CON PER ODOS DE GLORIA Y DE DESAZÓN

Un siglo de lucha porla industria argentina

El sindicato de obreros navales cumple 100 años de vida. Sus trabajadores son la savia de un sector vital para la economía nacional.

El Sindicato Argentino de Obreros Navales (Saon). Cumple un siglo de vida. A lo largo de su historia, la entidad gremial conoció tiempos de gloria y de desazón para una industria que vital para el desarrollo económico de un país.

"Los dirigentes sindicales tienen que tener una gran vocación de servicio para asumir la defensa de los intereses de los trabajadores y el compromiso de la construcción de una Argentina con pleno empleo y justicia social. Nuestro anhelo es ver flamear la bandera argentina en buques construidos en astilleros argentinos navegando por nuestro litoral fluvial y marítimo con tripulante argentinos", dijo a Transport & Cargo Juan Speroni, secretario general del Saon.

En la década del 80, a los 19 años, Speroni inició su carrera laboral en la industria naval en la provincia de Corrientes En plena dictadura militar, se pide en asamblea la aplicación del convenio colectivo de trabajo que por entonces no estaba vigente.

Con la vuelta a la democracia, la lista Rosa encabezada por Cayo Ayala obtiene un triunfo abrumador a nivel nacional y Juan Speroni hace lo propio en la seccional Corrientes.

"Estuve al frente de la seccional Corrientes durante tres mandatos consecutivos. Nos fuimos preparando en todas la responsabilidades que forman parte de una orgánica sindical. Este protagonismo llevo a que me designaran como secretario adjunto de nuestro sindicato acompañando al compañero Cayo Ayala. Vaya mi reconocimiento y respeto a muchos compañeros que ya no están con nosotros pero que dejaron una impronta en nuestra organización sindical. En la culminación del año 2015 e inicios del 2016 los trabajadores me designaron como secretario general", destacó Speroni

A juicio del gremialista, "la crisis en la industria naval comienza en la última etapa de la década del 80 que tiene correlato con el golpe financiero que genera una híper inflación en el gobierno de Raúl Alfonsín. Este escenario anticipaba lo que vendría en los 90, los decretos 17/72 y el decreto 817 que conjuntamente con una serie de leyes marcan el camino de la destrucción de la industria naval argentina y de los grandes astilleros como Alianza, Mestrina, Sanym, Astarsa y cientos de unidades productivas".

Caída

En un sector que tenía veinte mil trabajadores de alta especialidad en apenas dos años quedaban apenas un poco más de mil. Hubo resistencia del Saon en todos los frentes con tomas de astilleros, talleres y movilizaciones, pero no alcanzó para modificar la situación de un proceso político y económico que destruyó la actividad industrial.

"Tras la explosión de 2001, nuevamente el peronismo empieza a reformular un proyecto contrapuesto a lo hecho en la década anterior con un Estado dispuesto a imponer las condiciones para planificar el desarrollo del país. Se desarrolla un modelo importante en términos de la defensa de los intereses de los trabajadores, defensa del mercado interno, y el salario de los argentinos. El país quedo en una situación mucho mejor. Que faltaron cosas no hay dudas pero lo hecho fue altamente positivo", aseguró el secretario general del Saon.

Desde el Sindicato siguen de cerca el proceso de sanción de las leyes de marina mercante e industria naval que ya tienen media sanción en senadores.

"Hay sectores que tienen asumido que la mejor ley es la que no existe y ellos pelearán en contra de estos proyectos que son necesarios para que aprovechemos el inmenso capital que implica el litoral fluvial y marítimo de nuestro país y la paulatina recuperación de los u$s 5.000 millones en flete de los cuales hoy no queda un solo peso en la Argentina. Tenemos que demostrar la capacidad necesaria para conciliar posiciones y armonizar criterios porque el trabajo es lo más sagrado que tiene una nación", destacó Juan Speroni.

Conquistas obtenidas

Lo primero que tenemos que recordar cuando hablamos de logros es que en nuestro sector cayó una bomba atómica con la destrucción de astilleros y talleres navales. Nuestra lucha fue como generar condiciones para competir en un mercado que nos era absolutamente adverso. Por eso trabajamos para tener una matriz productiva para poder competir en el mercado regional e internacional pero como lo decimos siempre no se puede competir con los barcos usados que vienen del exterior. El aspecto de la formación en el oficio fue otro tema central, había que reinstaurar el oficio ante lo cual este ha sido un tema fundamental cumpliéndose este objetivo", resaltó Juan Speroni, secretario general del Saon.

El gremialista destacó que "mantuvimos la estructura sindical en todos los lugares donde existe un trabajador naval. Hemos conseguido tener una nueva sede sindical en Mar del Plata donde tenemos la sede social y la mutual en un lindo espacio para desarrollar la tarea. También pudimos hacer un camping con recursos propios en Mar del Plata y poner en valor el de Burzaco que hemos recuperado. Otro tema fue la lucha en las paritarias para mantener el poder adquisitivo de nuestros salarios, cosa que se pone nuevamente en dudas".

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