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Dominicana, conociendo el paraíso

Las aguas turquesas y transparentes del Atlántico y del Mar Caribe bañan las costas de uno de los países más turísticos de América Central insular.

En el corazón de las Antillas, República Dominicana deslumbra a todos sus visitantes con más de 500 kilómetros de costas bañadas de aguas turquesas y enmarcadas por palmeras que parecen extenderse hasta el cielo. Es un destino que seduce a distintos perfiles de turistas, ya que por momentos se muestra vibrante y por otros completamente sereno; en algunos aspectos es moderno y en otros profundamente tradicionalista, pero siempre ostenta su inquebrantable belleza natural.

La zona norte y la sur son bien diferentes entre sí. En la primera, los mayores atractivos son las playas sobre el Océano Atlántico, la provincia turística de Puerto Plata y las reservas de ámbar dominicano. Todo, por supuesto, en un marco de coloridas casonas campesinas, los picos de la Cordillera Central y una profunda tranquilidad que solo es interrumpida por el sonido del viento y de los pequeños arroyos que descienden por las laderas.

Hacia el sur, el Mar Caribe baña las playas que se suceden detrás de la Carretera del Litoral Pacífico, más conocida como "costanera". Esta ruta que une cuatro provincias atraviesa postales de aguas transparentes, caminos de ripio y cornisa, y construcciones históricas que datan de la época de la independencia, que tuvo lugar a mediados del siglo XIX. En San Cristóbal, Peravia, Azua de Compostela y Barahona la historia de República Dominicana se reconstruye en parajes paradisíacos como Sosúa y Cabarete.

La zona oriental fue beneficiada por ser la parte de la isla por la que el sol se asoma, lo que garantiza atardeceres que lo tiñen todo de una tonalidad anaranjada. En el este dominicano se combinan un clima perfecto y extensas costas para disfrutar de largos días de playa con una gran oferta hotelera y una hospitalidad sobresaliente que es característica de los locales. Allí se encuentran tres aeropuertos internacionales: el de Santo Domingo, La Romana y Punta Cana, lo que le garantiza un gran afluente de turistas durante todo el año.

A escasos kilómetros de la ciudad de Higüey y dentro del municipio homónimo se encuentra la estrella de la isla: Punta Cana. Por su ubicación privilegiada permite contemplar tanto el Océano Atlántico como las aguas transparentes del Mar Caribe y su vida submarina. Allí, las actividades preferidas de los turistas incluyen el buceo y el windsurf, seguidos de cerca por las cabalgatas por extensos y serenos arenales.

Santo Domingo, la capital

Sobre el Mar Caribe, en la desembocadura del río Ozama, se levanta la capital de la isla. Visitar su zona colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es hacer un viaje en el tiempo entre sus casas de piedra e iglesias de estilo barroco. La Catedral Santa María de la Encarnación, que se alza sobre la calle Isabel la Católica, es uno de los principales exponentes históricos de la ciudad con su mezcla de elementos renacentistas y barrocos que datan del siglo XVI. También son muy visitadas las Casas Reales, la Capilla Nuestra Señora de los Remedios y las antiguas construcciones jesuitas. Sin embargo, el punto imperdible para todo amante de la arquitectura es recorrer las viejas casonas de Las Atarazanas, que conservan el encanto y la elegancia de los siglos XV y XVI.

El centro de Santo Domingo es la zona cultural por excelencia. Allí se encuentran la concurrida Plaza de la Cultura, la Biblioteca Nacional, la Galería de Arte Moderno, los museos de Historia y Geografía y el Teatro Nacional. Allí, en el corazón de la ciudad, el arte y la historia cobran vida en cada rincón.

Al atardecer, la avenida George Washington invita a ver cómo la caída del sol tiñe El Caribe con su aura dorada. Y una vez que las estrellas cobran protagonismo, lo mejor es ir en busca del típico locrio de pollo dominicano, una especie de paella muy condimentada con especias de la isla. Para los que gustan del baile, en el Malecón de Santo Domingo la noche se alarga a puro merengue hasta que despunta el nuevo día.

Para comprar recuerdos antes de volver a casa, el Mercado Modelo y la Plaza Criolla -en la zona céntrica- ofrecen coloridas artesanías en cuero, madera, concha de caracol, ámbar y cerámica. Allí, se encuentran piezas que son la expresión más acabada de la cultura popular dominicana.

- Datos útiles

El aeropuerto internacional de Punta Cana es uno de los más importantes de El Caribe en cuanto a tráfico internacional y el más transitado de República Dominicana. Hasta allí llegan aviones de diferentes aerolíneas con vuelos que cuestan unos u$s 1200.
En República Dominicana hay hoteles de todos los niveles y precios. La web más completa para informes es www.godominicanrepublic.com.
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