LAS EMPRESAS PADECEN EL FRENO DE LA DEMANDA INTERNA

La economía china tambalea y los negocios globales sufren

Emma Liu tiene un buen trabajo en Beijing, pero decidió que no necesita su crema facial de Giorgio Armani y que comprará suéteres más baratos en línea.

Sus elecciones repercutem en salas de juntas alrededor del mundo. Una desaceleración de la economía china y la disminución de las expectativas de los consumidores nublan las perspectivas de las marcas extranjeras.

Desde VW a Apple, la economía china es ahora el negocio del mundo. Ninguna marca internacional puede ignorar las perspectivas económicas de China. Según la tasa de cambio del mercado, China representó 16% de la economía mundial en 2018.

Pero para las empresas globales, lo que más importa es el crecimiento. El rápido desarrollo de China y sus 1400 millones de consumidores impulsaron al país a representar cerca del 30% del crecimiento mundial durante la última década, a pesar de que su expansión interna se desaceleró.

La ruptura de China con EE.UU. aumentó los temores por la economía global. La guerra comercial tal vez no tenga un efecto directo sobre los volúmenes de comercio global, pero socava la confianza empresarial. La manufactura se vio particularmente afectada, lo cual se refleja en bajos indicadores de producción en EE.UU., Europa y Asia.

Los mercados financieros están preocupados y los economistas revisan rápidamente las previsiones de crecimiento global. El Banco Mundial dijo que "se avecina una tormenta para la economía mundial". En los últimos tres meses hubo fuertes caídas en los precios de las acciones y del petróleo, mientras que existe una expectativa generalizada de que las tasas de interés aumentarán.

También hay razones para no alarmarse: el crecimiento del empleo en Europa es sólido, la mayoría de los datos de EE.UU. son firmes y existen muchas razones que explican la debilidad de los datos de Asia y Europa. Sin embargo, hay pocas personas que se sienten tranquilas a casua de las señales de los consumidores chinos.

Los datos oficiales mostrarán que las ventas automotrices chinas cayeron por primera vez en 28 años, después de que las exenciones fiscales expiraron a principios de año. "La disposición a comprar artículos de alto precio, como automóviles, se redujo sustancialmente", dijo Louis Kuijs, director de Asia para Oxford Economics.

Ésta es una de las muchas advertencias que indican que ya no se puede contar con el consumidor chino para impulsar las ventas globales de las multinacionales que están luchando con una baja demanda en sus mercados locales.

Otros indicadores también son bajistas. Las ventas de joyería de Hong Kong un criterio tradicional para el gasto de los habitantes adinerados de China bajó, escribió un aanalista de Jefferies, un banco de inversión. El crecimiento de las ventas de muebles de alrededor del 6% hasta noviembre de 2018 es una cifra que representa la mitad del año anterior. El crecimiento en las ventas de cosméticos disminuyó a 10,5%, en comparación con 13,5% del año anterior.

El número de viajes de turistas al extranjero se estancó en la segunda mitad de 2018, aunque el turismo nacional fue mejor. Sólo 69 millones de turistas, igual a la segunda mitad de 2017, viajaron al extranjero, según estimaciones de la estatal Academia de Turismo de China. Eso fue muy inferior al crecimiento de 15% en el primer semestre de 2018.

Las compañías petroleras chinas lideradas por Sinopec se recuperan de una desaceleración en el consumo interno en el segundo semestre, junto con un exceso inesperado de la oferta mundial de crudo que redujo los precios a mínimos de 18 meses.

Las tendencias, especialmente frente a la tensión comercial, preocupan a Beijing. El banco central de China relajó las políticas monetarias para estimular el crecimiento. El gobierno chino prometió nuevos préstamos a pequeñas empresas y medidas para extender el crédito a las áreas rurales, después de varios años de restricción crediticia.

Incluso si tienen éxito, las políticas de estímulo de China ayudan más a los grandes sectores industriales en lugar de alentar a los consumidores a gastar. Hasta que cambie el estado de ánimo en China, las marcas extranjeras tendrán que buscar crecimiento en otras partes.

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