Alerta de Flybondi: "Nuestra economía entró en cuenta regresiva"

A menos de una semana del 1° de septiembre, la low-cost y JetSmart exigen que se retomen los vuelos regulares. Rechazan el eventual cierre de El Palomar y piden definiciones al Gobierno sobre sus operaciones

Aún sin un anuncio oficial sobre el regreso de los vuelos regulares en el país, aumenta la preocupación en la industria aeronáutica. A una semana del 1° de septiembre, fecha en la que estaba previsto el retorno, Flybondi y JetSmart le exigen una definición al Gobierno, en medio de un contexto ya casi insostenible.

Para ambas empresas, el futuro es cada vez más incierto y el panorama se agrava ante la falta de claridad. Con sus aviones en tierra y una estrepitosa caída de los ingresos, las low-cost no saben por cuánto tiempo más pueden aguantar esta situación.

"La economía de Flybondi entró en tiempo de descuento", sentenció Mauricio Sana, CCO y CEO interino de la aerolínea en un webinar que organizó esta mañana el sitio especializado AviaciónOnline, en el que participaron referentes y funcionarios de la industria.

La compañía se prepara para una reactivación paulatina, con una operación reducida. "En los primeros meses, esperamos una demanda un 70% abajo de la habitual y volaremos con uno o dos aviones. Hicimos reducciones salariales y achicamos los costos de leasing", describió Sana.

Para el ejecutivo, no habrá un recupero de la demanda hasta, al menos, 2021. "No estamos en un escenario normal. Toda la actividad está parada. A nivel doméstico, llevará entre 6 y 12 meses recuperar los niveles cercanos a los de antes de la pandemia. En vuelos internacionales, las estimaciones giran en torno a los 12 y 36 meses", detalló, y añadió que la vuelta de los vuelos involucra a toda la cadena: "El sector abarca a hoteles, operadores turísticos, comercios gastronómicos, taxistas y remiseros que en los últimos cinco meses estuvieron muy complicados, ya que 45.000 que volaban por día dejaron de hacerlo". 

“Es fundamental que los aviones vuelvan a volar, que es para lo que están hechos. Cuando se decretó la cuarentena, pensábamos que unos meses sin operar era demasiado tiempo. Esperábamos con ansias llegar al 1° de septiembre con definiciones. Pero faltan apenas unos días y no hay señales precisas. Por ahora, no tenemos confirmaciones. Se necesita previsibilidad para la operatoria", señaló por su parte Gonzalo Perez Corral, CEO de JetSmart en la Argentina.

De acuerdo a él, la "falta de decisiones políticas impactan en la actividad". "Estamos preocupados por la coyuntura que vivimos porque no se sabe cuánto más puede se puede soportar así. Además, seguimos sin precisiones sobre cuándo podremos consolidar la adquisición de Norwegian", aclaró. 

Al impacto del coronavirus, se suma la contienda con la concesionaria del Aeropuerto de El Palomar (EPA)Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), que en abril propuso cerrar la base aérea y trasladar las operaciones a Ezeiza. Todavía están a la espera de una definición al respecto.

"Es una apuesta dificil de digerir. Vemos difícil operar en Ezeiza, no solo porque significaría un incremento de los costos, sino porque también repecutiría en los ingresos. Será complejo mantener la misma cantidad de pasajeros. De tener que trasladarnos, queremos saber con qué costos y en cuánto tiempo debemos hacer el cambio, todos interrogantes hasta el momento", opinó Perez Corral. "A los pasajeros les sale más caro trasladarse a Ezeiza en auto que lo que le sale el pasaje a Córdoba", graficó el CCO y CEO interino de Flybondi. 

Los gremios que representan a los trabajadores de ambas empresas también expresaron su malestar. Ante la falta de una definición oficial sobre la reanudación de los vuelos regulares, los sindicatos emitieron un comunicado días atrás en el que criticaron la "actitud pasiva" del ministro de Transporte, Mario Meoni, y pidieron "claridad". 

"Los vuelos podrían volver en 60, 120 o, incluso, 180 días, según anticiparon. Estos plazos podrían significar la desaparición de la industria aérea", sostuvo la misiva de las asociaciones sindicales. 

En el texto, exigieron acciones como la definición de un plan consensuado para el reinicio de la actividad aeronáutica, rechazaron el eventual cierre de El Palomar y solicitaron la preservación de los 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos que genera el sector.

Asimismo, la semana pasada se llevó a cabo una manifestación en distintos puntos de país que congregó a empleados de ambas comapías aéreas y vecinos de la zona en protesta contra el cierre de El Palomar.

Flybondi y Jetsmart son las principales aerolíneas low-cost de la Argentina, junto con Norwegian, adquirida por JetSmart en diciembre último. Las tres empezaron a funcionar en el país durante la gestión de Cambiemos y, hasta que estalló el brote del virus, transportaron a 2.895.000 pasajeros desde 2018, año en el que empezaron a volar desde EPA. En 2018, esta terminal aérea movilizó a 728.000 personas, en 2019 a 1.760.000 y hasta marzo de este año a 407.000. En total, 560.000 volaron por primera vez. 

Desde entonces, EPA se convirtió en el sexto aeropuerto de mayor importancia en el país en cantidad de personas transportadas y en el cuarto en términos de vuelos de cabotaje. Desde allí, el mercado low-cost operó, hasta antes del aislamiento, 45 rutas entre destinos internacionales e nacionales, de las cuales 22 no pasan por Buenos Aires. 

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