El gobierno niega racionamiento de energía para 2013

El gobierno brasileño volvió a negar los rumores que advierten sobre el riesgo de que el país enfrente un nuevo racionamiento de energía en 2013. El ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, enfatizó que Brasil cuenta con un stock de energía suficiente y alternativas a las que puede recurrir para atravesar el período de sequía en las cuencas de los ríos que alimentan los depósitos de las principales hidroeléctricas.
Al abrir la entrevista concedida a la prensa, el ministro destacó que no fue una emergencia el encuentro del Comité de Seguimiento del Sector Eléctrico (CMSE). En la reunión, prevaleció la idea de que el país está en condiciones de atender todas nuestras necesidades, expresó Lobao.
Otro tema que incomodó al gobierno se relaciona con el alto costo de las centrales térmicas que están funcionando a todo vapor para compensar la baja generación de las hidroeléctricas. El ministro reafirmó que preservará integralmente el descuento promedio en las cuentas de luz, programado para febrero, garantizado gracias al corte de la remuneración a las eléctricas con la renovación de los contratos de concesión por otros 30 años y el corte de los encargos en el sector previsto en la ordenanza 579/2012. Esta reducción tendrá lugar a partir del próximo mes. No es algo menor, será de 20%, dijo.
Lobao afirmó que en los próximos meses se recompondrán los niveles adecuados de los reservorios. A partir de enero lloverá en todo el país, dijo el ministro, que destacó que Brasil dispone de más de 100.000 megawatts (MW) de capacidad de generación.
Durante la entrevista, Lobao garantizó que ninguna caída en la oferta de la energía eléctrica afectará a la industria. Negó que haya problemas con la escasez de gas natural en el país, tanto para la atención de la industria que utiliza el producto como insumo en la producción como para las térmicas en la demanda por generación de energía. El ministro no consideró las declaraciones que indican que hay una transferencia de la industria hacia las térmicas de parte del gas utilizado en el país.
El director general del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), Hermes Chipp, se sumó a los intentos de calmar los ánimos acerca de los riegos de racionamiento y una suba repentina de las cuentas de luz. Amenizó el impacto de los envíos de las centrales térmicas sobre el precio de la energía. El mayor costo para el consumidor sería el desabastecimiento, dijo al defender una de las premisas del modelo que prevé accionar el uso de la generación más cara cuando no hubiera agua suficiente en los reservorios.
Chipp dijo que, en caso de que se confirmen las previsiones de los institutos meteorológicos, se reducirán los envíos desde térmicas en el país antes de final de abril. Al gobierno no le preocupa por ahora la falta de lluvias en el nordeste del país, agregó.
A lo largo de este año, el país podrá continuar utilizando las centrales térmicas, lo que representaría un gasto adicional de R$ 400 millones mensuales, en promedio. Ese valor se transfiere al consumidor, lo que puede resultar en un aumento de la energía en torno de 2% a 3% al final de este año, según Chipp.
El funcionario reconoció que se pueden tomar medidas para minimizar el costo de las térmicas. Sin brindar detalles, dijo que la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) analizará alternativas para prorratear ese gasto.
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