Aguinis: "La asociación de Cristina con Kicillof es tan enfermiza como la que tuvo con Boudou"
El escritor Marcos Aguinis dispara munición gruesa contra la década K. Dice que la política exterior kirchnerista dejó a la Argentina fuera del mundo y que será difícil revertir el daño. Asegura que la mandataria se rige por decisiones emocionales, no racionales y así elige a sus colaboradores. Y que para 2015, procurará conseguir impunidad, igual que Carlos Menem cuando dejó el poder.
Frontal, ácido y sin pelos en la lengua, Marcos Aguinis en uno de los intelectuales argentinos que mayor resistencia genera en el kirchnerismo, y no es para menos. Crítico hasta la médula del gobierno de Cristina Kirchner, este escritor, ensayista y médico psicoanalista es lapidario a la hora mensurar el legado que dejará a la Argentina la famosa "década ganada" en el epílogo de la era K.
A punto de dar a luz a su próximo libro, Sabra-solo contra un imperio (llega a las librerías el 1 de noviembre), Aguinis conversó extensamente con 3Días.
¿Cuál es el balance de esta década kirchnerista que tiene tantos calificativos como visiones encontradas sobre ella?
- Fue una década desperdiciada, porque hubo oportunidades sólidas para que el país vaya adelante. Incluso, cuando el kirchnerismo tomó el poder, la sociedad ya estaba cansada de experimentos equivocados, tipo populistas, demagógicos que venían de antes, y también de lo que fue la etapa menemista, la farándula, la irresponsabilidad, la corrupción. El país parecía que iba hacia una nueva etapa. La Argentina se diferencia del resto de los países del Continente en que, a pesar de todo, sigue teniendo un caudal de inteligencias, de capacidades humanas, superiores a las de los otros países. Y es notable esa paradoja de que cómo un país con tan buenos recursos humanos, no los aprovecha sino que los expulsa. En los años del kirchnerismo todo eso se dilapidó.
A principios de año, el Gobierno parecía encaminarse hacia la racionalidad económica. Arregló con el Club de París, el Ciadi, Repsol, pero después vino el default. ¿Hay un objetivo deliberado de complicarle la vida al próximo gobierno o es la ideología?
- Diría que ni lo uno ni lo otro, sino que se trata de torpeza y mal manejo de este tema. Los fondos llamados buitres son una pequeñísima minoría que se han manejado de una manera torpe y, en vez de seducirlos y llevarlos paulatinamente a un arreglo que la Argentina podría haber afrontado, la política fue la que caracteriza al temperamento de la Presidenta: la de la confrontación, el insulto, el odio, que coincidía con el temperamento de Néstor.
Pero seguía muy de cerca los temas económicos, tenía mayor conocimiento que Cristina…
- Entendía un poco más que ella. Fondos buitre es una palabra incorrecta, porque si hablamos de buitres tenemos que empezar por Lázaro Báez, que es el más grande buitre que tuvo la Argentina y está al servicio de otros buitres más grandes, que son los principales. Pero el manejo que se hizo con esos fondos fue torpe e hizo que la situación se volviera cada vez más difícil. Ellos lo usan en este momento como una excusa para encubrir el fracaso de su gestión económica. Hacer creer a la sociedad que las cosas van mal y terminarán mucho peor por culpa de esa minoría ínfima. Esto es producto de una gran torpeza que ni siquiera, para mí, tiene la jerarquía de la ideología.
¿De Cristina, de Kicillof? ¿Quién es el autor intelectual?
- Aquí hay una relación muy enfermiza, muy patológica entre Kicillof y Cristina. Kicillof es un joven que tiene ínfulas de rebeldía juvenil, pero al mismo tiempo se cuida mucho de no decir nada que a la Presidenta no le guste. Le dice lo que quiere escuchar.
Es preocupante que la Presidenta haya pedido, si fuera así, que no le lleven malas noticias.
- Lo decía Néstor también, que no le lleven a ella malas noticias. El que gobierna el país no puede vivir ignorando la realidad. La asociación de Kicillof con Cristina es tan equivocada, enfermiza y negativa como la que tuvo con Boudou. ¿Por qué lo designa Vice con una carrera política tan mínima? Fue una decisión arbitraria motivada por razones emocionales y no racionales. Tiene cierto tipo de enamoramientos transitorios. Ahora aparece como enamorada del Papa, pero hasta hace poco era el principal enemigo.
Es curioso el trato preferencial que el Papa tiene con Cristina teniendo en cuenta ese pasado. ¿Qué explicación le encuentra?
- Yo tengo una referencia absolutamente fidedigna de que el Papa sabe que está siendo usado por ella. Pero él es un fervoroso cristiano y, como tal, anhela conseguir la conversión de los pecadores y llevarla por el buen camino. Ésta es una necesidad que tiene el hombre profundamente religioso, que es él, y que evidentemente está contaminado de ingenuidad. Al Papa le han dicho que él recibió al liderazgo de Sodoma y Gomorra (N. de R: en referencia a la última reunión que mantuvo con Cristina en el Vaticano, en medio del conflicto con los holdouts). Y el Papa contestó, lo sé, pero tengo que realizar mi tarea. ¿Qué significa esto? Que él como jefe de la Iglesia Católica tiene que proteger a la Iglesia católica del mundo y de la Argentina fundamentalmente.
Pero le da un espaldarazo simbólico al recibirla en medio del conflicto por la deuda.
- Lo del espaldarazo lo dice ella, no le dio ningún espaldarazo público.
En la ONU, Cristina habló del papel de Occidente en Medio Oriente y hay quienes dijeron que estaba hablando por Francisco. Y lo mismo contra la especulación financiera.
- Ella dice cualquier cosa, él no le dio esa potestad. En Albania, él habló de que estaba a favor de una respuesta múltiple contra el fundamentalismo islámico. No de un solo país sino multilateral, que se está haciendo en este momento. La posición del Papa no es quedarse de brazos cruzados sino contraatacar. Lo que ocurre es que sería muy grave que él la desmintiese públicamente. Él se cuida, tiene un estilo astuto y calculado. Ella lo ha usado y después de lo que ella ha hecho ahora no le va a ser tan fácil volver a verlo.
¿Cuánto nos va a costar habernos peleado con EE.UU., a quien ahora acusa de conspirar contra su Gobierno y hasta su vida? Y también con Alemania.
- La Argentina quedó excluida del mundo, fue la peor política exterior que tuvo en la historia. Nunca la Argentina llegó a niveles tan bajos como éstos, ni siquiera en la época de la II Guerra Mundial, cuando no se decidía a ponerse a favor de los aliados claramente. Hay como una suerte de desprecio contra nuestro país.
¿Por eso cree que no hubo muchas reacciones por el discurso de Cristina en la ONU?
- Porque es un país insignificante. El hecho de ser miembro del Consejo de Seguridad es una ubicación de un privilegio extraordinario. Ante la Asamblea General no tuvo ninguna clase de público, salvo la delegación que se llevó en el avión. Pero en el Consejo de Seguridad estaban todos los miembros. Hablar allí implica una gran responsabilidad. Se creyó que podía decir todas las estupideces que dice por cadena nacional. Le hizo un grave daño al país que nos va a costar mucho tiempo modificar. Pero yo veo otro aspecto más negativo, que es el nivel de insensibilidad, apatía, apocamiento que tiene la sociedad argentina, que se aguanta todo esto sin la lógica reacción de indignación, de repudio.
¿Por qué esa tolerancia? La excusa en este caso no es la economía porque tenemos inflación, recesión y pérdida de empleos.
- La Argentina hace 20 años que ha entrado en un proceso de decadencia moral, cuando hemos tolerado, por ejemplo, la farandulización con el menemismo. Se criticaba, pero era motivo de risa, y hasta de envidia. Eso empeoró todavía más, porque los niveles de corrupción que se viven hoy no tienen precedentes. Pero es como que ya no importa tanto. El extremo al que se llega es que ante la amenaza que están viviendo, el fin de época, y la desesperación que produce en ciertos sectores del oficialismo que gran parte de la tropa se va, ha llevado a que lo presenten a Máximo y hablen de la perspectiva de que ella puede ser reelecta, como una manera de decirle a la tropa, "ojo, no se vayan porque todavía ella sigue".
¿Cuál sería la estrategia? Porque reformar la Constitución no pueden. Se habla de Cristina diputada, pero los presidenciables K no tienen gran aceptación…
- Creo que lo que ella va a buscar es lo que buscó Menem, conseguir impunidad. Sería a través de ser diputada, con lo cual consigue los fueros, que es algo que en un gobierno genuinamente democrático tendría que eliminarse. En los países avanzados no funcionan. Acá es una vergüenza.
¿Cree que Cristina va a intentar volver al poder en 2019?
- No creo que le sea fácil volver, porque una vez que no esté en el poder las lealtades que hoy funcionan van a empezar a debilitarse. Y son tantas las acusaciones que se pueden hacer contra ella y tantos los aspectos grotescos de su gestión que le va a ser muy difícil mantener el prestigio. Lo que va a buscar en lo inmediato, ella y su banda, es impedir terminar en la cárcel. La Argentina necesita una gran medida de saneamiento, conseguir que la Justicia comience a funcionar de otra forma. Para impedirlo, Gils Carbó está trabajando a toda máquina para colocar fiscales adictos. El Consejo de la Magistratura es una de las pocas cosas que empezó a ordenarse. Pero insisto en que la sociedad está muy deteriorada.
¿A qué se refiere?
- La sociedad argentina, por efecto del populismo, ha ido incorporando el concepto de que el Estado es el organismo que soluciona los problemas y que debe manejar al país para que las cosas vayan bien, cuando el Estado es el peor de los gestores. El Estado lo único que hace es darle encubrimiento al grupo que se apodera de las riquezas y del dominio del país en su propio beneficio. Casos extremos como en Rumania, con el matrimonio Ceaucescu, que representaba al grupo de élite, y termina siendo asesinado. Lo mismo Arabia Saudita. Cristina habla tan bien de ese país, es una sola familia que lo domina.
Dijo, en realidad, que podríamos ser la próxima Arabia Saudita por Vaca Muerta.
- Es tan ignorante, tan elemental, que cree que por el hecho de que haya petróleo... Arabia Saudita tiene petróleo cientos de metros debajo de la arena y es fácil de extraer. Lo de Vaca Muerta es petróleo que está mezclado con pedregullo y requiere un gran proceso de transformación química que implica una gran inversión.
¿Qué imagina para 2015? ¿El peronismo seguirá en el poder?
- Hoy ya no sabemos bien qué es el peronismo. Porque es la extrema izquierda, la extrema derecha, la derecha moderada, la izquierda moderada, es cualquier cosa. Es un recurso para tener el poder. Por eso tenemos varios candidatos peronistas, se habla de nombres, no de ideologías. Sí puede ocurrir, que sería una bendición para el país, decir que todo lo que pueda vincularse con el peronismo, de una forma u otra está asociado a la impunidad, la corrupción y la manipulación de la Justicia. Esto estuvo presente en todos los períodos peronistas de la historia. Y esto lleva también a que en todos los gobiernos peronistas, las instituciones hayan disminuido su calidad.
La idea de Carrió de una convergencia entre la centroderecha, que sería Macri, y la centroizquierda para desbancar al peronismo en 2015, ¿la ve viable?
- Es la idea más acertada que tuvo Lilita en los últimos tiempos. Hay una parte de Unen que se opone, que tiene mentalidad peronista, que puede tener menos tendencia corrupta, pero al país no lo va a llevar a la prosperidad.
El riesgo sería repetir la Alianza, porque después de ganar la elección hay que gobernar.
- La Alianza estuvo mal construida. Creo que la Argentina no está preparada todavía para un cambio como el que hizo Chile o Perú. Hay cambios que son revolucionarios, porque es necesario darse cuenta que los 25 países desarrollados del mundo son países donde este capital privado juega un rol decisivo, no es el Estado. El Estado está para impedir que el capital privado cometa delito. Y la sociedad civil está integrada por gente responsable que tiene que actuar de acuerdo a su capacidad. Hace falta estimular la meritocracia y no como aquí que se estimula la falta de mérito.
¿Qué implica para la Argentina estar en desacato por el no pago de la sentencia del juez Griesa?
- Bajar otro escalón en el prestigio de la Nación. La Argentina está muy mal, y la sociedad no tomó conciencia. Después del "que se vayan todos", no cambió nada, porque siguieron esas ideas equivocadas que nos han infectado desde la década del 20. Ideas fascistas, luego militaristas, nacionalistas, después entró un marxismo de un comunismo pro soviético, que defendía las dictaduras. Cuando yo era joven, estaba en contra del apoyo que los EE.UU. le daba a Trujillo, a Somosa, a Batista, a todos los dictadores. Hoy en día, a los dictadores los apoya la izquierda. A Cuba, Venezuela, Corea del Norte... Tenemos el mundo al revés.