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La mayoría de las reformas a la Justicia que impulsa el Gobierno son inconstitucionales

Así lo entiende el sociólogo Marcos Novaro, quien asegura que el kirchnerismo lo hace para sentir que retoma el control de la agenda, poniendo a sus adversarios políticos a la defensiva.

El proyecto de reforma de la Justicia tiene objetivos reformistas pero, básicamente, publicitarios. El Gobierno necesita retomar la bandera de que lucha por la democracia, poner a los adversarios a la defensiva y obligar a los demás a contestar a sus iniciativas para tener el control de la agenda. Más allá de lo que suceda en el Congreso, la mayor parte de las reformas tienen chances de ser frenadas por ser inconstitucionales (como la modificación del régimen de las medidas cautelares y las elecciones directas de los consejeros). El Gobierno sabe que es probable que esa reforma nunca se haga pero necesita recuperar esa idea de que amplía derechos, evalúa durante una entrevista con WE el sociólogo Marcos Novaro.
El tema en cuestión va en línea con su último libro, Vamos por todo (Sudamericana), en coautoría con el economista Eduardo Levy Yeyati. Allí, analizan las diez decisiones más polémicas del modelo, pasando por la intervención del Indec, la frustrada resolución 125 -que le valió al Gobierno enemistad con el campo y el distanciamiento definitivo de Julio César Cleto Cobos, entonces Vicepresidente-, la estatización de los ahorros provisionales, las listas de las testimoniales, la ley de Medios, el uso de las reservas y el cepo cambiario. Todas, decisiones puntuales que arrojaron consecuencias de largo plazo.
Si el kirchnerismo imprimió su sello en las última década, 2007 marca un antes y un después en ese ciclo, sostienen los autores. Hasta ese momento, la Argentina parecía ir cuesta arriba, gracias a la bonanza sostenida por el alza en el precio de los commodities y el crecimiento a tasas chinas, así como la reducción del desempleo, la pobreza y la deuda. Sin embargo, en aquel año bisagra, la fuga de capitales se aceleró y a la batalla por los medios se sumaron la inflación, la inseguridad y el deterioro de los servicios públicos, cuya máxima expresión se materializó en hechos como la tragedia de Once, en febrero de 2012, y las inundaciones ocurridas la semana pasada en La Plata.Polémica y despuésLevy Yeyati le propuso a Novaro trabajar en conjunto. De movida, evitaron caer en un enfoque del tipo cronológico. Por eso, optaron por desarrollar un recorrido por las que, consideran, las diez decisiones más polémicas del kirchnerismo de los últimos tiempos, es decir, aquellas que permitirán entender qué es lo que esta administración le legará al país. Ahora, ¿cuáles son las razones del cambio? ¿Es que hubo un primer kirchnerismo virtuoso o moderado y un segundo fallido? ¿Hay diferencias entre el tipo de liderazgo de Néstor Kirchner y el de su mujer? Los autores indagaron en estos puntos, analizando si se trataba de un problema de coyuntura o de una cuestión de radicalización ideológica, que se ancla en un debate de largo plazo sobre qué significado tienen esos diez años de gobierno, vinculado a la política y la economía.
Para los autores, el volumen, de alguna manera, deja relucir la existencia de una suerte de experiencia de ilusión de omnipotencia. El vamos por todo es un gobierno que tiene la ilusión de ser omnipotente pero, incluso cuando acierta, en esa ilusión se consume, porque hasta cuando le va bien, termina consumiendo muchos de sus recursos en empresas que son delirantes, afirma Novaro.
Para ejemplificar, el sociólogo recuerda el celebrado -desde el oficialismo- anuncio sobre la estatización de los fondos de pensión. Supuestamente, el Gobierno tuvo un gran éxito. Pero, ¿qué hizo después con él? Finalmente, generó un enorme problema, mucho más grave, sintetiza.
Para Novaro, que este tipo de jugadas se pueden interpretar como éxitos desaprovechados, al tratarse de logros que terminan conviertiéndose en un arma de doble filo, dañando más al Gobierno que sus propios fracasos.
La clave para entenderlo es que se trata de una especie de desborde de una voluntad omnipontente que, acierte o falle, termina autoconsumiéndose, afirma. Si bien destaca que, justamente, esta característica es un rasgo que hace a la política argentina en general, el kirchnerismo, por la bonanza económica de los primeros tiempos, encontró más recursos para sostenerse. Incluso con todo su delirio, Carlos Menem no llegó a ser tan omnipontente como el matrimonio Kirchner, dice.
La más llamativa de las medidas analizadas por los especialistas, comparte Novaro, es también la más discutida: la intervención del Indec y sus estadísticas. Es que, asegura, este tema influye en casi todos los órdenes y sirve para entender el porqué del manejo de la economía, en términos generales, así como la relación con el exterior. Es una decisión incomprensible por qué, frente a un problema menor, generaron algo tan grande que se vuelve un ejercicio extremo de la voluntad, disfrazando la realidad para construir algo distinto. Es una trampa sin salida, advierte.
Asimismo, la decisión más crucial, coinciden los autores, fue el fallido intento de incrementar la tasa en las retenciones al sector agropecuario, ilusión que encontró su techo cuando el entonces vicepresidente Cobos desafió a la primera mandataria, definiendo un empate con su voto no positivo. La resolución 125, y la batalla librada al campo, explica el proceso de radicalización; a partir de ahí, cambia la relación entre populismo y producción para el kirchnerismo. Eso explica sus políticas posteriores.(Des) inversión públicaHasta el momento, oficialmente, 54 personas perdieron la vida y 350.000 se vieron afectadas por las fuertes inundaciones que dejó la tormenta de la semana pasada en La Plata, causando pérdidas materiales por encima de los $ 5900 millones (sin contabilizar la inversión que será necesaria para realizar reformas de infraestructura que permitan evitar un próximo evento de este tipo). El descuido del sector público es otro de los puntos que Levy Yeyati y Novaro abordan desde las páginas del libro.
La discusión sobre las correcciones que la segunda Cristina anuncia con la sintonía fina y por qué se abandonan es importante para entender la situación actual, sostiene y amplía: Tiene que ver con las dificultades para corregir las malas políticas de asignación de recursos en infraestructura y energía: cuando se intenta hacer algo, se ve que son tan costosas que se terminan abandonando.
Pero, también, tiene que ver con el agotamiento de las tasas chinas. Hoy, el kirchnerismo vuelca todos sus recursos al consumo. Es una economía que no crece, que no puede invertir, que no compite pero que logra mantenerse en una meseta de consumo relativamente alto, comenta Novaro. Y las i-nundaciones, por caso, pusieron de manifiesto este concepto donde impera el modelo de bienestar privado pero malestar público: La gente tenía electrodomésticos muy modernos. El Gobierno puso todo para que la gente se comprara la tele pero no invirtió en la infraestructura que rodea lo público y que garantiza el bienestar. Hay barrios donde las calles y los desagües son un desastre pero la gente llega a su casa y tiene el plasma y el aire acondicionado. Este proyecto político enriqueció a los productores de bienes de consumo durables y perjudicó a los servicios públicos, concluye. z weFicha* Título: Vamos por todo. Las 10 decisiones más polémicas del modelo
* Autores: Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro
* Sello: Sudamericana
* Páginas: 416
* Primera edición: marzo de 2013
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