Un Presupuesto al servicio del país

JUAN CARLOS SCHMID (*)

Una vez más la oposición en Argentina elige el camino cortoplacista, donde impera la mezquindad por encima del bien común. Esa decisión política se enlaza con una lógica de continuidad ideológica que tiene raíces en el programa diseñado por Martínez de Hoz.

Dejar sin presupuesto al Gobierno Nacional no paraliza la gestión, pero, es un acto de soberbia política, tanto como de despreocupación social. El Presupuesto representa, de igual manera, la demanda social que emerge de abajo hacia arriba y estructura, al mismo tiempo, el programa económico que en este contexto necesita imperiosamente recostarse sobre la producción, el desarrollo y la integración social.

La decisión política de vaciar de recursos al Estado es lo mismo que hicieron sus agentes cuando gobernaron el país en el período 2015-2019. De nuevo se eligió sostener posiciones de privilegios, confundiendo la puja política, con la desestructuración del Estado.

Esta política, ya se sabe, ha tenido un efecto devastador para la industria naval, así como fue letal para el desarrollo de las vías navegables y la industria fluvio marítima. Entonces se vuelve a poner en jaque a un sector que sufre permanentemente los vaivenes de la coyuntura autóctona. No se termina de asumir que el área requiere de políticas públicas de carácter permanente.

De cara al futuro cercano se abren nuevos interrogantes sobre el impacto que tendrá este daño infligido por la oposición a la economía del Estado. Es cierto que existen antecedentes recientes que demuestran que se puede seguir gobernando sin Presupuesto. De ello no cabe duda. También es sabido que, a partir de allí diversos sectores, que históricamente abrevaron en las aguas densas de la exclusión lo aprovechan para intentar obtener ventajas.

Uno de los mayores interrogantes se cierne sobre un proyecto ambicioso y necesario como lo es el Proyecto Canal de Navegación Magdalena, antes que nada, porque en torno a él se configura un importante y trascendente mapa de generación de empleo digno y valor geopolítico.

Independientemente de las discusiones abiertas sobre el dragado, lo real y concreto es que la construcción del Canal anima el debate sobre la situación del comercio exterior y el rol del Estado en las vías navegables, así como expone la imperiosa necesidad de retomar el impulso para la gestación de la flota mercante nacional.

Esta construcción, demandará ejecutar una matriz de conocimiento para poner en valor la escala de infraestructura que se torna indispensable para el desarrollo del Canal. Basta con consultar el Informe final de la Audiencia Pública Ambiental por la construcción del Canal Magdalena, demandado por la autoridad de aplicación a partir del lanzamiento de la construcción del mismo. El Ministerio de Transporte, que encabeza Alexis Guerrera, tiene en estudio dicho informe donde se da cuenta de la capacidad de estructura de conocimiento necesaria para darle cuerpo a la obra.

Recientemente el balizador 562B de la armadora estatal fue devuelto debido al fin de la concesión. Reiteramos que el Estado tiene que dotarlo de recursos para realizar el señalamiento del Río Uruguay.

En la misma línea nuestra Organización ha propuesto que el sistema troncal de Santa Fe al Norte sea ejecutado por una empresa nacional para volver a acumular el conocimiento específico y dotar de vida a los distritos de Rosario, Paraná y Corrientes.

Por ello, la "no" aprobación del Presupuesto va más allá de la apariencia de la disputa política que se presenta a la opinión pública. Deja al desnudo las intenciones de la oposición de hoy, que fue gobierno ayer: Desfinanciar al Estado, sostener el marco actual de Injusticia Social, frenar el desarrollo, sustraer a la Argentina de cualquier proyecto emancipador sustentado en la producción industrial y el rol del Estado.

(*) Secretario general de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA)