REPORTAJE 3D Juan manuel - Abal MedinaExclusivo Members

"Por como están los humildes y los trabajadores, yo aplazo la gestión de Mauricio Macri"

Al cumplirse un año de la asunción de Cambiemos, el senador peronista y ex jefe de Gabinete K critica las políticas económicas y sociales del Gobierno así como cierto atropello institucional. Con todo, se despega de la postura de los ultra cristinistas y destaca como un acierto el esquema de diálogo logrado por el macrismo en el Congreso. Elogios a la gobernadora Vidal.

El senador Juan Manuel Abal Medina fue uno de los primeros kirchnerista en pegar el salto hacia el bloque del Movimiento Evita, un lugar que encontraron varios ex funcionarios y dirigentes para despegarse del chiquero dejado por la corrupción K sin modificar el discurso ideológico y espantar a sus votantes. Desde ese espacio opositor pero lejos del pensamiento ultra del cristinismo, el ex jefe de Gabinete -que aspira a la reunificación del peronismo, con Sergio Massa incluido- accedió a realizar un balance para El Cronista del primer año de Gobierno de Mauricio Macri.

Empecemos por lo positivo: ¿cuáles fueron los aciertos del macrismo?
- Creo que ha logrado generar un esquema de diálogo político importante para poder afrontar un escenario con minoría en el Congreso. Algunos proyectos oficialistas salen, otros no, algunos se cambian, o se aprueban los de la oposición. Más allá de los enojos y rabietas, reconocen que esto es parte del juego democrático. Ese diálogo también lo demostraron con el sindicalismo y las organizaciones sociales. Un ejemplo es la emergencia social. Cuando la sacamos, se enojaron, dijeron que no y después se sentaron en una mesa con todos. Ahora, la ley va a salir por un amplio consenso. Eso me parece los más positivo del Gobierno.

El sinceramiento de los índices de inflación y pobreza, ¿no es una buena noticia?
- La forma en cómo se mide la pobreza siempre fue un tema polémico y realmente en nuestro gobierno nos empantanamos en una discusión impropia en torno a cómo medirlo, y terminamos generando una pérdida de credibilidad profunda de los índices. Eso fue un error de nuestro gobierno.

Bueno, ahora se destapó la polémica por las pruebas Pisa.
- Sí, pero el ministro Esteban Bullrich dijo que no había sido un problema de manipulación sino de implementación.

¿Y cuál le parece el mayor error de la gestión actual?
- La dirección general de las políticas económicas y sociales. Cuando nosotros decíamos el año pasado que si implementaban esas políticas iban a producir una caída en el ingreso, menor actividad, problemas laborales, etc. no nos equivocábamos. Es lo que sucedió. El Gobierno tiene una agenda económica neoliberal, que sostiene que el crecimiento y el desarrollo se derrama por sí solo sobre lo social. Esto nunca funcionó en la Argentina porque afecta a los sectores más humildes. En los 90 esa agenda iba en mejor sintonía con el mundo, pero ahora los principales países están cuidando su economía y sus fuentes de trabajo. Así como está el mundo ahora, menos va a funcionar. Si bien en lo económico y social esperábamos lo que hizo, en el plano institucional nos sorprendió de manera negativa, por lo que venía prometiendo en la campaña. Hace un año nos desayunamos con un decreto para nombrar a los jueces de la Corte Suprema y ahora, con un decreto reglamentario para cambiar la Ley del blanqueo y beneficiar a los familiares de los funcionarios.

Cristina Kirchner dijo por Twitter que no hay errores de gestión sino que el neoliberalismo necesita desocupación de dos dígitos. ¿Coincide?
- Obviamente este gobierno tiene una mirada ideológica neoliberal, que pone el acento en respetar las leyes del mercado. Con muchos matices, porque no es lo mismo Alfonso Prat-Gay que Federico Sturzenegger. Pero eso no significa que no quieran generar crecimiento. Ellos creen en sus políticas, no las implementan porque son malos.

La mayoría de los economistas dicen que este es un año de transición, de ajuste de las variables macroeconómicas, y que el país crecerá el 2017. ¿Usted ve crecimiento?
- Todos esperamos que crezca la Argentina pero hay que acordarse que el Gobierno dijo al asumir que apenas se terminara con el cepo cambiario y se arreglara con los holdouts, lloverían las inversiones. Como no ocurrió, nos hablaron del segundo semestre y como tampoco pasó, ahora nos hablan del año que viene. Esperemos que ocurra. Nosotros entendemos que estas políticas no terminan de ser útiles en países como los nuestros.

¿Y por qué Macri ganó los comicios? ¿El cristinismo no hizo las cosas mal?
- Por un lado, perdimos la elección porque nos equivocamos en la campaña en sí misma como en cuestiones más estructurales y de mediano plazo. Pero también, porque el equipo de campaña del PRO hizo las cosas bien. Ellos lograron, por ejemplo, utilizar inteligentemente las PASO, juntar a todo el arco antiperonista dentro de un mismo esquema, con una fórmula de cambio hacia adelante. Para ganar, asumieron como positivas todas las políticas públicas de nuestro gobierno, desde la Asignación Universal por Hijo hasta el Fútbol para Todos. Hicieron un giro muy profundo que le fue enormemente provechoso. Mientras que nosotros nos quedamos en el pasado.

Hay empresarios que, para invertir, están esperando a que el Gobierno gane las elecciones legislativas para asegurarse que no volverá el peronismo.
- Yo dije en el Senado cuando se trató el Presupuesto que esa ley madre tenía un nivel de ajuste más alto de lo que nosotros quisiéramos pero mucho más bajo del que quieren otros que están adentro del Gobierno y los que están afuera del Gobierno presionando en determinado lugar. La razón por la que no quieren que vuelva el peronismo es porque nosotros representamos fuertemente los intereses de los trabajadores. Pero también es medio una excusa de los empresarios. Ellos saben que cada dos años hay elecciones en este país.

¿Cree que va a estar en juego la gobernabilidad en 2017?
- No, yo no creo. Si tiene un buen resultado, el Gobierno va a poder llevar con más profundidad su agenda. De lo contrario, tendrá que seguir negociando. Pero este año se desterró ese fantasma de que el peronismo no deja gobernar. Demostramos que podemos discutir, disentir y tener opiniones distintas pero la Argentina acaba de tener su Presupuesto en tiempo y forma. Y el país está funcionando.

Bueno, el peronismo aún no tiene jefe y está dividido. Están ocupados en la propia interna.
- Sí, pero es una fantasía que el peronismo no deja gobernar, una construcción que se hace en contra de nuestro espacio político. El peronismo gobierna hoy la mitad de las provincias en el país, la mitad de las intendencias y estamos tan preocupados porque le vaya bien a la Argentina como al Gobierno.

¿Qué piensa de la gestión de María Eugenia Vidal?
- Creo que su mayor acierto fue no limitarse en echar culpas al gobierno anterior sino reconocer que había un problema estructural en la Provincia en el nivel de ingresos porque se perdieron 10 puntos de coparticipación en los últimos 20 años. Fue un mérito como lo planteó. También veo positivo su lucha contra los problemas históricos del distrito, como la corrupción en la Policía bonaerense y en el Sistema Penitenciario.

Están de moda los puntajes ¿Qué nota le pone al Gobierno de Macri?
- La verdad es que ese 8 que se puso el Presidente es llamativo porque en un año tan difícil, que ellos mismo reconocen estuvo lejos de las expectativas, colocarse a sólo dos puntos de la perfección es dispartado. Por la forma de hacer política, y por como están los trabajadores y los más humildes de la Argentina, yo lo aplazo. Le pongo un 3. Con ese puntaje puede ir a recuperatorio en marzo, y esperemos que en 2017 le vaya un poquito mejor a la gente.
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