Delgado: "Las empresas deben dejar de pensar que la obra pública es un bono"

Ricardo Delgado, el economista que trabajó ceñido a Sergio Massa en la última campaña presidencial, parece cómodo en la subsecretaría de Coordinación de Obras Públicas Federales de Interior. Su jefe directo, Rogelio Frigerio, es uno de los tres ministros que tienen competencia en las contrataciones públicas tras la detonación del ex ministerio de Planificación, Julio De Vido, y el que motoriza un proyecto de ley para transparentar integralmente el sistema.

La partida nacional para obra es importante y se dispuso una fórmula de recálculo de precios conveniente para los contratistas. Pero las firmas lamentan demoras...
-El empresario de la construcción siempre quiere más. Llorar es esencial a su naturaleza.

¿Se buscará promover una renovación del staff de contratistas?
-Los cambios en marcha en el Registro Nacional apuntan a eso. Dejará de ser un instrumento decorativo. Ya no se repetirán casos como el de Lázaro Báez que no presentaba balances desde el 2011. Y cada organismo público dejará de contratar a su antojo, ya que eso favorece la cartelización y la exclusión de las PyMes.

El Presupuesto 2017 es generoso en inversión pública, pero se le endilga al Gobierno subejecutar de modo importante...
-No es justo que nos digan eso. Agosto registró un nivel récord de ejecución y ya llegamos al 80% de lo presupuestado. Recibimos mucho desorden y tuvimos que emprolijar administrativamente: había casos de obras ejecutadas en un 20% pero pagadas en un 80. Con las transferencias de fondos de la Nación a provincias y municipios se debilita mucho el poder de fiscalización. La lógica del sistema facilitaba la opacidad

¿La lentitud que se dio en muchos casos es porque están revisando contratos?
-En gran medida es porque estamos revisando. Hay contratos con faltas groseras que, en algunos casos, terminaron en la Justicia. Todos deben hacerse responsables de lo que pasó. Nosotros avanzamos, sabiendo que hacer obras es generar empleo.

¿Hay que pensar en una corrupción sistémica, más allá de los gobiernos?
-Si se cambian las reglas y el gobierno resulta creíble, mucho va a cambiar. Como decía el General (Juan Domingo Perón): "El hombre es bueno, pero si se lo controla, es mejor". Hay que controlar.

Hay constructores que sugieren que faltas como sobreprecios son comunes en las provincias y no en la Nación...
-Lo que de algún modo hay que transparentar es el sistema de transferencias con un seguimiento adecuado de los recursos y las obras. En eso estamos trabajando. Mientras, seguimos adelante y ya pagamos $ 3.135 millones de deuda del 2015 por viviendas.

Las empresas celebran estar cobrando intereses: pensaban pasarlos a pérdida.
-No sé cuánto hay de intereses. Seguro que estamos cancelando capital. Y las empresas tienen que dejar de pensar que este es un negocio financiero: la obra pública no es un bono.
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