Tormenta perfecta: las amenazas que complican la reelección de Macri

Parece difícil que el Gobierno pueda evitar los costos políticos de la falta de recuperación económica. El malestar social potencia las estrategias de los adversarios y quejas de aliados.

El informe del economista Carlos Melconian que hizo rabiar al presidente Mauricio Macri plantea en uno sus capítulos un escenario de espanto para Cambiemos. "¿Puede un gobierno aspirar a la reelección sin una bonanza económica?", se pregunta. La respuesta es contundente: "Hasta ahora, no sucedió". Pone como ejemplo al segundo mandato de Cristina Kirchner, en especial el periodo que va entre 2012 y 2015 con un PBI de 0,4 y una inflación promedio anual de 30%. Y deja un signo de incógnita a la gestión macrista, que de 2016 a 2019 -afirma- tendrá un PBI de -075 y una inflación promedio anual de 33%.

Pero eso no es todo. El análisis de la consultora MacroView que también dirige Rodolfo Santángelo -al que accedió 3Días- asegura que no se llegará a la elección con la economía en recuperación, porque hay muy poco poder de compra en pesos en la calle (30% menos que a comienzos del período kirchnerista); porque la actividad en "las ciudades" tardará más en recuperarse que en el campo, y por la misma incertidumbre electoral.

El informe también alerta sobre la posibilidad de que sucedan "eventos extremos que complicarían la transición de la transición y harían muy posiblemente barajar y dar de nuevo los escenarios". Y enumera: "Una turbulencia internacional o regional muy severa; un empastamiento del Acuerdo con el FMI que trabe los desembolsos de 2019, y encuestas preelectorales muy desfavorables al oficialismo".

Hasta el momento, en el Gobierno venían sosteniendo con profunda convicción que la economía no iba a ser determinante a la hora de poner el voto en la urna, siempre y cuando se dieran dos condiciones: que la contrincante sea Cristina Kirchner para fomentar el fantasma de un retorno del populismo autoritario. Y que haya un repunte mínimo de la economía, más rebote que crecimiento genuino, de la mano de los dólares de la cosecha y la recuperación del salario real prevista para el primer semestre.

"Si sigue la estabilidad económica y la del dólar, gana la política", repetían en la Casa Rosada.

Todo indica que se mantiene la primera condición. "La posibilidad de que Cristina Kirchner no se presente y le complique a Macri su camino hacia la reelección es hoy improbable", dice Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, en línea con el análisis de gran parte de los politólogos.

El razonamiento es simple: ¿por qué Cristina no sería candidata si es la única líder opositora con un 30% de intención de voto? Si ella compite, tiene chances de ganar. Y si pierde, seguirá siendo la jefa de la oposición y mantendrá vigente su espacio político hasta que un nuevo líder peronista la deje en el olvido.

Su candidatura, además, le proporcionaría la mejor defensa judicial frente a las siete causas que se le siguen por corrupción y administración infiel. Y le facilitaría el discurso de victimización y persecución por parte de la justicia, de Cambiemos y de los medios hegemónicos a la principal líder de la oposición.

En cambio, parece más difícil que el Gobierno pueda evitar los costos políticos de la falta de recuperación económica y los vaivenes del dólar.

"Una corrida cambiaria, que puede suceder y alterar la tendencia electoral, sí es algo posible", agrega Fraga.

Todos los sondeos de opinión aseguran que la inflación y la recesión encabezan el ranking de los principales problemas de la población. El futuro cercano es desalentador: según las consultoras privadas se espera para febrero una inflación promedio de 3,5%, por encima del índice de 2,5% de enero, que quebró la desaceleración registrada en noviembre y diciembre. La de marzo, con la catarata de aumentos en tarifas de servicios públicos, transporte y nafta, sería peor.

"A Macri hoy le está costando tremendamente sumar medio voto más, porque el resto de la sociedad está muy molesta con el Gobierno. El escollo principal de la reelección está en la ausencia de cosas a su favor, más que en las que están en contra. Para que Macri reelija necesita buenas noticias en materia económica y social. Aunque el Gobierno tenga otros logros, hoy son esos los temas que importan. Y tiene que agregar cosas a su balance de gestión para poder ir más allá de su núcleo duro que está firme y es ideológico pero que también está disconforme con la gestión", explica el politólogo Julio Burdman, director de Observatorio electoral.

El Presidente parece haber tomado nota del enojo social de los últimos días y pidió a sus ministros que preparen medidas con buenas noticias. En especial, al ministro de Producción, Dante Sica, quien sigue trabajando en el plan para favorecer a las Pymes.

Ese malestar de los argentinos por el rumbo económico genera a su vez un combo de malas noticias políticas para Cambiemos, porque potencia las estrategias de sus adversarios, e incluso, las quejas de los propios, como el radicalismo.

¿Podría darse una tormenta perfecta que ponga en peligro la reelección de Macri? ¿Cuáles serían las amenazas que complicarían ese camino? Los economistas y analistas políticos consultados por 3Días visualizan cuatro escenarios factibles:

Nuevo colapso económico

Rodrigo Alvarez, CEO de la consultora Analytica, explica que el funcionamiento del esquema de política económica es un desafío en sí mismo. "Tal como está planteado, deja un margen muy amplio librado al desempeño de variables que el Gobierno no controla: el contexto internacional y la incertidumbre electoral", afirma.

Atados a estos eventos, dice, pueden surgir una serie de consecuencias que podrían afectar seriamente las posibilidades de elección del oficialismo: "El primero es que el ajuste fiscal en términos de gasto tenga que ser más severo de lo esperado debido a la "estanflación", destaca.

En segundo lugar, Alvarez advierte sobre la posibilidad de que "una reversión del flujo de dólares por un panorama internacional afecte el mercado cambiario desencadenando un nuevo proceso inflacionario".

Otro factor que podría complicar la economía es "que el mercado empiece a ponerle precio a los ajustes pendientes en 2020 los cuales, teniendo en cuenta la minoría del oficialismo en ambas cámaras, impliquen un canje de deuda", remarca.

Por último, el economista menciona que una "sorpresa negativa en el dato de pobreza genere tensiones con el FMI, porque en tal caso se necesitaría relajar la meta fiscal".

Alineamiento de los gobernadores con CFK

El politólogo Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, advierte sobre una situación que podría darle más volumen y legitimidad a la candidatura de Cristina Kirchner y podría perjudicar a Macri en el ballottage: el alineamiento de los gobernadores detrás de una postulación nacional de la ex mandataria.

"Estamos viendo claramente un cambio de estrategia de Cristina Kirchner en relación a los gobernadores peronistas. Pasó de una estrategia más confrontativa, y de amenazar a los mandatarios con candidatos propios en sus terruños para entorpecerles la reelección, a seducrlos y cerrar acuerdos. Así, el kirchnerismo apoya la postulación de los gobernadores peronistas no K, a cambio de un respaldo nacional a su boleta presidencial. Y eso está dando frutos", explica el analista.

En efecto, el kirchnerismo ya cerró acuerdos con el peronismo en siete provincias (La Pampa, Neuquén, San Luis, San Juan, Santa Fe, Río Negro y Entre Ríos), además de contar desde el vamos con el apoyo de Formosa, Santa Cruz y Catamarca. Pero lo más importante es que logró arrebatarle dos miembros al espacio Alternativa Federal, conformado por los mandatarios Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti, Sergio Massa y Miguel Angel Pichetto. Desde comienzos de año, Juan Manzur (Tucumán) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) se cruzaron a la vereda de la ex presidenta.

"Sorprende sobremanera el caso de Bordet. Me consta que el gobernador es un dirigente con un profundo sentimiento antikirchnerista y la información que tengo es que no sólo se volvió a juntar con Cristina sino que le reconoció los errores, le pidió disculpas por algunos exabruptos y finalmente cerró un acuerdo con Sergio Urribarri para ir todos juntos por su reelección", relata Romero.

La ayuda de CFK a los gobernadores para que puedan ser reelectos seguiría dándole resultados positivos. "Es muy probable que los mandatarios se encuentren en poco tiempo en un escenario en donde tendrán que elegir entre Cristina Kirchner, que mide, 31 ó 32% de intención de voto, y el peronismo alternativo de Massa y Urtubey que apenas llega a 14%. Seguramente, la decisión de los gobernadores estará inclinada hacia ella", analiza el politólogo.

Lavagna candidato de un frente amplio

Otro de los problemas que podría afrontar Macri es que las condiciones políticas que planteó Roberto Lavagna para materializar su postulación presidencial se cumplan. Esto es, ser el candidato de consenso en un espacio amplio que, además del peronismo, incluya al progresismo.

"Sería un problema para Cambiemos si ese frente muestra niveles de competitividad y resulta atractivo para el electorado desencantado y disconforme con la gestión económica pero que hoy sigue apoyando al Gobierno. Si apareciera una oferta competitiva no kirchnerista, con visibilidad, y que el electorado considere que tiene posibilidad de triunfo, Cambiemos podría parte de su apoyo", resalta Romero.

Burdman también cree que Lavagna cosecha votos del electorado que apoyó y ahora está disconforme con el Gobierno pero considera que el ex ministro de Economía no roba votos de ese 30% duro y antiperonista de Cambiemos.

El desafío de la UCR

Nadie sabe a ciencia cierta hasta donde llegará la presión de la UCR sobre el PRO para forzar una interna presidencial entre un candidato radical, como Martín Lousteau, y Mauricio Macri. O cuál es el precio.

"Sería un problema fatal para el Presidente que aparezca alguien que le dispute los votos a Cambiemos desde su propia vereda. Sería riesgoso que surja una escisión de Cambiemos, sea un Lousteau o caciques radicales disconformes en las provincias que se revelan contra el mandato de la jefatura de Gabinete", advierte Burdman.

Con todo, aclara que ese riesgo hoy no está sucediendo. "Macri mantiene unificado el voto de Cambiemos detrás de su candidatura y sus socios no están generando un problema", asegura.

Romero coincide. "No creo que el PRO apruebe una interna con Martín Lousteau. Antes sobrevendría una ruptura en Cambiemos. Y tampoco creo que eso suceda porque ninguno de los socios tiene futuro fuera de la coalición", subraya.

Según su análisis, las diferencias y la tensiones entre la UCR, el PRO y la Coalición Cívica existen, pero cree que los radicales están metiendo presión para reposicionarse dentro de la alianza en términos de candidaturas y en pos de lograr una mayor participación en el proceso de toma de decisiones de la mesa chica. "Los condiciona la necesidad de estar juntos para que cada uno de ellos tenga furturo", agrega.

Pues bien, al Gobierno no le quedará otra que concentrarse de aquí a las elecciones en generar buenas noticias, y aunque no haya crecimiento, al menos sí estabilidad económica.

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