No es qué, es cuándo y cómo

Pasada la poca incertidumbre del resultado electoral, ahora comienza a crecer nuevamente la incertidumbre económica. Está más que claro que el actual manejo de la política macroeconómica no puede continuar, o al menos no debería continuar si quieren obtener distintos resultados. Para ver esto tengamos en cuenta algunos números (Ver cuadro):
Estos son algunos datos de la macroeconomía cuando la Presidente ganó las elecciones en octubre del 2011 y los valores actuales, tan solo 24 meses después.
Como se puede ver en esta extensa lista, todos los indicadores macroeconómicos están peor que hace dos años de una manera más que significativa. Pero lo más preocupante es su tendencia a empeorar. Porque desajustes en economía se producen todo el tiempo, el problema es si se toman medidas para solucionarlos o al menos para reducir su impacto o sencillamente se los ignora subestimando sus consecuencias negativas.Más de lo mismoMuchos se preguntan qué hará el gobierno en términos económicos ya que se necesitan algunas medidas que comiencen a revertir el sistemático deterioro de estas variables.
En principio, la respuesta más evidente es que hará más de lo mismo.
Es que los equipos económicos son como los directores técnicos de fútbol. Ellos tienen su forma de ver el juego, de dar instrucciones a sus jugadores, su propia estrategia. Si a un presidente de un club de fútbol no le gusta cómo está jugando el equipo, lo más probable no es que le pida al DT que cambie su forma de ver el juego y su estilo, tiene poco sentido hacerlo. Si quiere cambiar, hay que cambiar al DT.
En economía pasa lo mismo. Moreno no va a hacer nada distinto de lo que sabe hacer y de lo que cree que hay que hacer. ¿Por qué habría de cambiar si con su visión se ha convertido en el hombre fuerte de economía desde el 2007? Esto se aplica a todos los miembros del gabinete.
En la historia argentina, todo plan integral luego de un fracaso económico que se traduce en fracaso político viene precedido de un cambio en el Ministerio de Economía.
Este gobierno no se caracteriza por los cambios de gabinete, no obstante el ministerio que más cambios tuvo, fue el de Economía. Así que si es por promedio, se trata de un cambio posible.Cuándo y cómoResulta claro que las medidas por venir deberían tener como objetivo conseguir dólares, dado que se trata del bien escaso en la economía de hoy. Pero para esto se deberían tomar decisiones que incluyen mejorar la competitividad, bajar la inflación, reducir el déficit fiscal, promover inversiones en energía, cerrar la brecha cambiaria, etc.
Se trata de lo que hay que hacer. La pregunta es cuándo y cómo.
Cuándo: Difícilmente antes que reasuma sus funciones la Presidente de la Nación. Es poco probable que veamos al ministro Lorenzino con su gabinete atrás anunciando medidas económicas con el respaldo del Vicepresidente. No es una foto que hoy podamos imaginar.
Pero tampoco habrá un giro copernicano. Por lo tanto las medidas que vengan van a ser de más controles y restricciones, algunas también contradictorias. Medidas que darán más para hablar en los medios que para resolver problemas reales.
Las nuevas restricciones y controles van a generar mal humor y, con menor poder político, lo más probable es que se impongan más normas desde la teoría pero que nunca lleguen a cumplirse. Pongamos por ejemplo que se defina alguna nueva restricción al uso de tarjetas al exterior previo a las vacaciones de verano. No es difícil pensar el mal humor que va a generar, no solo en la población, sino que la reacción de los candidatos ganadores de la última elección deberá ser contraria a este tipo de medidas.
Cómo: por lo tanto las medidas serán parciales y descoordinadas hasta que finalmente se anuncie un plan integral, previo la asunción de un nuevo equipo económico. Pero para esto falta que la economía se complique aún más.
No será un cambio por convicción, sino por debilidad y necesidad, por lo que va a tardar varios meses en llegar. En el medio, existirán las oportunidades financieras que toda inestabilidad macroeconómica genera.
La clase media seguirá comprando autos y pasajes y la clase más baja tratando que la inflación no le siga comiendo el bolsillo, ya que los aumentos salariales terminaron y los precios siguen subiendo. Es por ello que los reclamos de alguna bonificación a fin de año para los trabajadores irán tomando forma.
Por lo tanto, por ahora todo seguirá más o menos igual. Una economía con bajo crecimiento, sin generar empleo y con cada vez mayores e intensos desequilibrios.
Noticias de tu interés