Sólo la mitad de las mujeres argentinas tiene empleo

La tasa de participación laboral de los varones es 79% mientras que la de las mujeres es de 56 por ciento. La brecha de género en el acceso al mercado de trabajo es mucho más grande que en los países desarrollados.

Para las mujeres argentinas acceder al mercado laboral sigue siendo más difícil que para los hombres. De acuerdo a un informe realizado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), sólo la mitad de las mujeres en edad activa tienen una ocupación. El estudio está basado en información publicada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Indec sobre población entre 15 y 64 años de edad, en edad de participar en el mercado de trabajo.


Entre sus conclusiones, se destaca que en la Argentina, la tasa de participación laboral de los varones es 79% mientras que la de las mujeres es de 56%. En los países desarrollados, en tanto, la tasa de participación laboral de los varones en ese mismo tramo etario es de 80% y la de las mujeres es de 71%.


"Es decir que, mientras los varones tienen similares tasas de participación, entre las mujeres se observa una marcada diferencia de 15 puntos porcentuales", destacó el estudio de Idesa. "Estos datos muestran que la inactividad laboral entre las mujeres es mayor que entre los hombres pero la brecha de género en el acceso al mercado de trabajo es mucho más grande en Argentina que en los países desarrollados", agregó.


De acuerdo a la investigación, si sólo el 56% de las mujeres participa del mercado laboral y además un 8% de ellas no consigue empleo se encuentran desempleadas, sólo la mitad de las mujeres en edad activa tienen una ocupación. "Esta situación genera roles familiares y sociales muy desiguales entre el varón y la mujer en muchos hogares. La dependencia económica contribuye a favorecer la tolerancia a los comportamientos violentos", señaló.


Para los especialistas, la inactividad laboral generalmente se origina en la deserción educativa temprana, antes de terminar la secundaria. Luego, se consolida cuando no se trabaja durante la juventud y se tienen hijos a edad temprana. Finalmente, se "solidifica" pasados los 30 años de edad: con bajos niveles de educación y sin experiencia laboral, las probabilidades de conseguir un empleo de calidad son muy remotas. Crece así la posibilidad de que la mujer tenga que depender económicamente de un tercero.


Según otra encuesta publicada este año con el nombre "Mujer y trabajo en la Ciudad de Buenos Aires", editada por la Legislatura Porteña y la Universidad Abierta Interamericana, el 68,2% de las mujeres considera que tener hijos resulta un impedimento a la hora de conseguir empleo.


"La sociedad se manifestó con contundencia a través de la campaña #NiUnaMenos. Aunque el énfasis estuvo puesto en mejorar los sistemas de represión y de asistencia a las víctimas, para prevenir la violencia de género es fundamental el rediseño de las políticas educativa, laboral y asistencial. Promoviendo que las mujeres tengan la oportunidad de conseguir un empleo de calidad se aumenta su independencia, su poder de decisión y su autoestima y, por esa vía, la capacidad efectiva de rechazo a los actos de violencia", explicaron desde Idesa.

El 3 de junio pasado, una multitudinaria convocatoria reunió a más de 150.000 personas en la Plaza Congreso con el lema #NiUnaMenos y con el reclamo de que se pongan en práctica herramientas para frenar los casos de violencia contra las mujeres y los femicidios.


Además de atender a estos reclamos, desde Idesa también proponen como forma de evitar actos de violencia contra las mujeres la necesidad de realizar cambios en las instituciones educativas, laborales y de asistencia social con el fin de tender puentes para que todas las mujeres accedan a un empleo de calidad, tal como ocurre en los países desarrollados.

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