Panamá, entre América y el mundo
Playas caribeñas, museos y edificios históricos son sólo una parte de este pequeño país que pisa fuerte en el mundo de los negocios y también en el turismo.
Localizado en el istmo de Panamá, que une a América del Sur con América Central, su condición geográfica de país de tránsito lo convirtió desde su génesis en un punto de encuentro de culturas de todo el mundo. Y hoy, Panamá sigue siendo así. En sus calles se encuentran americanos de todo el continente, conviviendo entre la modernidad de sus edificios de oficinas y los rasgos reconocibles que hermanan a los países latinos.
Si bien es una nación pequeña, en la última década Panamá se posicionó como uno de los países con mayor crecimiento económico del mundo. Pero además de playas y torres inteligentes, tiene mucho para ofrecer. Acá 10 sitios para no perderse:
El Canal de Panamá
Es una vía de navegación que une el océano Pacífico y el Atlántico. Desde su inauguración en 1914 acortó en tiempo y distancia la comunicación marítima, dinamizando el intercambio comercial y económico entre los dos océanos. El ticket ingreso al Canal cuesta u$s 15.
Inaugurado en 2014 en la entrada del Canal, este museo es el primer proyecto en Latinoamérica del arquitecto canadiense Frank Gehry. El valor de la entrada es de u$s 22 (adultos) y u$s 11 (menores de 18 años).
Es la zona más antigua de la capital, cuyas edificaciones datan de los siglos XIX y XX. Hoy, sus calles albergan hoteles, restaurantes y museos; y fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Dos imperdibles sonla heladería gourmet Granclement y el Café Sucre.
A pesar de haber estado involucrado en escándalos de lavado de dinero, este shopping sigue siendo el más importante de la capital panameña. Las prendas y accesorios de Prada, Louis Vuitton y Valentino conviven con tiendas de café de lujo como Ladurèe. n Valle de Antón: es una villa turística campestre delimitada por cerros, a poco más de 120 kilómetros de la ciudad. Se puede hacer trekking y canopy, visitar mercados de artesanías y productos alimenticios, y refrescarse en alguna de sus cataratas y "chorros".
Estas playas paradisíacas, ubicadas en el extremo noroeste de Panamá, son uno de los principales puntos de atracción del país. La más famosa de ellas es la Red Frog, llamada así porque en las selvas circundantes se ven exóticas ranas coloradas.
Es un parque transfronterizo creado por los gobiernos de Costa Rica y Panamá que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1983. Realizar una caminata por este bosque tropical emplazado en una zona de montañas es una experiencia inolvidable para todos los amantes de la naturaleza.
Al pie del volcán Barú y rodeado de bosques se encuentra uno de los sitios más exclusivos de Panamá: una plantación de café que data de principios del siglo XX y su hotel boutique. No es necesario alojarse allí para comer en el restaurante La Brulerie y comprar sus imperdibles cafés en su sofisticada tienda.
En la Península de Azuero, a 240 kilómetros de la ciudad, se encuentra un pueblo histórico de 3500 habitantes que cuenta con la iglesia más antigua del país, construida en el siglo XVII. Alrededor de la plaza, las casas se mantienen exactamente iguales desde la época colonial.
Es un conjunto de 365 pequeñas islas e islotes situados frente a la costa norte del istmo, al este del Canal de Panamá. Es uno de los destinos turísticos más exuberantes del país, famoso por sus playas de arena blanca, sus aguas transparentes y el arte de la cultura Guna que habita sus costas.