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Cuáles son las razones para preocuparse por la inflación en Estados Unidos

Tanto la política monetaria como la fiscal son, según los parámetros históricos, tremendamente expansivas

El aumento de la inflación anual minorista a 4,2% en Estados Unidos fue una sorpresa. ¿Pero es una buena razón para entrar en pánico? Obviamente no, porque lo explican factores especiales. 

Siempre fue así: cuando la inflación empieza a subir, siempre hay factores especiales que pueden explicarla. Pero, en realidad, el gran motivo de preocupación no es lo que está ocurriendo ahora, sino las fuerzas políticas en juego.

Naturalmente, las fuerzas económicas condicionan esas decisiones políticas. Y esas fuerzas actualmente son bastante confusas. 

La sorprendente alza de los precios al consumidor se produjo después de un informe sobre el empleo inesperadamente débil. 

El mes pasado, Estados Unidos agregó sólo 266.000 puestos de trabajo, mientras que la tasa de desempleo subió a 6,1%. 

El mes pasado, Estados Unidos agregó sólo 266.000 puestos de trabajo

La explicación obvia es que se trata de la recuperación de una recesión sin precedentes, impulsada no por el aumento de la demanda, sino por el bloqueo de la oferta.

Goldman Sachs señala que las causas inmediatas de ese salto están en los viajes y los servicios relacionados con los mismos, donde los precios están subiendo desde niveles deprimidos, y en algunos bienes, donde el aumento de la demanda pos pandemia provocó escasez y cuellos de botella temporales.

Jason Furman, del Instituto Peterson de Economía Internacional, señala también que en abril el empleo aún estaba 10 millones de puestos de trabajo por debajo de la tendencia pre pandemia, aunque la tasa de puestos vacantes fue mayor en febrero de 2021 que en cualquier otro mes desde 2001

¿Cómo responderá la Fed ante el salto de la inflación en Estados Unidos?

Una vez más, esto sugiere que persiste la disrupción pos pandemia de la oferta de trabajo. Un sobresalto sin precedentes inevitablemente hace que los datos sean difíciles de interpretar y el comportamiento difícil de predecir.

Esta incertidumbre se aplica también a los precios de las materias primas, que dieron un gran salto. Pero los precios no están tan elevados en comparación con los valores históricos y se ubican muy por debajo de los picos anteriores.

Mientras tanto, la "tasa de equilibrio" -la diferencia entre el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. convencionales y los indexados a la inflación- subió fuertemente, aunque todavía a sólo el 2,5% para la deuda a 10 años. Esto indica un alza en las expectativas inflacionarias y preocupación por los riesgos de inflación

La inflación puede impedir una recuperación histórica de los EE.UU.

John Authers, de Bloomberg, señala que los pronósticos de los consumidores y de los profesionales especializados en el tema también han aumentado, ya que los primeros prevén una inflación cercana a 6% y los segundos 3% para el próximo año.

Sería razonable concluir que las expectativas de inflación están subiendo. Pero, en los niveles actuales no preocupa demasiado a la Reserva Federal, ya que, tal como dijo el presidente de la Fed, Jay Powell, el pasado agosto, "buscaremos que la inflación promedie el 2% con el transcurso del tiempo".

El presidente de la Reserva Federal Jay Powell  dijo el pasado agosto: "buscaremos que la inflación promedie el 2% con el transcurso del tiempo".

Por lo tanto, después de los períodos en que la inflación se mantuvo por debajo de 2%, la política monetaria adecuada probablemente apunte a una inflación moderadamente superior a 2% durante algún tiempo." 

Dado que la inflación cayó por debajo del objetivo en un total acumulado de 5 puntos porcentuales desde 2007, esto podría justificar, digamos, una inflación de 3% durante cinco años, antes de volver al 2%.

Por lo tanto, ¿deberíamos mantener la calma, sabiendo que el desempeño a corto plazo refleja la imprevisibilidad pospandémica, mientras que las mayores expectativas inflacionarias son justamente lo que ordenó la Fed? Sí, hasta cierto punto. La verdadera preocupación es más profunda y a más largo plazo.

En primer lugar, tanto las políticas monetaria como la fiscal son, según los parámetros históricos, tremendamente expansivas, con tasas de interés cercanas a cero, un crecimiento monetario excepcional y enormes déficits fiscales, aunque el FMI sugiere que la economía estadounidense crecerá por encima de su potencial este año.

En segundo lugar, hay mucho ahorro privado a la espera de volcarse al consumo y seguramente un gran deseo de volver a la vida normal. Quizá no van a ser los "locos años 2020", pero podrían ser mucho más dinámicos económicamente de lo que la mayoría supone.

En tercer lugar, aunque entiendo por qué la Fed cambió su marco monetario, no estoy convencido de que sea una buena idea. Significa conducir mirando por el espejo retrovisor. Seguramente sería mejor aprender de experiencias anteriores cómo funciona la economía en vez de intentar compensar directamente los errores históricos. En particular, el nuevo marco crea incertidumbre sobre cómo pretende la Fed compensar las deficiencias del pasado.

Cuarto y más importante, la política ha cambiado. Hay que tener al menos 60 años para haber experimentado inflación alta y luego desinflación siendo un adulto. El gobierno y buena parte del sector privado tienen enormes deudas y planes de endeudamiento

El gobierno de Joe Biden está decidido a garantizar que esta recuperación no repita la decepción de la anterior.

El gobierno de Joe Biden está decidido a garantizar que esta recuperación no repita la decepción de la anterior. El mercado de valores tiene un precio más que generoso según los estándares históricos, con fenómenos de burbuja por todas partes. 

Las doctrinas de la "teoría monetaria moderna" también influyen mucho. Todo eso fortaleció los grupos de lobby a favor del dinero barato y de los grandes déficits fiscales, y ha debilitado a los que promueven la prudencia.

Teniendo en cuenta todo esto, las dudas sobre la Fed son razonables. Sabemos que es políticamente más fácil ablandar que endurecer la política monetaria. En este momento, esto último va a ser especialmente impopular. 

Sin embargo, si un banco central no retira el alcohol antes de que la fiesta se anime demasiado, tiene que quitársela a la gente que se hizo adicta a la bebida. Eso es doloroso: hace falta un Paul Volcker.

Según Janet Yellen, la Fed podría subir las tasas para evitar el "sobrecalentamiento"

Milton Friedman decía que "la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario". En eso estaba equivocado: la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno político. 

La pregunta es si las sociedades quieren inflación baja. Hoy es razonable dudar de eso. También es razonable dudar de que las fuerzas desinflacionarias de las últimas tres décadas actúen ahora con tanta fuerza. 

Es difícil creer que estas políticas monetarias de emergencia deban continuar durante años, como piensan muchos en la Fed. Yo dudo incluso que deban continuar ahora.

Traducción: Mariana Oriolo

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