"El populismo con plata es un problema, pero sin plata es directamente un suicidio"

El economista alerta sobre un eventual regreso del kirchnerismo al poder en 2019 y sugiere que el riesgo país demora su descenso por la "incertidumbre electoral" que genera ese hipotético escenario, sumado al historial de incumplimientos que acarrea la Argentina. Cree que la economía tocará fondo a fin de año o principios del que viene y en marzo comenzará a repuntar.

"No vamos a tener una economía floreciente el año que viene, sí un poquito mejor", evalúa Daniel Artana, a la hora de analizar en una entrevista con 3Días qué es lo que resta esperar para los próximos meses del plan trazado por el Gobierno para salir de la crisis y poner a la Argentina otra vez en la senda del crecimiento. Moderadamente optimista, el economista jefe de FIEL cree que la aprobación del Presupuesto y la luz verde del board del FMI al acuerdo firmado con el gobierno argentino contribuirán a despejar nubarrones, aunque los mercados estén todavía en una actitud de wait and see, a la luz del largo historial de incumplimientos que caracteriza al país.

 

¿Tocamos fondo o lo peor de la crisis económica aún está por verse?

-La economía, en términos de actividad económica, va a alcanzar su mínimo o en este trimestre o el primero del año que viene; en términos de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, también va a ser parecido, uno debería tener a partir de noviembre una reducción importante en la tasa de inflación respecto del nivel altísimo que tuvo en septiembre; debería ir a niveles de 3% y, de ahí en adelante, un poco menos. Octubre va ser alta todavía, pero noviembre/ diciembre va a ser menor y la dinámica de apertura de las paritarias va a tener aumentos de salarios que le van a empezar a ganar a la inflación en ese momento. Y en jubilaciones, por la propia lógica de la fórmula de ajuste que opera mirando los datos de dos trimestres hacia atrás, cuando la inflación se acelera los jubilados se perjudican pero cuando se desacelera recuperan lo que perdieron antes, y eso debería ocurrir en el primer trimestre, en el ajuste de marzo de las jubilaciones de 11% ó 12%, y en ese momento la inflación va a ser mucho más baja que esa, probablemente la mitad. Vamos a tocar fondo entre final de año y principios del año que viene y según el sector y según el caso, jubilados o beneficiarios de planes sociales, un poco después, pero debería empezar la recuperación en marzo del año que viene.

¿Cómo está viendo la marcha del plan Sandleris? ¿Baja el dólar pero hay más recesión?

-El argumento del Gobierno, que tiene algún sustento, es que la economía, con la volatilidad que tenía de tipo de cambio y aceleración de la inflación, no iba bien, al contrario, iba para atrás. Entonces primero uno tiene que tranquilizar, y eso, en un contexto donde el BCRA había perdido bastante credibilidad, era lógico que hubiera cierta sobreactuación. En la medida en que las estrellas se van alineando, uno debería ver que el tipo de cambio se acerca al piso de la zona de no intervención, ahí el BCRA no tiene límites para comprar reservas y monetizar, y eso debería ayudar a acelerar la baja de la tasa de interés y tener algún efecto positivo sobre el nivel de actividad económica.

¿Hasta cuando se sostienen estas tasas?

-Mire, si una persona tiene un accidente, llega a la sala de emergencia y lo primero que trata de hacer es estabilizar al paciente, no preparlo para correr la maratón de 42 kilometros. Es como que le estamos pidiendo al BCRA que adopte medidas que tienen que ver más con una economía de mediano plazo. Si me dice que esto se va a mantener muchos meses, le diría que vamos a tener problemas, pero si es una cuestión que lo que se hace es reganar esa credibilidad perdida y calmar la volatilidad, creo que es un costo que vale la pena pagar.

Hay factores externos, más allá de la voluntad del Gobierno, que podrían ser disruptivos. ¿Qué condiciones se requieren para que el plan funcione, el Gobierno avance en bajar el déficit y salgamos de la crisis lo antes posible?

- Hay varias cuestiones. En el frente externo, puede complicarse por la tensión que hay entre EE.UU. y China, a partir de que suba la tasa de interés en EE.UU. más rápido de lo que está descontado, y en el frente interno uno tiene que ir mostrando que la economía va corrigiendo sus desequilibrios. En el frente externo, empieza a haber noticias de que los números comienzan a mejorar, el déficit elevadísimo que tuvimos el año pasado empieza a bajar, ha habido una menor demanda de dólares para turismo, ha bajado la compra de dólares para ahorro de la gente y hemos tenido en septiembre un dato de superávit comercial después de muchos meses de déficit. Y en materia fiscal, los números siguen progresando mes a mes y ahora con la aprobación del presupuesto y la introducción de las retenciones, la mejora va a seguir funcionando.

Mañana el board del FMI va a tratar el acuerdo en su reunión de directorio. Eso va a despejar definitivamente el fantasma del default?

-Con el nuevo acuerdo el Gobierno tiene los fondos para hacer frente a los vencimientos de lo que resta del año, el 2019 y parte de 2020, quiere decir que de acá hasta que se vaya este gobierno, es prácticamente inexistente, hay que renovar una parte mínima de las lebacs, que creo que va a ocurrir. Ahora, si uno aprueba el presupuesto y el acuerdo, ¿se eliminan todos los problemas de la economía? No, porque quedan daños por todas estas turbulencias y por el hecho de que uno tiene una política monetaria y fiscal contractiva al mismo tiempo, eso va a tener algún efecto negativo sobre la actividad y uno lo va compensando a medida que va reganando la confianza. Lamentablemente la Argentina es un país que como ha prometido cosas muchas veces y no cumple, el resto del mundo va a querer ver para creer y eso va a hacer que demore un poco capitalizar el efecto positivo que podría tener la aprobación del Presupuesto.

¿Por qué el riesgo país no bajó demasiado?

-En parte por eso, en parte porque esperan a ver que Argentina vaya cumpliendo con lo que se comprometió, y además porque hay alguna incertidumbre electoral, y también hay gente que está muy cargada de bonos argentinos y uno percibe que empieza a ver un interés de fondos que no estaban en Argentina, pero lleva un tiempo. Mi impresión es que el riesgo va a ir cediendo pero no es de un día para el otro.

¿Cuando vamos a ver claramente los beneficios del dólar alto?

-En turismo, ha habido una reducción muy importante del déficit; en materia de resultado comercial, la mejora tuvo que ver más con una caída de importaciones que está por ahí más asociada a la actividad que a la devaluación, pero la devaluación también puede tener algún efecto. Que esto motorice exportaciones, la gente no invierte pensando que este tipo de cambio va a estar para siempre porque la Argentina ha tenido mucha volatilidad, pero los sectores que tienen alguna capacidad ociosa tienen una oportunidad de vender al exterior que antes no tenían, lo que pasa es que hasta que uno concreta eso, el efecto no es inmediato. Quizá hay que esperar un poquito para veruna recuperación de exportaciones, pero en turismo ha habido una respuesta positiva bastante rápida.

Los desmanes del miércoles frente al Congreso por el Presupuesto afectan más la mirada del inversor que tiene dudas aún sobre la gobernabilidad?

-Lo que pasó en el Congreso es muy poco feliz, porque es una reacción antidemocrática, para eso esta el debate en el Congreso. Que a la gente no le guste el Presupuesto, para eso la Constitución prevé que hay representantes del pueblo que son los que están discutiendo, es un disparate lo que pasó, no le hace bien a la Argentina, es una señal bastante pobre de lo que la Argentina puede ser porque es justamente no respetar las instituciones. Le hacen flaco favor, que haya activistas que hacen esto y no les importa la Argentina, bueno, ahora que haya diputados tratando de parar la sesión, es bastante triste.

¿Cómo va a influir la campaña en la marcha de la economía?

-Yo creo que no vamos a tener una economía floreciente el año que viene, va a estar por ahí un poquito mejor de lo que va a estar a final de este año y principio del que viene. Desde el punto de vista de la economía, lo que generaría un ruido importante es si uno piensa que va a haber un retorno a un populismo que, en este caso, no va a tener plata. El populismo con plata es un problema que genera un montón de consecuencias que aún estamos pagando; el populismo sin plata es directamente un suicidio. Si se percibe que la sociedad argentina es adicta al suicidio ahí tenemos un problema.

Bolsonaro y el impacto local de Brasil

¿Un triunfo de Bolsonaro complica o ayuda a la Argentina?

-Va a depender de lo que haga el nuevo presidente en materia de política económica, me generan inquietud algunas posturas más de tinte político. Habrá que ver cómo consigue tener una mayoría parlamentaria para hacer las reformas que Brasil tiene que hacer: tiene una situación fiscal delicada, tiene que hacer una reforma previsional y salir de una maraña de regulaciones y de exceso de gasto que ha trabado su desarrollo, excepto en momentos en que ha tenido fortunas con los precios de sus productos de exportación. ¿Le suena parecido a la Argentina? Bastante parecido. Esperemos que acierten. Menos en el fútbol, nos conviene que a Brasil le vaya bien.

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