

La impresión de los billetes de
$ 100 no es el único negocio con el Estado nacional que la ex Ciccone persigue por estos días de la mano del enigmático Alejandro Vandenbroele y su polémico fondo inversor The Old Fund, todos investigados por la Justicia, entre otros delitos, por el de lavado de dinero.
La empresa también quiere quedarse con la impresión de las chapas patentes para autos. Se trata de un contrato que involucra una cifra de entre u$s 10 millones y u$s 15 millones que salen de las arcas oficiales.
En realidad, la ex Ciccone, hoy bajo la denominación social de Compañía de Valores Sudamericana (CVS), insiste en quedarse con este negocio ya que es la tercera vez que se presenta a la licitación convocada por la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara). Los otros dos llamados se llevaron a cabo a principios de año y a fines de abril. Pero a pesar de que en la primera convocatoria, la ex Ciccone resultó ganadora, ambas fueron suspendidas por los organizadores debido a inconsistencias en las presentaciones de los oferentes y a la situación que atraviesa la imprenta de Vandenbroele, hombre investigado por la Justicia por sus presuntas vinculaciones con el vicepresidente Amado Boudou.
Y mas allá de que la historia judicial que involucra a este empresario, a la ex Ciccone y a Boudou sigue su curso de la mano del juez Ariel Lijo, ayer Acara decidió, de todos modos, abrir los sobres de esta tercera convocatoria.
Al igual que en las anteriores, además de la imprenta de Vandenbroele, se presentaron otras dos empresas: la UTE entre Erich UTSCH y Dakodra; y Erich UTSCH Sudamericana, propiedad de un grupo alemán y en donde la local Boldt posee el 49% de las acciones.
Boldt es la firma que, según Boudou, forma parte de una mafia integrada también por medios y miembros de la Justicia que buscarían perjudicarlo.
De lo que pudo reconstruir El Cronista, el precio más bajo para esta nueva licitación habría sido el ofertado precisamente por la firma vinculada a Boldt, con u$s 9,40 por unidad. El segundo valor más bajo fue el de Erich UTSCH-Dakodra, con u$s 9,87, mientras que la ex Ciccone ofertó u$s 10,80 por cada patente a ser confeccionada.
Teniendo en cuenta que la ganadora debe imprimir un millón de cédulas y patentes de autos y motos, la diferencia entre la oferta más barata y la más cara (de la ex Ciccone) son algo así como u$s 1,4 millones.
Además, la propuesta de la ex Ciccone tendría ciertas fallas que la invalidarían. No habría presentado el pago de aportes patronales en la AnSeS, sus balances son negativos y no posee certificación fiscal para contratar vigentes al no tener al día el pago de sus impuestos.
Si bien Acara es el organismo que libra la orden de pago del contrato, el Ministerio de Justicia debe autorizar la licitación y su titular, Julio Alak, ponerle su firma al convenio.
El funcionario aun no tomó una decisión respecto a ese expediente, aunque en el mercado se preguntan si habrá una cuarta convocatoria, teniendo en cuenta que la ganadora sería la propuesta de Boldt y recordando la insistencia por parte de ciertos sectores del Gobierno por favorecer con nuevos contratos a la ex Ciccone.
De hecho, las fuentes recuerdan que la anterior licitación fue suspendida y Acara debió suspender la convocatoria que finalmente se concretó ayer.
El Cronista intentó conversar con Acara, pero hasta el cierre de esta nota nadie de la entidad empresarial respondió al llamado de este medio.









