Covid-19 . A comienzos de año, el sector auguraba una recuperación tras los últimos meses, que habían sido complejos por la devaluación y la recesión económica. El mercado local se ilusionaba con el mayor volumen de turismo receptivo e interno.

Desde OSDE, confirmaron la cifra: efectivamente, la empresa de medicina de salud prepaga cubre $ 800 del precio del kit. Otras, como Swiss Medical, todavía no definieron cómo será la cobertura a los profesionales de cartilla que no trabajen en centros exclusivos de la compañía. "Las seis guardias odontológicas de Swiss Medical están atendiendo todas las especialidades sin turno, con dos pacientes en la misma sala de espera como máximo, respetando el distanciamiento correspondiente y alternando los consultorios para su correcta desinfección entre los pacientes", afirma Adrian Sasse, gerente general de Swiss Medical, y comenta que en estas consultas los pacientes no deben abonar los kits.

En los casos en que no hay cobertura, la diferencia, entonces, la tiene que afrontar el paciente o el profesional. "Como muchos odontólogos no quieren trasladar el costo a los particulares, no están atendiendo", sostiene Canzani, y aclara que aunque la actividad se flexibilizó, en la práctica sigue estando limitada. "El cavitador ultrasonido y la turbina (el torno) no se pueden usar. Son pocos los tratamientos que se pueden llevar a cabo sin ellos", asegura.

El atuendo que deben usar los profesionales de la salud hoy es similar al que se utiliza en las cirugías. Los elementos de Protección Personal (EPP) consisten en botas de friselina, cofia para la cabeza, doble par de guantes, doble barbijo quirúrgico, una suerte de antiparras, camisolín y máscaras faciales tipo "soldador".

Para Fernanda Pérez, que brinda sus servicios en el barrio de Recoleta, atender en este momento es a pérdida. "Los insumos son descartables, sirven para una consulta únicamente. Los costos son muy elevados comparado a los honorarios que percibimos. No se justifica abrir el consultorio, con el riesgo que implica", considera. 

"No habrá atención programada hasta por lo menos el fin de la cuarentena. En los últimos días empezaron a llegar solicitudes de turnos, pero pospusimos todas las consultas que teníamos previstas y estamos reacomodando la agenda constantemente, en base a cómo evoluciona la situación. Entendemos que la distancia que tenemos con los pacientes al momento de trabajar es ínfima, por lo cual, corremos riesgo de contraer el virus, por más que usemos los kits", explica Pérez, y agrega que "colegas conocidos también decidieron no atender por el momento": "Los pocos consultorios privados que están abiertos tratan solo urgencias; otros, como nosotros, directamente derivamos las emergencias a una guardia odontológica".

La escasez de insumos por falta de stock es otra complicación que se suma. "Es difícil encontrar estos kits, que también son utilizados por los profesionales de otras áreas de la salud y están destinados, fundamentalmente, a los hospitales, donde más se los necesita por si el pico de infectados se dispara. La prioridad es que los centros médicos no queden desabastecidos. Entonces, es difícil encontrarlos", relata Josefina Sánchez, odontóloga que atiende en la zona sur del Gran Buenos Aires, y agrega que "cuando se consiguen, por ejemplo en plataformas como MercadoLibre, tardan en llegar los envíos".

"El riesgo de exposición es alto y hay una carencia de insumos de protección personal necesarios para una prestación adecuada", señala María Cristina Tula, presidenta de la Asociación Odontológica Argentina (AOA), que recomienda a los profesionales solo tratar casos de urgencia "para evitar exponer a la población". Según la AOA, "evidencia científica constata que el peligro de contagio en una atención odontológica es del 95%".

Por eso, los odontólogos de la provincia de Buenos Aires, nucleados en el Colegio de Odontólogos bonaerense, atenderán a pacientes con patologías que requieran asistencia inmediata.

Ambas entidades incorporaron canales de atención al socio con líneas de comunicación abiertas para responder dudas. Asimismo, el Ministerio de Salud de la Nación elaboró en conjunto con AOA el documento “Covid-19. Recomendaciones de atención odontológica programada inicial", que se publicó días atrás. Se trata de una guía con consejos de cara a la atención de los especialistas en este contexto.

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