Una empresa de Silicon Valley vino a la Argentina a buscar más ingenieros

Mule Soft tiene su base en California pero abrirá un centro de desarrollo en Buenos Aires. Valuada en u$s 1500 millones, tendrá 250 empleados en su sede porteña

La estadounidense Mule Soft es una de las pocas que logró entrar a la selecta lista de empresas unicornio del mundo, que incluye a los emprendimientos de alto riesgo con menos de 10 años de vida y un valor de mercado de más de u$s 1000 millones.

Con base en San Francisco, California, se especializa en la integración de aplicaciones, datos y dispositivos para grandes compañías y hoy es reconocida como una de las estrellas de Silicon Valley. Sin embargo, su centro de desarrollo y la mayor parte de sus ingenieros se encuentran basados en Buenos Aires.

"Comenzamos como un emprendimiento open source con 15 desarrolladores de todo el mundo. Y cuando nos enviaron los contratos de trabajos nos dimos cuenta que dos de ellos eran de la ciudad de La Plata. Eran muy buenos y por eso comenzamos a buscar más ingenieros en La Plata y en Buenos Aires. Y descubrimos que las escuelas y universidades técnicas aquí son fantásticas y que los argentinos resolvían muy bien los problemas y de forma muy creativa", destacó Ross Mason, el emprendedor inglés que fundó la compañía en 2006. De visita en la ciudad, no disimuló su entusiasmo a la hora de hablar del talento del equipo local: "Las mejores ideas salen de la oficina de Buenos Aires. Es como haber ganado la lotería".

Hoy, Mule Soft está valuada en más de u$s 1500 millones, tiene cerca de 1000 empresas clientes con gigantes como Coca-Cola, Accenture, GE, eBay y Cisco más de u$s 100 millones en ventas y 650 empleados a nivel global. En el último año, sus ingresos crecieron casi un 100 por ciento.

En las oficinas de Buenos Aires trabajan unas 130 personas, un 70% de ellos ingenieros, que se dedican a resolver problemas complejos para grandes multinacionales. Sin embargo, el lugar ya les quedó chico: en los próximas días se mudarán a Puerto Madero, y ampliarán su plantel hasta llegar a unos 250 empleados. "Estamos contratando todo el tiempo. Buenos Aires es muy importante para nuestro éxito y vamos a continuar invirtiendo en el mercado y en la gente. La oficina de Buenos Aires no es un lugar desde donde se entrega el software a las empresas. Lo que se hace acá es construirlo", destacó Mason. Para la elección de Buenos Aires también fue clave la zona horaria, que permite la comunicación en tiempo real con los Estados unidos durante el horario laboral.

Entre sus políticas de Recursos Humanos se destacan las "vacaciones ilimitadas" y el rechazo del home-office. "Todo el tiempo estamos resolviendo problemas muy importantes, con muchos puntos de entrada, y los ingenieros son más eficientes cuando trabajan juntos", explicó Mason. Además desde el momento del ingreso a la compañía, todos los empleados tienen acceso a acciones. "Nuestros equipos son propietarios de los productos que desarrollan", enfatizó el fundador de Mule Soft.

Para favorecer la integración y el trabajo en equipo, cada año la compañia reúne a todos sus empleados que provienen de 12 ciudades diferentes en un meet up de una semana en San Diego, California. En ese tiempo, la oficina porteña cierra sus puertas y queda desierta, ya que el viaje incluye a todos los empleados sin excepción, desde el jefe de ingenieros hasta la recepcionista.

A nivel local, la empresa tiene varios programas para captar talentos. Entre ellos, pasantías para estudiantes universitarios y una academia de formación.

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