Ushuaia,el tesoro del fin del mundo

La ciudad más austral del planeta seduce con sus imponentes paisajes de lagos, canales y montañas nevadas. Pero además, su pequeño núcleo urbano crece cada vez más de la mano de mejores servicios hoteleros y gastronómicos.

Cuando los barcos pesqueros anclan en el puerto para bajar su carga, las gaviotas excitadas por las centollas todavía vivas transforman a la zona portuaria en un auténtico espectáculo. Gritan y vuelan en círculos mientras los pescadores descargan su botín ignorándolas, ya que forman parte de su paisaje cotidiano. A sus espaldas, el Atlántico Sur teñido por el reflejo del cielo, un puñado de veleros y picos nevados que a lo lejos terminan de conformar la famosa postal del fin del mundo.

Una de las mejores formas de comenzar a conocer Ushuaia es a través de su historia, inmortalizada en el Museo del Fin del Mundo y el Museo Marítimo y del Presidio. Mientras que el primero atesora el patrimonio de la vida en Tierra del Fuego desde la época precolombina hasta entrado el siglo XX, el segundo, emplazado en la antigua cárcel, relata la colonización y el crecimiento de la ciudad. Sin salir de la zona del centro, el Club Náutico, el Muelle de los Veleros y el Puerto son otros sitios imperdibles para conocer el corazón de Ushuaia.

Muy cerca del nucleo urbano la maravillosa naturaleza fueguina nunca deja de sorprender, por ejemplo, navegando las aguas del Canal del Beagle. Uno de los recorridos más bellos es el que pasa por las islas de los Pájaros, de los Lobos y el Faro Les Eclaireurs. Asimismo, unos cuatro kilómetros al noroeste de la ciudad se llega a otro de sus grandes atractivos turísticos: la aerosilla del Glaciar Martial, que ofrece una de las mejores vistas del "fin del mundo".

Por las noches, cuando las bajas temperaturas se agudizan, los cálidos restaurantes céntricos son los protagonistas por excelencia. Entre ellos, Kaupé es uno de los íconos de alta gastronomía a nivel nacional. Su chef y propietario, Ernesto Vivian, ofrece platos basados en frutos de mar y productos de las aguas australes, principalmente la merluza negra. Otro de los salones emblemáticos es Tía Elvira, inaugurado en 1965 frente al Canal de Beagle. Allí, el chef Oscar Sigel recibe a los comensales con platos típicos de la zona -elaborados con productos de estación- en un ambiente cálido y confortable. Dos sitios perfectos para terminar un día que, seguramente, será largo y frío.

Más allá de la ciudad

Fuera de los límites de la capital fueguina, avanzando hacia el oeste por la Ruta Nacional Nº3, los islotes de nieve se suceden a ambos lados del camino enmarcado por montañas. En este trayecto, las cumbres de las islas chilenas de Navarino y Hoste se exhiben imperturbables en el horizonte, cerca de la estación del Tren del Fin del Mundo y de la entrada al Parque Nacional Tierra del Fuego.

En este imponente parque argentino de casi 70.000 hectáreas las lengas, ñires y cohiues conviven bajo el cielo diáfano. El ingreso a la reserva, atravesando el Bosque Subantártico, ofrece una postal natural de una belleza inimaginable. El Lago Roca, la cascada del Río Pipo, Bahía Lapataia y el archipiélago Cormoranes son solo algunos de los atractivos de un parque al que hay que ingresar sin tener apuro por salir, ávidos de imprimir en las retinas y en la memoria estos paisajes majestuosos del último confín del mundo.

Dentro de las fronteras del Parque, un paseo ineludible es el que propone el Tren del Fin del Mundo a través del último tramo de las vías originales montadas en 1911 para el transporte de leña hasta Ushuaia. En su trayecto el tren atraviesa cascadas, bosques y ríos cordilleranos, una escena memorable para cualquier amante de la naturaleza y la vida silvestre. Luego de dos horas de viaje se arriba a la Estación del Fin del Mundo, donde los viajeros tienen dos alternativas: continuar en micro hasta Bahía Lapataia -situada en el extremo sudoeste de la isla Grande de Tierra del Fuego- o regresar en el tren hasta la Estación del Parque, el punto de partida.

Otro gran paseo fuera de la ciudad es tomar la misma ruta (la Nº3) pero en dirección contraria, hacia el este. Allí, principalmente en invierno, el Valle de los Huskies, la Reserva natural Valle Tierra Mayor y el centro invernal Las Cotorras son el escenario perfecto para los que llegan al sur en busca de trineos, sky y entretenimiento en la nieve. Muy cerca de estos puntos turísticos, aparece timidamente entre los árboles el Lago Escondido; y a unos pocos kilómetros, el inmenso Fagnano colmado de incontables especies de aves. En esta instancia del viaje, continuar hasta la encantadora localidad de Tolhuin o bien hasta la ciudad de Río Grande presenta una gran posibilidad para conocer aún más a fondo la provincia más austral de la Argentina.

Datos útiles

Existen vuelos a Ushuaia sin escalas con precios que van desde los $ 3500.

- Lo más conveniente para moverse tanto en la ciudad como en las afueras es alquilar un auto. Existen diferentes agencias en el centro.

- En el Club Aéreo de Ushuaia es posible contratar avionetas que sobrevuelan la ciudad, el Canal de Beagle y la zona del Parque Nacional.

- En la Oficina de Información Turística (San Martín 660) se obtiene información sobre los atractivos.

- Hoteles: un alojamiento para recomendar es Los Cauquenes, con vista al Canal de Beagle (www.loscauquenesushuaia.com.ar)

- Restaurantes: nadie que viaje a Ushuaia debe perderse una comida en Kaupé, Roca 470. (kaupe.com.ar)

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