Crisis en Brasil

Bolsonaro, acorralado por la pandemia que él mismo subestimó

El avance de la segunda ola deja cifras récords de víctimas en el país (se calcula que más de 66.000 personas murieron en el marzo) y genera desgastes en el gobierno brasileño

Son momentos difíciles para el presidente Jair Bolsonaro: su mal manejo del coronavirus que derivó no sólo en una tragedia humana (las cifras de muertes diarias ya rozan las 4000), pero también le generó una crisis autoinfligida con sectores del congreso y las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

La salida de Fernando Azevedo e Silva -al que Bolsonaro apartó por su negativa a involucrar a las FF.AA. en las políticas del gobierno, y reemplazó por Walter Braga Netto, su exjefe de gabinete y uno de sus ministros más leales- derivó en la renuncia de la cúpula completa de las FF.AA., un hito sin precedentes en Brasil.

Bolsonaro perdió la pulseada para imponer a sus propios candidatos al frente de las fuerzas, y el gobierno terminó consensuando militares de carrera -Paulo Sérgio Nogueira (Ejército), Almir Garnier (Armada) y Baptista Junior (Fuerza Aérea)- en vez de subalternos posiblemente más permeables a la presidencia.

Bolsonaro cambia para agradar al Congreso y reafirmar su autoridad sobre las Fuerzas Armadas

Paradójicamente, fue Nogueira -uno de los generales con más antigüedad en el Ejército, que hasta la semana pasada se desempeñaba como jefe del Departamento de Personal General- quien desencadenó la salida de Azevedo de Defensa. El comandante explicó en una entrevista qué medidas tomaba el Ejército para contener el virus en la fuerza: distanciamiento social, uso de barbijos y otras pautas que Bolsonaro desestimó sistemáticamente. El presidente que Nogueira fuera sancionado pero Azevedo se negó y finalmente tuvo que renunciar a su puesto.

Mientras tanto, en algunas regiones la pandemia ha colapsado el Sistema Único de Salud (SUS). Excepto por dos estados, en la mayoría la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) supera el 80%, y en San Pablo al menos unas 232 personas murieron esperando una cama.

En 19 capitales, la ocupación de UCI supera el 90%. En San Pablo, 232 personas murieron a la espera de una cama

Por el coronavirus ya murieron 331.433 personas y a las cepas de Manaos (P.1) y la de Rio, ahora se suma una nueva cepa de San Pablo, similar a la cepa sudafricana.

Sin barbijo, la semana pasada Bolsonaro repitió: "Tenemos dos enemigos, el virus y el desempleo. Es una realidad. No es quedándonos en casa que vamos a solucionar este problema". Paradójicamente, el discurso fue hecho durante el lanzamiento del comité de coordinación nacional para la pandemia, que él mismo lidera.

Crisis en Brasil: qué hay detrás de la renuncia de la cúpula de las Fuerzas Armadas 

Según el Instituto Brasileño de Estadística y Geografía (IBGE), el desempleo en el trimestre móvil que va de noviembre a enero cerró en 14,2% (que equivale a unas 14,3 millones de personas) cerca del récord de 14,6% registrado en septiembre de 2020. Y eso es antes de que el caos de la segunda ola de Covid-19 forzara a los gobernadores a imponer medidas de restricción.

Mientras las ambulancias, con los pacientes adentro, se amontonan afuera de los hospitales porque algunos ya no aceptan enfermos, Bolsonaro sostiene su retórica 'anti-cuarentena'. El mandatario cree que una nueva retracción de la economía perjudicaría sus chances de reelección en 2022, especialmente ahora que Lula da Silva tendría el camino prácticamente allanado para competir.

La relación de Bolsonaro con el congreso brasileño y las Fuerzas Armadas se agravó el último mes 

Esta semana, el gobierno comenzará la primera entrega de un nuevo bono de asistencia (u$s 44 promedio por cuatro meses), bastante menor que los ‘coronavouchers' de 2020 (u$s 107 por seis meses, que después se redujeron a la mitad), y aun así es probable que los estragos de la pandemia exijan un mayor esfuerzo fiscal.

Sin embargo, Bolsonaro cuenta con un menor margen de maniobra este año -en 2020, Brasil inyectó el 8,3% de su PBI para contener las secuelas económicas- y el Tesoro ya advirtió que el presupuesto 2021 amenaza la estabilidad fiscal. Antes, el Instituto Fiscal Independiente había alertado que el gobierno se encaminaba a romper el techo fiscal (garantizado por una ley que obliga a que el gasto no exceda la inflación del año anterior) de u$s 6800 millones.

Brasil anota un nuevo récord: 3780 muertos y 84.490 nuevos casos en 24 horas

Mientras tanto, la inflación y la deuda siguen creciendo. En febrero, el endeudamiento del gobierno brasileño subió a un máximo histórico de 90% del PBI, mientras que el déficit primario del sector público fue de u$s 2000, según datos del banco central.

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