Colapso emergente, reestructuración de deuda y evento impensado: tasas internacionales en mínimos

Si el efecto “coronavirus no se descontrola y genera una severa pero controlada desaceleración global, el potencial canje que propondría la Argentina se realizaría en inmejorables condiciones.

Muy en breve se nos viene la reestructuración de la deuda soberana y de golpe, las tasas internacionales vuelven a colapsar quebrando incluso mínimos históricos. Si el evento “coronavirus no se descontrola y termina solamente generando una severa pero controlada desaceleración global que obligue a los bancos centrales del G10 a ser más agresivos aún en materia de bajas de tasas, el potencial canje que propondría la Argentina se realizaría en inmejorables condiciones.

Lo relevante a esta altura es que el virus genere daño limitado pero no “tragedia económica porque si se diese lo segundo, los commodities colapsarían a niveles impensados dañando la principal fuente de ingresos de nuestro país.

El coronavirus ha adquirido en estos últimos días una nueva dimensión referida a mercados internacionales: los mercados han comenzado a descontar los múltiples impactos macroeconómicos que el virus está teniendo en el principal motor de crecimiento global: Asia.

Este patrón de comportamiento se viene observando desde hace semanas en especial en mercados emergentes, con sus respectivos mercados accionarios mostrando una marcada debilidad contra el S&P de Estados Unidos.

Parecería que por fundamentos y por distancia del epicentro de la enfermedad el S&P a pesar de su propio castigo ha venido mostrando claramente una over-performance sobre el resto de los mercados de acciones en todo el mundo.

En este entorno, la principal variable económica que se resentirá como consecuencia es el crecimiento mundial de la mano del bloque asiático con un claro impacto negativo en toda su dinámica productiva y siendo Asia el principal motor de crecimiento mundial.

De esta forma, para un mundo en donde el crecimiento no abundaba por ningún lado de golpe aparece un shock totalmente aleatorio, totalmente inesperado, que agarra a todos los bancos centrales del planeta sin demasiadas balas para pelar dado que ellos mismos vienen exagerando una política monetaria históricamente expansiva desde hace ya una década. Claramente, lo que se observa desde hace semanas y se acelera a partir de estos últimos días es ver a las tasas internacionales de los principales bloques del mundo haciendo mínimos históricos como es el caso por ejemplo de la tasa de 30 años en USA.

En esta coyuntura, una dinámica que se viene observando desde hace semanas se aceleró súbitamente. Primero, monedas de economías emergentes siendo severamente devaluadas contra el dólar lo cual refleja una doble dimensión. Por un lado, ante la mayor aversión al riesgo, las posiciones en mercados emergentes se cierran, se vende la moneda local y se compra dólar para huir a posiciones de menor riesgo resultando en una permanente presión devaluadora del tipo de cambio. Por otra lado, los commodities siendo presa de la desaceleración asiática también están bajo severa presión retroalimentando por lo tanto, este círculo de debilidad emergente. En este marco de debilidad generalizada, aquéllos emergentes con historias locales complicadas exhiben un castigo relativamente mayor como es el caso de Brasil, Chile y Argentina.

Brasil, una economía gigante que sigue necesitando muchas más reformas de las que se viene aprobando, con un banco central que sigue bajando la tasa selic para reactivar una economía que no muestra demasiada reacción plantea muchas dudas aun EWZ que hoy ronda los 40.

La pregunta que me surge es hasta cuándo Bolsonaro tendrá el apoyo de una población a la que la economía no le devolvió nada todavía. ¿Se viene una potencial frustración brasileña “ a lo Argentina votando nuevamente populismo?

Chile, en semanas enfrenta un plebiscito a los efectos de decidir si se reforma o no su constitución. En caso de que el plebiscito implique una decisión popular hacia la reforma, la misma llevaría al menos un año de gestión por lo que la economía chilena podría quedar atrapada en un limbo larguísimo lo cual sumado a la incertidumbre que el proceso implica ha subsumido a Chile a niveles menores a los mínimos observados en 2008/2009. El ECH chileno (ETF que replica acciones chilenas) ha operado en estos días debajo de 30, su mínimo histórico. Y

Argentina finalmente, con una larga estela de problemas no resueltos siendo la restructuración de su deuda soberana el primer escollo en una larga lista a resolver. Que las tasas internacionales estén haciendo mínimos nuevamente no deja de ser un detalle positivo para tener en cuenta frente a lo que se nos viene en breve.

En este entorno de debilidad, el oro viene performeando muy bien desde inicios de año y mas aun desde el comienzo de esta semana que ha sido muy cruel para todo el mercado de acciones a nivel mundial con un VIX que quebró cómodamente la línea de los 20 y deja preguntas a esta altura sumamente relevantes: a) ¿qué tan grave es el daño económico causado a nivel global?, b) ¿estamos observando recién el inicio de una malaria económica mundial que no hará piso hasta dentro de varios meses?

En este contexto el mundo entero estará muy concentrado en observar los indicadores de activad de las economías asiáticas (PMIs) para determinar la velocidad de la caída y cuándo comenzarían a estabilizarse.

Mi sensación es que falta muchísimo para llegar a ese punto por lo que bien podemos estar frente a una tendencia bearish que recién comienza. Hedgear todavía es muy barato. 

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