LIBRO DE AUTOR

Francisco y su verdadero vínculo con Guardia de Hierro

El autor desmiente un supuesto pasado de pertenencia de Jorge Bergoglio a esa organización creada en la resistencia peronista, aunque admite una ligazón del ahora Papa con algunos de sus miembros.

- Título: Guardia de Hierro. De Perón a Begoglio
- Autora: Alejandro C. Tarruella
- Sello: Punto de Encuentro
- Páginas: 337

(...) Cuando el 13 de marzo de 2013, Jorge Bergoglio, entonces Arzobispo de Buenos Aires, fue elegido Papa, diferentes exponentes políticos, periodísticos, sociales, en un estallido de personalismos mediáticos, expresaron críticas muchas veces infundadas al hombre que por varias semanas iba a acaparar el interés de los medios de comunicación en todo el mundo. Los había argentinos del campo internacional, del plano local y algunos de ellos eran personas que habían pasado por el ancho campo del estalinismo de indias. Lo ideológico como absoluto les permitía, en muchos casos, acusarlo sin fundamentos y estigmatizar sin fuentes para ganar espacios en la comunicación. El ajetreo al que someten los medios a las personas comunes para arrastrarlas detrás de ciertas posiciones volvía a encandilarse con la marquesinas de la política internacional. Se trataba también de arrebatarle al flamante Papa parte de los espacios que le ofrecían periódicos, radios, sitios de Internet, canales de televisión que, por otra parte, en el caso de Francisco Papa, jamás había reclamado. Era un sacerdote argentino y suramericano, un hecho inédito en la historia y tenía peso propio no únicamente en su país, de mayoría católica, sino en la región (Brasil que fue decisivo para su elección es un país de notoria mayoría católica) y podría suceder que las críticas estuviesen vinculadas al hecho histórico y político que significaba su inesperada entronización como obispo de Roma.

Un argumento arrumbado en los calendarios volvía sobre las mesas de redacción a procurar herir la trayectoria del flamante pontífice. Se lo acusaba de haber pertenecido a la organización peronista Guardia de Hierro y se calificaba a la organización peronista de grupo de derecha y los más severos la relacionaban al fascismo. Y se proclamaba que en tal carácter, había entregado a sacerdotes durante el gobierno militar sin pruebas. Esa postura parecía pretender en una afirmación eliminar al otro, sea la organización, sea una persona. (...)

Un camino reformista

Hay que considerar que Bergoglio pertenece a la orden de los Jesuitas, y la Compañía de Jesús es en la historia una de las más reformistas de la iglesia. En América y el sur asiático, fundaron escuelas y universidades, como en otros puntos del planeta, y acompañaron la formulación de nuevos paradigmas con políticas sociales de fuerte influencia. Bergoglio fue elegido provincial de los jesuitas a mediados de 1973 y permaneció en el cargo hasta 1979.
El 13 de marzo, día de su elección papal, The New York Times recuperó declaraciones de Bergoglio de 2010 cuando relató que ayudó a perseguidos políticos a ocultarse y abandonar el país, y que actuó frente los jefes de la dictadura para profundizar su aporte. Ahí se inscribe el incidente de los secuestros de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics. En particular, exponentes de la izquierda casi olvidaron que fue responsabilidad de la dictadura militar y acusaron a Bergoglio. Algunos incluso, como se escribió en Tiempo Argentino (...) insinuaron que preparó listas negras. El mismo Adolfo Pérez Esquivel se encargó de remarcar que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio, no".

"Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por las personas secuestradas", afirmó Bergoglio al declarar como testigo ante la justicia el 8 de noviembre de 2010. (...)
"Estos son los hechos: el padre Bergoglio no denunció a Orlando Yorio ni a mí", manifestó Francisco Jalics en un comunicado, publicado hoy en el sitio oficial de los jesuitas alemanes", informó el diario La Nación días después de la entronización de Francisco. Y agregó Jalics: "Alguna vez yo mismo estuve inclinado a creer que éramos víctimas de una denuncia'", dijo Jalics. Y agregó: "A fines de la década de 1990, tras numerosas conversaciones, me quedó claro que esta sospecha era infundada. Por lo tanto, es un error afirmar que nuestra captura ocurrió por iniciativa del padre Bergoglio'". El 5 de octubre de 2013, Jalics visitó a Bergoglio en el Vaticano y no se difundieron imágenes ni declaraciones en torno del encuentro que se observó como una reconciliación. (...)

Provincial jesuita y peronista

Jorge Bergoglio fue designado en 1973, a los 36 años, provincial de los jesuitas de la Argentina, cuando la Universidad del Salvador era propiedad de la orden. Una corriente de la iglesia a nivel internacional que los especialistas en temas religiosos sitúan en el papado de Pablo VI, la orden de deshacerse de la propiedad de los institutos de enseñanza en todo el mundo. Además, la orden jesuita había nominado a Bergoglio en 1973, como un modo de acercamiento al peronismo. Nadie tenía dudas de que Bergoglio, como el padre Hernán Benítez que pertenecía a la misma orden, tenía una profunda afinidad peronista. Algunos interlocutores políticos recuerdan sus reflexiones con frase completas de Perón, Evita o el mismo John William Cooke. Su abordaje de la dictadura militar lo realizó desde ese lugar. Su eje partía de la construcción nacional para una inserción regional y esa construcción política con piso en el país, típica de los movimientos nacionales de América del Sur a partir de 1930 cuando surge el liderazgo de Getulio Vargas en Brasil es considerado por cierta izquierda de base estalinista, como de derecha. (...) En 1973, cuando Montoneros competía por ser la organización más numerosa del país, se estigmatizó a organizaciones políticas que no confluían hacia el espacio de Firmenich. Así, Guardia de Hierro fue calificada de derecha. (...)

Otro dirigente de Guardia de Hierro en la década de 1970, Alejandro Pandra, pensador y escritor, señala que las acusaciones de la izquierda peronista cuadraban con las que les hacía la derecha: "De la misma manera como fuimos acusados de derechistas por el ala izquierda del peronismo, también fuimos acusados muy fuertemente de izquierdistas por el ala derecha del peronismo. Nosotros tuvimos un enfrentamiento muy directo, por ejemplo, con López Rega que nos acusaba de trotskistas", recordó. Pandra reseñó que "un grupo de compañeros con los cuales militaba en ese momento, aunque no trabajaba específicamente en el Salvador, sino en torno al rector que se llamaba Francisco Piñón, hoy rector de la Universidad Católica de Cuyo. Él se hizo cargo de la USAL y tuvimos una relación muy estrecha con los jesuitas en general y con Bergoglio en particular". (...)

El estigma

Se ha hecho un abordaje subrayando que Guardia de Hierro no era de derecha. Un número importante de sus militantes, que llegaron a ser unos diez mil en el apogeo peronista de 1973, eran de origen árabe o judío y muchos de ellos tenían militancia anterior en el partido comunista. (...) El propio Alejandro el Gallego Álvarez, confirmó luego de establecer que hubo un vínculo con Bergoglio, que no pertenecía a Guardia de Hierro: "No, no es cierto eso. Lo único es que él fue amigo nuestro durante un tiempo". Y agregó que "fue peronista toda su vida". (...)

No es posible imaginar que un miembro de la orden jesuita, con una trayectoria que culmina en un reconocimiento internacional, se uniera a una organización política en estado de disolución durante la vigencia de una dictadura como la sufrió el país entre 1976 y 1983.

Los ataques a su historia personal e institucional, pueden incluso ser analizados bajo la lupa de intereses religiosos, políticos o corporativos internacionales, que hacen hincapié aunque no ponen en público sus intenciones, que tienen como centro a la Argentina. Desde algunas ONG, o entidades financiadas por corporaciones de influencia mundial, se lo ha cuestionado a izquierda y derecha. Lo que no se puede negar, es que el país cuenta hoy con un primer Papa argentino gobernando la iglesia católica, lo que otorga un peso mundial de relevancia. (...)

Aciertan quienes plantean que su peronismo es parte de una reconstrucción de ideas que afirman un camino suramericano, que en cierto modo ensayaron corrientes jesuitas en esta parte del mundo, en una percepción de que en su campo, hay un pensamiento propio, una universalidad con personalidad definida. Y que ese camino subcontinental, es un pilar para replantear la justicia social y la solidaridad como ejes para una nueva humanidad que se forje a sí misma.

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