Cuándo hay que incorporar un abogado a la empresa

Para tomar esta decisión, se debería considerar la industria a la que pertenece la compañía, el nivel de conflictividad o el volumen de su negocio. Según especialistas, el perfil que requiere una pyme, en líneas generales, es el de un abogado versátil y generalista.

La pregunta sobre la conveniencia de incorporar a un abogado en una pyme tiene, como pasa con buena parte del derecho, una única respuesta: depende.

"La decisión debe ser tomada considerando el sueldo del abogado interno versus el importe a abonar a un profesional o estudio externo. Entran a tallar allí diversos factores, como la especialidad y la cantidad de las consultas que la pyme habitualmente realiza", señala Sebastián Borthwick, socio de RCTZZ Abogados.

Juan Astibia, socio fundador de MODO Law, reconoce que para tomar esta decisión debería llevarse a cabo un análisis que considere no sólo la industria a la que pertenece la compañía, el nivel de conflictividad o el volumen de su negocio, sino también el rol que debería asumir el abogado interno y el servicio recibido por parte de los asesores externos. A partir de ello, agrega, el auténtico desafío pasa por encontrar el equilibrio entre las necesidades legales y los costos involucrados.

Según Gerardo Martínez Grijalba, name partner de Martínez Grijalba & Nosti, para responder sobre la conveniencia de tener un abogado interno hay que determinar la naturaleza de los asuntos que la empresa pretende que resuelva. También hay que considerar la cantidad de personal. "Como hoy la conflictividad laboral es muy alta, puede ser valioso que sea un profesional del derecho quien gestione el área de recursos humanos", justifica.

"En un caso como éste, un abogado junior con cierta experiencia en estudios de mediana envergadura puede satisfacer tales necesidades, sumando, además, soluciones a cuestiones legales comerciales y administrativas" arriesga Martínez Grijalba.

 

Perfiles y derivaciones

 

El perfil que requiere una pyme, en líneas generales, es el de un abogado versátil, generalista, que pueda asesorar en los diversos temas que se le presenten, con énfasis en los laborales y contractuales, señala Borthwick. "La necesidad y el perfil del abogado interno dependen en gran medida de la industria", agrega.

Es probable que incluso cuando se haya contratado a un in house, los temas que requieran de una especialidad concreta sean delegados en un estudio externo.

"Cada vez somos más los estudios que brindamos servicios in house. De esta manera, el abogado externo asume el rol de gerente legal de la compañía con la visión puesta en el negocio, ayudando a planificar y administrar los riesgos, con costos fijos y previsibles", media Astibia.

Esta modalidad, señala, resulta muy útil especialmente para Pymes que no cuentan con equipos de abogados internos, pero que no quieren descuidar la gestión de los asuntos legales.

Martínez Grijalba coincide en la opción de contratar a un estudio mediano o pequeño, que ofrezca un servicio personalizado y se meta en la organización. "Para ello puede ser una buena alternativa pedirle como parte del servicio, una reunión semanal o quincenal en la empresa. Conocer al cliente es clave para un mejor servicio, y nada mejor que conocer el movimiento de la empresa con contacto fluido", apunta.

Además, comparte que incluso habiendo abogado interno, lo ideal es que haya soporte de uno externo para dar perspectiva. "Muchas veces el abogado interno pierde casuística y estadística de conflictos y sus soluciones judiciales y legales, y a veces queda demasiado inmerso en cuestiones de su empresa", explica.

El socio de RCTZZ rescata que el carácter personalista de las pymes llevará seguramente al abogado interno a tener una relación directa y constante con el titular de la empresa; así, el contexto podría estar dado para que el empresario encuentre en él a un ladero que lo asesore en todos y cada uno de los aspectos de su negocio, transformando el costo de su contratación en una inversión muy valiosa".

 

Reclutamiento

 

"En términos generales, las pymes no suelen incorporar abogados internos ya que el costo no lo justifica. Suelen contratar los servicios de estudios jurídicos medianos o pequeños como proveedores externos", reconoce Mariano Hazaña, director de Laward, firma de recursos humanos para abogados.

Con recientes selecciones de abogados para empresas medianas de servicios y de gastronomía, el especialista señala que los motivos que consideraron los clientes fueron la alta litigiosidad, mayormente laboral, lo que hace conveniente incorporarlos, o fuertes políticas de expansión, con franquicias nacionales e internacionales.

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