Cuando el jardín se muda a la oficina

Algunas empresas interpretaron la necesidad de sus colaboradores e instalaron guarderías en sus lugares de trabajo. Desde 1991, Diálogos Jardines Maternales ofrece un servicio educativo asistencial para niños de entre 45 días y cinco años.

Para los padres y madres de hijos en edad escolar, lograr combinar sus actividades laborales con la currícula es clave. Y, sobre todo, durante los primeros años en donde es común que suene el celular para advertir sobre fiebres, malestares, chichones y berrinches. Desde hace algunos años las empresas interpretaron la necesidad de sus colaboradores e instalaron jardines y guarderías en sus instalaciones.

 

Presente como obligación según la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), pero -en muchos casos- ausente de implementación, el artículo 179 de la LCT dispone: "En los establecimientos donde preste servicios el número mínimo de trabajadores que determine la reglamentación, el empleador deberá habilitar salas maternales y guarderías para niños hasta la edad y en las condiciones que oportunamente se establezcan".

Pioneros en el asunto, Diálogos Jardines Maternales ofrece, desde 1991, un servicio educativo asistencial de alta calidad, para niños de entre 45 días y 5 años, inclusive. Con el objetivo de combinar el cuidado integral y la educación de los niños y todas sus capacidades físicas, afectivas, sociales e intelectuales, en la actualidad cuentan con 10 jardines materno-infantiles (algunos dentro de la empresa y otros exclusivos para sus colaboradores), a los que asisten un total de 1100 niños y en los que trabajaban, aproximadamente, 300 personas.

Elías Halperín, su director, se dedicaba a organizar colonias de vacaciones y atendía, entre otros, a Roche. "Estas colonias fueron y son muy exitosas. Hace 27 años, el CEO de Roche me citó a una reunión y me explicó que el laboratorio era una empresa que se dedicaba a inventar, fabricar y vender productos vinculados con la salud y que el resto de los servicios iba a ser tercerizado. En ese momento me ofreció, por mi condición de lcenciado en Educación, si me podía hacer cargo del jardín maternal, hasta entonces, casa cuna, que la empresa tenía. Así, comenzó la historia de Diálogos Jardines Maternales: con 17 niños y aumentando el número a más de 100 a fin del mismo año".

Hoy, Diálogos continúa su vínculo con Roche y ha sumado a clientes como los Laboratorios Roemmers, que tiene 1400 empleados. Guillermo Fornari, su gerente de Asuntos Institucionales, destaca de Diálogos su profesionalismo, reputación, cercanía y estructura pedagógica. "Nuestros colaboradores trabajan tranquilos sabiendo que sus hijos están en una institución seria, respetuosa y con valores", explica.

Aprendizaje aggiornadoLa adaptación no es solo para los chicos. Los horarios del jardín también se acomodan según las necesidades de cada empresa: algunos abren a las 5.30 y cierran a las 22.15, o trabajan los sábados. Tampoco descansan en verano, ni el día del maestro; sólo lo hacen cuando la empresa cierra. Eso permite a las madres sostener la lactancia al volver al trabajo, ya que su bebé está a un ascensor de distancia. E incluso permiten darle al niño su primera comida, ya que al estar tan cerca, se puede planificar que la familia tenga protagonismo en ese momento tan significativo.

 

Además, las reuniones y actividades con familia se realizan en horarios posibles para que puedan asistir; las adaptaciones de los niños al jardín se hacen en concordancia con la vuelta de la madre al trabajo, contemplando tiempos personales y profesionales. Y aunque en un comienzo era un servicio para madres que trabajaban, ahora, en casi todos los los casos, también los padres pueden usarlo.

En Diálogos cuentan con edificios diseñados ad hoc, profesionales de educación capacitados, consultorio médico-pediátrico, gabinete psicopedagógico como servicio de orientación y formación para docentes y familias.

Además, los grupos se organizan por edad cronológica. "Generamos un ambiente rico en oportunidades para el aprendizaje activo y creativo. Cada niño recibe la estimulación organizada y adecuada a su nivel de maduración. Esto favorece la socialización dentro de una propuesta de actividades participativas, solidarias y reflexivas con su grupo de pares, adultos y miembros de la comunidad", cuenta Halperín. Y agrega: "Entendemos a los chicos y también a sus familias, por eso toda la actividad del jardín contempla la realidad laboral de cada uno, conteniéndolos y brindándoles un soporte afectivo y pedagógico".

Lo curioso es que a modos de feedback, la presencia del jardín genera sentido de pertenencia. Halperín ejemplifica: "Tenemos anécdotas de gente que no deja su trabajo, pese a tener muy buenas ofertas en otras empresas, porque no quiere perder el beneficio del jardín maternal".

Contención y cercaníaSegún Halperín, "el jardín se integra como filosofía de trabajo a la dirección de RR.HH. de cada empresa y pasamos a formar parte de esa gerencia. Muchas veces el jardín comparte actividades con el resto de las áreas empresariales como "visita al lugar de trabajo de mi familia", reparto de pastelitos de los chicos un 9 de Julio, invitación a los miembros de la empresa a cosechar en la huerta del jardín, armado en conjunto de los regalos por el día de la secretaria".

 

En Teva, firma dedicada a la elaboración y comercialización de medicamentos con 410 empleados, eligen Diálogos hace más de 15 años. Marcelo Nocella, su director de Recursos Humanos, explica: "El principal beneficio es para las madres y sus familias que pueden estar cerca de sus hijos en su primera etapa de crecimiento, viendo en el día a día el esmero, el cuidado y la dedicación de los docentes. También es muy valorado por el resto de los empleados que ven de manifiesto la propuesta de valor y la forma en la cual buscamos acercarnos a nuestras familias". Y concluye: "Las celebraciones y fiestas de los niños nos aportan una cuota de alegría a todos".