Quién es Quién

Cuando lo único constante es el cambio

Hace apenas un año, Martín Guzmán era Ministro de Economía. Hacía pocos días que había cerrado el acuerdo con el FMI. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas se esmeraba por difundir datos y estadísticas, y enumerar anuncios de inversión para mostrar que "la reactivación no se detiene". Sergio Massa presidía la Cámara de Diputados. Poltrona desde la cual ejerció muñeca para aprobar el acuerdo con el Fondo. Algo más de 12 meses más tarde, está sentado en la silla eléctrica de la que se eyectó Guzmán y que, también, consumió a Silvina Batakis, la breve sucesora -tres semanas- del discípulo de Stiglitz. Y, desde la cual, Massa comprueba que la reactivación que proclamaba Kulfas se desacelera a una velocidad inversamente proporcional a la que gana la inflación.

El Secretario de Comercio, Matías Tombolini, culpa a formadores, almacenes y supermercados chinos de no cumplir con los acuerdos de precios. La misma alquimia a la que, un año atrás, con éxito similar, recurría Roberto Feletti, ocupante de su oficina entre octubre de 2021 y mayo de 2022. Menos tiempo que Feletti estuvo su sucesor, Guillermo Hang: 44 días. Mucho menos, el reemplazante: Martín Pollera, 23. Consecuencia de la tragedia griega en el Palacio de Hacienda, tres semanas en las que el dólar libre, que había trepado a $ 280 tras la ida de Guzmán, tocó los $ 350 en la corta gestión Batakis. La inflación, que había sido de 5,4% en junio, saltó a 7,4% en julio. En estos días, el índice de precios de marzo fue del 7,7% y el dólar blue tomaba envión para cruzar el umbral de los $ 450.

El FMI flexibilizó algunas de las condiciones del acuerdo. El inversor que aterrice hoy a continuar alguna gestión iniciada antaño tendrá otros interlocutores. Si es un asunto industrial, José Ignacio de Mendiguren en vez de Kulfas, si no llegó a tratarlo luego con Daniel Scioli. Y, así, cada raviol del organigrama económico.

El repaso sirve para ilustrar cuán dinámica es la Argentina, donde 365 días pueden equivaler a una década de otro país. El vértigo de las variables se refleja en sus protagonistas. Algo similar ocurre en el mundo corporativo, donde cambios globales, decisiones regionales o, simplemente, reestructuraciones locales hacen que CEO, directores y gerentes cambien de tarjeta con mucha más frecuencia. Sumado a lo que dejó la pandemia, combustible adicional a la rotación del mercado local.

Muchas veces, el éxito de un negocio depende de tratar con la persona indicada. Por eso, El Cronista ofrece esta nueva edición del Quién es Quién, con la información clave de más de 600 organizaciones que operan en el país. Una herramienta imprescindible, en una economía en la que lo único constante es el cambio.

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