Crisis de confianza en una Argentina a contramano

Los índices de credibilidad en las instituciones se recuperan a nivel global, sin embargo la Argentina exhibe una caída generalizada en la percepción del Gobierno, las empresas, los medios y las ONGs. El diagnóstico surge de una prestigiosa encuesta global que destaca la oportunidad de liderazgo para los ejecutivos ante la falta de garantías en la política.

A contramano. Mientras en el resto del mundo los niveles de credibilidad de los gobiernos, las empresas, los medios de comunicación y las ONGs se recuperan luego de años aciagos marcados por la crisis económica y el descontento social, la Argentina se destaca por un declive en sus índices de confianza.
El diagnóstico surge del Trustbarometer 2013, el estudio más imporante sobre confianza en las instituciones a nivel global, que produce la consultora Edelman desde hace 13 años. El prestigioso trabajo, que se presentó en el Foro Económico Mundial de Davos y al que El Cronista WE accedió en forma exclusiva, cuenta con la participación de 31.000 encuestados de 26 países. Entre los seleccionados de América latina, aparecen sólamente Brasil, México y la Argentina.
Luego de un 2012 marcado por el escepticismo y la falta de credibilidad en las instituciones, según el informe, el índice de confianza global aumentó de 51 a 57 puntos durante el último año. El puntaje surge de un promedio del nivel de confiabilidad de cada país en cuatro categorías: gobiernos, empresas, medios y organizaciones del tercer sector.
Los resultados indican que China (80 puntos), Singapur (76), India (71) y México (68) aparecen como los países más confiables, según la percepción de sus propios habitantes, mientras que Alemania (55) y Francia (54) son las dos naciones que más evolucionaron respecto a 2012, con +16 y +14 respectivamente.
Frente a la suba generalizada de la credibilidad, la Argentina es el único país que muestra una merma en sus indicadores. Con un desempeño de -9 respecto al año anterior, alcanza un puntaje total de 45, sólo por delante de España, Turquía, Japón y Rusia. El estudio refleja que durante el último año la confianza se recuperó en el mundo. Pero la Argentina es el único país que cayó en las cuatro variables que analizamos, destaca Allan McCrea Steele, presidente y CEO de Edelman Argentina, en diálogo con WE.
Un repaso por los indicadores locales permite ver que el arco político se lleva la peor parte. La confianza de los argentinos en sus gobiernos cae del 36% en 2012 al 19% en 2013. Cabe señalar que, en promedio, los mercados emergentes muestran una evolución en este aspecto: subieron de 44% al 56%.
Entre las razones que esgrimieron los encuestados para desconfiar del gobierno, más de la mitad señaló que se debía a las decisiones políticas equivocadas y a la corrupción o al fraude. En tanto que la falta de transparencia, la falta de regulación y controles y la incompetencia completan la lista.
Si la confianza en el gobierno como institución es de por sí escasa, el panorama para sus funcionarios luce aún más pobre: sólo un 7% de los encuestados cree que los líderes políticos dicen la verdad. La cifra es de las más bajas si se la compara con el promedio global, que alcanza el 13%. En tanto, los académicos figuran a la cabeza entre los referentes locales más confiables.

Oportunidad empresaria

En sintonía con la política local, el mundo corporativo tampoco ofrece mayores garantías para los argentinos. La encuesta de Edelman revela que la confianza en las empresas cayó del 57% al 52% en el último año.
Pero, si bien este declive se contrapone con la tendencia global (los mercados emergentes ostentan hoy un promedio de 70% y los desarrollados un 55%), el sector corporativo sale bien parado en la comparación con el político. En la Argentina, la brecha histórica entre negocios y gobierno alcanzó su punto máximo desde que hacemos el informe, señala Mc Crea Steele respecto a la diferencia de 33 puntos porcentuales entre ambos indicadores de confianza.
Una de las grandes conclusiones a nivel global es que por primera vez las empresas tienen las licencias para liderar. Es una oportunidad para los ejecutivos ante la crisis de liderazgo, agrega. En 16 de los 26 mercados, las empresas generan más confianza que el gobierno.
El relevamiento sector por sector en la Argentina muestra caídas en todos los rubros, según se desprende de la comparación interanual. Las luces rojas se posan, sobre todo, en los servicios financieros y los bancos, que tocaron su piso histórico en 2013, con un 33% y un 36% respectivamente. Aún en baja, los sectores de tecnología (81%), automotriz (72%) y alimentos y bebidas (70%) siguen siendo los más creíbles para los argentinos.
Algunas curiosidades: la confianza en la industria energética, en un año signado por la nacionalización de YPF, se desplomó. Pasó del 56% al 48%. En tanto, la percepción de los medios de comunicación, en plena guerra entre el Grupo Clarín y el kirchnerismo por la aplicación de la Ley de Medios, cayó del 49% al 47%. A nivel global, la recuperación de la reputación de los medios está vinculada a la diversificación de opciones y la amplia cobertura de escándalos.
Por estos pagos, los medios tradicionales siguen inspirando mayor confiabilidad, con un 64%. Eso sí, el creciente escepticismo y la dispersión de la audiencia requiere de una mayor repetición: el 64% señaló que necesita escuchar la información sobre una empresa de 3 a 5 veces para confiar en sus mensajes.

Liderazgo bajo la lupa

Las organizaciones del tercer sector siguen siendo las instituciones que generan más confianza a nivel global. El 88% de los mercados relevados por el Trustbarometer 2013 tienen un nivel de confianza en las ONGs superior al 50%. En la Argentina, si bien cayó con respecto a 2012, esa cifra se ubica en torno al 66%.La ONG hoy en la Argentina es el último de los mohicanos. Es la reserva moral que le queda a la sociedad en muchos casos. El último refugio, retrata el CEO de Edelman Argentina.
La crisis de confianza que atraviesan las instituciones impacta de lleno en sus líderes, quienes a su vez con con su accionar parecen retroalimentar el escepticismo de la sociedad.
Según el estudio, la mayoría de los 26 mercados relevados muestra a los funcionarios de gobierno y a los líderes empresarios por debajo del 50% en cuanto a credibilidad. En el caso puntual de la Argentina, la mirada sobre el CEO (52%) es mucho más benévola que la que recae sobre el funcionario (18%).
A la hora de reconstruir esa percepción, el estudio señala cómo evolucionaron los atributos que pueden llevar a una mejoría. Si en la encuesta de 2008 los conductores de confianza eran más bien operativos -como ser el desempeño financiero, por ejemlo-, en la actual edición son definitivamente sociales: se valora el compromiso, la integridad y el propósito en el accionar.
Respecto a la falta de liderazgo, McCrea Steele concluye: Tenemos que entender que la confianza es el capital más volátil que tienen las instituciones y sus líderes. z we

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