Bebidas alcohólicas, desde hoy con veda publicitaria en las calles porteñas

Desde hoy, sólo podrá haber avisos si el 75% del espacio es ocupado por advertencias sobre riesgos del consumo abusivo. La norma fue aprobada tras la tragedia de Time Warp. Las bodegas iniciaron acciones judiciales para excluir al vino, por ser bebida nacional por ley

Hoy comienza a regir en la ciudad de Buenos Aires la prohibición de publicitar marcas de bebidas con alcohol en la vía pública. La Ley 5708, aprobada por la Legislatura porteña en noviembre y reglamentada en enero, busca prevenir el consumo abusivo de alcohol y evitar las adicciones.

Se podrá seguir publicitando en otros medios que no sean vía pública, como gráfica o radios, y también en los estadios de fútbol, por ejemplo.

La norma contempla una excepción: sólo se podrá promocionar una marca en vía pública si el 75% del espacio del aviso es ocupado por frases que adviertan sobre los riesgos del consumo excesivo o en ciertas circunstancias, como al manejar o al estar embarazada. El 25% restante puede incluir el nombre o logo de la marca.

Su sanción, en realidad, es consecuencia de la tragedia en la fiesta Time Warp, donde murieron cinco jóvenes por consumir drogas sintéticas, ante la falta de suministro de agua y de control por parte de las autoridades.

La medida, aprobada en la Legislatura el 24 de noviembre pasado, justo el mismo día en que en la Argentina se celebra al vino como Bebida Nacional, generó numerosas críticas del sector vitivinícola, que presentó acciones ante la Justicia federal para reclamar su inconstitucionalidad, por entrar en conflicto con leyes nacionales, y ante la Justicia porteña.

Las bodegas reclaman que el vino sea exceptuado de la medida, ya que se trata de un producto declarado Bebida Nacional, por decreto presidencial (2010) y como ley nacional (la 26.870) en el Congreso (2013). Consideran que esa ley eleva al vino como producto cultural, alimento, elemento de la identidad y vehículo de la proyección internacional de la Argentina.

Y argumentan que también entra en contradicción con la Ley nacional 25.849, que en 2004 dio origen a la Corporación Vitivinícola (Coviar), como entidad pública no estatal para coordinar el Plan Estratégico Vitivinícola 2020 (PEVI), que entre otros objetivos busca impulsar el consumo interno de vino.

Aseguran, además, que el 90% del vino se consume en el hogar y sólo un 8% restante en restaurantes y que la publicidad del vino en general apunta a esos ámbitos de consumo y a beber con moderación.

"Estamos trabajando contrarreloj desde lo legal, con las dos acciones presentadas; tuvimos charlas formales con el Gobierno porteño, a través de Fernando Straface (secretario general de Gobierno), para adecuar la reglamentación de la ley, en función de que el vino es la Bebida Nacional, un alimento que forma parte de la identidad argentina. Pero por ahora no llegamos a buen puerto", explicó Carlos Fiochetta, gerente General de la Coviar.

"El Gobierno porteño avanzó en considerar a la publicidad genérica, que hace el sector en conjunto, sin mencionar empresas, pero quedó limitada a nivel marcas", agregó. De hecho, lograron un avance parcial: que las publicidades genéricas, como las del Vino como Bebida Nacional y las que apuntan a promocionar degustaciones, catas, ferias gastronómicas y a difundir las características culturales asociadas a la producción, elaboración y consumo sean exceptuadas y pueden realizarse. Pero no así las que incluyan marcas.

En las acciones judiciales, a nivel federal el juez se declaró incompetente, algo que fue apelado por las bodegas (por entrar en contradicción con leyes nacionales); y aún esperan alguna resolución de la Justicia porteña. "Por un lado, el Gobierno porteño nos convoca para trabajar juntos en posicionar a Buenos Aires como polo gastronómico internacional; nos apoya en festejos como los del Malbec, y por otro nos prohibe la publicidad, poniendo al vino al nivel de otras bebidas alcohólicas", se lamentó Fiochetta.

Por su parte, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola (UVA), una de las cámaras del sector, destacó que "el gobierno porteño no mostró voluntad política en corregir la ley". Y explicó que los gobernadores de las provincias productoras se están involucrando en el tema para interceder. "El conflicto sigue vivo, resta ver si llegamos a una solución por vía judicial o por voluntad política", explicó Villanueva.

Algunas autoridades porteñas, como el vicejefe del Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, se habían manifestado en contra de la ley y habían prometido interceder para excluir al vino de la medida. Pero en el sector aseguran que "se lavó las manos".
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