La meta: achicar la brecha en 2017

Hace un par de meses el ensamble de los precios domésticos con los internacionales tenía como fecha cierta 2017. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se lo informó a legisladores y el tema comenzó a analizarse en el heterogéneo directorio de YPF.
La expectativa oficial es que el año que viene la brecha entre los valores locales y los foráneos fuera menor, porque el barril en el mundo podría encarecerse, haciendo menos perturbador el ensamble.
Ahora todo el sistema de precios está en discusión y en el propio entorno ministerial hay quienes consideran un sacrilegio político seguir subsidiando a las petroleras y sugieren liberar cuanto antes.
Técnicos afines a Cambiemos hasta ven con buenos ojos que no haya restricciones para importar crudo, algo que, en el contexto de precios actual daría notoria ventaja a firmas no integradas como Shell, que podrían comprar petróleo barato afuera y vender combustibles caro adentro. Uno de los firmes anhelos de Juan José Aranguren mientras comandó esa compañía. Ahora, está obligado a considerar la cuestión desde un lugar bastante más incómodo.
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