Brasil es el gran mercado y un gran afectado

Brasil es el gran socio argentino. El Mercosur y sus preferencias arancelarias (y la reserva de mercado que concede) son causas significativas de ello. Para Argentina es el mayor destino de exportaciones, aunque para Brasil nuestro país es el cuarto en el mundo.

En 2013 las exportaciones argentinas a su vecino alcanzaron 17.440 millones de dólares (21% de total exportado) y nunca más tuvieron esa magnitud. En 2019 sumaron 10.836 millones (16,6% del total): casi 38% menos desde aquel tope.

La importaciones desde Brasil también descendieron desde el récord de 2011 (21.798 millones: casi 30% del total) hasta 11.289 millones en 2019 (23% del total).

Ahora, en abril las ventas argentinas a Brasil (387 millones) fueron menos de la mitad de las de abril de 2019. Y en el primer cuatrimestre de 2020 fueron 23% menores.

Argentina tiene en Brasil el gran destino de exportaciones industriales: más de la mitad del total son MOI (en particular automotrices, aunque también plásticos, químicos, máquinas y aparatos y alimentos elaborados -además de algunos agropecuarios como el trigo-) lo que no ocurre con otros relevantes mercados para Argentina como China, India o la Unión Europea, en los que los productos de origen agropecuario son los que se destacan.

El vínculo bilateral se achicó en el último decenio por diversos motivos: Argentina perdió competitividad (lo que redujo las exportaciones totales de nuestro país en casi 25% desde el récord de 2011, pero además afectó la capacidad de acceso a Brasil, en el que otros abastecedores crecieron), las recesiones redujeron demandas reciprocas y también otros mercados ganaron participación para nuestras exportaciones.

Últimamente, además, aparecieron dificultades en la agenda: el Mercosur está bajo discusión. El elevado arancel externo común (que casi triplica el arancel promedio mundial) es considerado por Brasil un obstáculo para la internacionalización de sus empresas; y potenciales acuerdos comerciales con otros mercados son vistos por el mayor país de la región como un requisito (el Mercosur es, de la veintena de acuerdos regionales de integración que existen en todo el mundo, el que menos relación exportaciones/PBI logra: 15% contra más de 30% en el promedio mundial y algunos casos como el ASEAN o la UE con más de 50%).

Pero Argentina no aparece como un adherente entusiasta de estas posturas y el vinculo pensando en el futuro común se enturbia.

De ese modo además se afectan potenciales inversiones (Brasil es el cuarto país mayor inversor externo en nuestro país y además es causa de inversiones de multinacionales que se han instalado antes en Argentina considerando el valor del acceso a aquel destino).

Y ahora la pandemia y sus impactos ha debilitado aún más lo que ya venía afectado Ahora todo es más débil entre ambos.

Lo sufren exportaciones de pymes, industriales y de parte del agro. El impacto del COVID ahora, pero el debilitamiento del vinculo y la menos común agenda bilateral antes, nos ponen ante dudas sobre la calidad del destino.

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