Cerveza artesanal

Se unen dos fabricantes argentinos para crear una nueva marca

Dos compañías cerveceras de socios amigos anunciaron su unión para crear Bambú, una nueva marca artesanal. Dónde funcionará la fábrica y cuántos ingresos esperan obtener en 2023

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Dos empresas de cerveza artesanal se unieron para crear Bambú, una nueva marca con la que apuntan a ampliar el consumo de esta bebida, que ganó popularidad en la Argentina en los últimos años y ahora enfrenta una caída de las ventas.

En el universo corporativo, y sobre todo de las pymes, son más frecuentes las separaciones de socios. Pero también se dan procesos de fusiones. Así es que las firmas Corrales Viejos y Fe anunciaron su unión para fundar este nuevo jugador. 

Con una inversión inicial de u$s 50.000, la fábrica de Bambú tendrá su sede en Lanús, provincia de Buenos Aires. La planta cuenta con un bloque de cocción de 1500 litros semi-automatizado, fermentadores de 3000 litros, una enlatadora contrapresión, un horno para etiquetado con mangas termocontraíbles y un laboratorio para control de calidad y propagación de levadura. 

En cuanto a su capacidad de producción, la instalación permitirá elaborar 30.000 litros mensuales de seis estilos fijos, más otros que irán rotando. Se conseguirán en la Capital Federal y la zona sur del conurbano bonaerense: además de Lanús, estarán en bares, vinotecas, cervetecas y espacios culturales de Berazategui, Avellaneda, Banfield, Lomas de Zamora y Guernica. Y pronto, llegarán a las zonas oeste y norte. 

Por ahora, no tendrán presencia en supermercados ni almacenes, sino que el foco estará puesto en tiendas especializadas y ocasiones de consumo puntuales, en un contexto en el que crece la demanda de productos premium y entry-premium, que representan más del 20% del volumen.

La planta de Bambú permitirá elaborar 30.000 litros mensuales de seis estilos fijos, más otros que irán rotando. 

La premisa es hacer cervezas respetando la historia y el origen de cada estilo, tomando algunos de los más tradicionales de distintas partes del mundo, para así tener un portfolio lo más variado posible, con el fin de que cada uno cumpla con las expectativas del consumidor. Así, se dividirán en "de línea" y "especiales o estacionales".

Bambú prever cerrar 2023 con ingresos por $ 40 millones en un mercado que mueve aproximadamente el 3,5% del volumen total de cerveza que se comercializa en la Argentina: de un total de 2000 millones de litros, el segmento artesanal representa un estimado de 73 millones. Hoy, el consumo nacional es de 45 litros anuales por persona, por debajo del promedio de América del Sur como región, donde llega a 60. 

Contexto desafiante para la cerveza artesanal en 2023

El lanzamiento de la marca se da en un contexto desafiante, en el que se enfría el consumo y faltan insumos. Después de un 2022 en el que se vendieron un 4,5% más de botellas que en 2021, según la consultora Claves Información Competitiva, las ventas mermaron en el arranque de 2023, pese a que se ampliaron los canales de consumo y se normalizó el funcionamiento de los comercios tras la pandemia.

Para la consultora, el sector debe resolver inconvenientes vinculados con las importaciones de materias primas para seguir creciendo. Esta limitación de productos podría encarecer los precios de la categoría premium. De por sí, la cerveza tributa impuestos internos que acrecientan su valor en góndola hasta un 52,4%. Otro posible impacto sería el achique del segmento a compradores de mayor poder adquisitivo.

Un 40% de los productores de cerveza enfrentan faltantes de lúpulo y un porcentaje similar asegura que hay escasez de malta y botellas de vidrio.

El año inició con dificultades en la importación de lúpulo. Aunque se produce en Río Negro y el Bolsón, cubre apenas el 15% la demanda, por lo que se importa mayormente. "El lúpulo es lo que más falta.Como pyme y creativos que somos, para resolverlo nos juntamos con tres o cuatro cervecerías y hacemos una compra todos juntos", explicaron desde Bambú.

Según la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina, un 40% de los productores enfrentan faltantes de este insumo fundamental. Un porcentaje similar asegura que, además, hay escasez de malta y botellas de vidrio. De no resolverse el problema, corre riesgo de desaparecer la IPA. 

Otra cara de la moneda es que si bien el producto terminado 'made in Argentina' es valorado en el exterior, solamente un 5% de los pequeños y medianos fabricantes exportan. Influyen la incapacidad de ampliar su producción por dificultades en el sistema de exportación e inconvenientes en la distribución vinculados a la refrigeración y de la cerveza.

Los antecedentes de la cerveza artesanal Bambú

"En una tormenta de ideas, surgió el nombré Bambú, el nombre de la playa de Tailandia donde le propuse a Damián -'Manteca' para los amigos- empezar a hacer birra artesanal. El objetivo es ser una de las 10 mejores marcas del sector", comentó Ignacio Antognolli, socio de Damián Martínez, ambos, dueños de Corrales Viejos.

Esta firma nació en 2016 como un proyecto de dos amigos en el garaje de la casa de uno de ellos en Parque Patricios. Empezaron con un bloque de cocción de 50 litros, con un consumo familiar que luego se trasladó a espacios culturales. Ante la buena recepción, se sumaron como socios dos amigos y el padre de uno de ellos: Iván Carroll, Gonzalo Mancebo y Santiago Antognolli. 

La nueva marca de cerveza artesanal Bambú prever cerrar 2023 con ingresos por $ 40 millones.

El equipo quedó conformado por conocidos que compartieron buena parte de sus vidas en un club de Valentín Alsina, donde se forjó su amistad. Un año después de esta sociedad, se convirtieron en una micro cervecería, con la fábrica de Lanús, donde fueron creciendo y profesionalizándose. Con una de sus cervezas ganaron cinco medallas. En ese camino, cuando buscaban un crecimiento mayor, se encontraron con Fe.

Esta empresa pertenece a los hermanos Romero, familia que, con experiencia en el rubro metalúrgico, encaró un emprendimiento de cerveza artesanal en pleno boom del rubro en 2018. A través de sus conocimientos, montaron una micro cervecería fabricando gran parte de la maquinaria ellos mismos en Lanús. Lograron también un reconocimiento con una medalla de oro.

Tiempo después, Bruno, uno de los hermanos Romero, se relacionó con Corrales Viejos en los Estados Unidos. Luego de tres años siendo colegas, haciendo cervezas colaborativas y forjando una relación, acordaron aunar esfuerzos y aprovechar las ventajas competitivas para dar saltos de capacidad productiva y de calidad. Así nació Bambú.

El mercado local de cerveza artesanal no registraba una unión de estas características desde hace muchos años.

El mercado local de cerveza artesanal no registraba una unión de estas características desde hace muchos años. La marca está liderada por seis ejecutivos: Damián Martínez e Ignacio Antognolli, los dueños de Corrales Viejos; sus socios que se sumaron más tarde a esta empresa -el padre de Ignacio, Santiago Antognolli junto con Iván Carroll y Gonzalo Mancebo; y Damián Romero, de Fe.

"Apuntamos a un público joven, que busca siempre lo nuevo y lo diferente, que no se conforma con la clásica cerveza artesanal, le divierte probar nuevos sabores y no se queda en lo ya conocido", explicó Ignacio Antognolli, que será headbrewer de Bambú. Tras la fusión, la marca involucrará a más de 15 puestos de trabajo directos e indirectos.

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