Palabra de CEO

Bimbo quiere aprovechar el boom del desayuno para crecer en la Argentina

El nuevo número uno de la firma, Gastón Lo Russo, ve en esta tendencia una gran oportunidad al igual que el cambio hacia una alimentación más saludable. Sus planes.

Gastón Lo Russo fue otro de los número uno que asumieron la dirección de una nueva empresa en plena pandemia. En su caso, además del cambio de compañía, el nuevo puesto significaba liderar en un nuevo sector que representaba su vuelta al consumo masivo luego de pasar por unos años por el negocio del vino en Finca Flichman.

Y más allá de lo profesional, en lo personal su entrada a Bimbo fue la confirmación de una decisión tomada a fines de 2015: volver a vivir en la Argentina luego de trabajar en el exterior (en Estados Unidos, México, Chile y Suiza) por un largo período de 15 años.

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Tras asumir en Bimbo, liderar en pandemia no fue lo más difícil que tuvo que hacer. En mayo y tras el incendio de la planta de San Fernando, una de las cinco que tenía la empresa en el país, tuvo que tomar la decisión de cerrar definitivamente la fábrica que empleaba a 300 personas y salir de la categoría de congelados, una de las que más había sufrido durante la cuarentena.

Durante la entrevista, que el ejecutivo hizo desde oficinas prestadas porque Bimbo está remodelando totalmente las suyas, en San Fernando, para recibir nuevamente a sus empleados en un formato híbrido, Lo Russo utilizó repetidas veces dos palabras: oportunidad y rentabilidad. La oportunidad enorme de crecimiento que para él tiene el negocio en la Argentina y la rentabilidad, que es el desafío más grande para hacer esa realidad posible.

-El año pasado uno de los negocios que más había caído era el de restaurantes, ¿cómo están hoy?

-Sí, con el cierre de los restaurantes en la primera etapa de la pandemia hubo un bajón en ese negocio. Pero también hubo un lado positivo. Con la pandemia el argentino revalorizó el desayuno, con el encierro y más tiempo comenzó a desayunar mejor en un país que acostumbraba a hacerlo más bien liviano. Eso logró compensar en parte la caída en ventas por la división de restaurantes.

-Compensar en parte...

-Sí, el mercado de pan de molde está creciendo según Nielsen alrededor del 10%. La parte de bollería (panes de hamburguesas y panchos) sí tuvo una caída que fue más brusca al principio y que se está recuperando aunque aún no está en los niveles pre pandemia y pensamos que va a tardar un poco.

-¿Por qué? Los restaurantes están abriendo...

-Es un tema más de costumbre. Este tipo de restaurantes no son abiertos, con jardines o terrazas. Son lugares más cerrados y están tardando un poco más en recuperar su caudal normal de consumidores.

Lo Russo volvió a la Argentina en 2015 

-¿Qué expectativas tienen para este año?

-Las expectativas son muy buenas porque te conté una de las dos tendencias. La otra es que mucha gente compraba el pan suelto en la panadería. Nosotros si bien tenemos una participación de mercado casi del 50% en pan de molde, si uno lo mide en panificado total es menos del 5%, es exactamente el 4,6%. Porqué tan poco porque el argentino históricamente estuvo acostumbrado a comprar el pan en la panadería.

Marcas líderes nuestras como el plan blanco Fargo solo llega al 5% de los hogares. La penetración de hogares de panes de molde es muy baja pero eso es una oportunidad enorme a futuro. Son hábitos que no cambian de un día para otro pero la pandemia ayudó a acelerar el cambio y el pan de molde creció un 10% por esas dos causas: la revalorización del desayuno y, la otra, que da una sensación de mayor seguridad al estar envasado y no abierto.

Una de las avenidas de crecimiento es apostar a esta nueva tendencia, ahora hay toda otra avenida de crecimiento que es la de alimentos saludables. Está habiendo cambios muy importantes y empieza por los jóvenes que introducen esos cambios más rápido. Hay estamos trabajando fuerte en innovación y nuevos productos para este segmento.

-¿Van a haber nuevos lanzamientos?

-Sí. En países desarrollados estas tendencias son más fuertes o comenzaron antes. Entonces, sí la compañía tiene otras marcas que queremos desarrollar acá para el mercado argentino.

-¿Por ejemplo?

-Panes más sanos, con un perfil más saludable. Y en la división de dulces con la marca Valente aunque no es la única, también habrán novedades. Además, tenemos una marca que importamos, Salmas, que es sin gluten.

Creo que van a haber cambios grandes en la dieta de los argentinos hacia productos cada vez más saludables. Ya lo estamos viendo.

-¿Y en congelado ya no van a estar más?

-No, lamentablemente. En mayo de este año se incendió la planta de San Fernando donde fabricábamos estos productos. Es una pena para la compañía porque era una planta en la que se había invertido mucho dinero (NdR: en 2018, Bimbo invirtió $ 600 millones para ampliar su planta de San Fernando y así exportar a países de la región) y también ahí había una oportunidad de crecimiento importante.

-¿Y van a importar estos productos?

-No. No vamos a participar más de la categoría. Porque a costo argentino exportar sí era una oportunidad pero traer de afuera no conviene. Tenía potencial, por eso se había invertido en la planta, pero todavía era chica.

-¿Qué productos exportan?

-Panificados y dulces (budines, madalenas, pan dulce) especialmente en las fiestas.

-¿Qué porcentaje?

-Es poco. No llega al 5% y ahí tenemos otra oportunidad de crecimiento.

-¿Y en capacidad podrían exportar?

-Sí, en esa división, dulces, por ejemplo, tenemos capacidad.

-¿Cómo esperan terminar el año?

-Todavía debajo de los números pre pandemia.

-El año pasado estaban, en promedio, un 12% abajo...

-El problema más que el volumen es la rentabilidad. La compañía está produciendo casi a máxima capacidad en panificados. Con lo cual la oportunidad es invertir probablemente en mayor capacidad productiva. Incluso para exportar panificados.

-¿En la planta de Pilar?

-Podría ser en la planta de Pilar que es la más grande. Panificado hacemos en tres plantas: Córdoba, Pilar y en Villa Tesei que hacemos bollería.

-¿Hay planes concretos?

-Estamos estudiando incrementar capacidad y estamos viendo oportunidades. No hay planes que se puedan decir hoy. Pero habría que hacer inversiones. Bimbo es una compañía que ha invertido muchísimo dinero en la Argentina. En los últimos cinco años fueron más de u$s 100 millones que es un número muy importante.

-Hablaste de rentabilidad... ¿es complicado tener productos con control de precios?

-Sí, es complicado porque los costos suben todos los meses y el precio está congelado.

-¿Cuál es el costo que hoy más te sube?

-Todos: harina, packaging, mano de obra obviamente. Y si, los costos aumentan mucho más que los precios y perdés rentabilidad. Pero creo que eso no es novedoso para ninguna empresa.

-¿Por eso la necesidad de exportar?

-Sí, exportar o ampliar capacidad productiva y tratar de crecer. La verdad que soy optimista con la oportunidad que tiene la compañía a futuro. Son marcas muy queridas. Estamos haciendo el relanzamiento de la marca Fargo, icónica para el país.

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