Agustín Pichot: "Llegamos a la NBA del rugby"

El excapitán de los Pumas fue el impulsor de un trabajo que culminó con la inserción definitiva del seleccionado local en la elite de la disciplina. La visión de un apasionado dentro y fuera de la cancha.

El sol invernal se filtra suavemente por la ventana que mira al Río de la Plata en las oficinas de Pegsa -Pichot Entertaiment Group - en el bajo de Martínez: en ese rincón reciclado de la vieja estación Anchorena del Tren de la Costa, Agustín Pichot tiene su productora integral, que abarca desde la generación de contenidos de televisión hasta todo lo relacionado al marketing y la publicidad. Una usina que funciona al ritmo de su inquieto dueño.

El excapitán del equipo de los Pumas que mayores glorias cosechó - tercer puesto en el Mundial de Francia 2007, tras derrotar al anfitrión en dos oportunidades- acaba de concretar el pase del año, que no es precisamente el de un jugador: Gregg Peters, CEO de Sanzar (la exitosa asociación entre Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia que organiza el Rugby Championship y el Súper Rugby) aceptó el desafío de Pichot y se transformó en el nuevo gerente de la Unión Argentina de Rugby (UAR). "Estoy feliz que haya aceptado, nos va a ayudar a crecer y seguir fortaleciendo este proyecto", comparte en un mano a mano exclusivo.
 



Ficha, como le dicen los amigos, recuerda qué ocurría hace 10 años: "Nos decían que no digamos viaticados, cuando cobrábamos $ 1.000 por mes por jugar en los Pumas. Fue muy difícil explicar qué tenía que ser profesional y qué había que cuidar, como el amateurismo en los clubes, que no se modificó ni se va a cambiar tampoco", aclara.

Después de la RWC 2007, el número 9 de la Argentina fue invitado por la World Rugby a un encuentro junto a Richie McCaw -todavía hoy, capitán de los All Blacks y considerado el mejor tercera línea del mundo- junto a las 96 personalidades más influyentes del rugby mundial, los países miembros del Tier 1 y dirigentes de todo el planeta: "Había que ubicar a los Pumas en una competencia anual, con el calendario como primer obstáculo. La lógica era jugar en el seis Naciones de Europa, con el problema de la logística si tenían que venir hasta acá, pero con todos nuestros jugadores en clubes de allá. La IRB dijo que teníamos que ir al sur, con la misma distancia en cuanto viajes, pero con los mejores y cierto sentido en cuanto a la expansión", recuerda.

Profesionalizarse

Pichot explica las primeras condiciones que impuso la Sanzar para que empiece a competir la Argentina: "Me dieron un papel así nomás, que ya hablaba de budget, de organización y de objetivos. Algo bien de empresa, inimaginable en ese momento para la UAR, que funcionaba como un club, con oficinas alquiladas en canje, un par de dirigentes fieles y una estructura chica y poco profesional, todo bien argentino".

En 2008, se reunió con Porfirio Carreras, el presidente electo en aquel entonces, y le pidió trabajar en un plan estratégico: "Mi lugar ya no estaba en la cancha, quería edificar un trabajo a largo plazo y, en 2012, queríamos tener jugadores surgidos de un plan nacional".

El exrugbier traga saliva porque hubo un arranque frenético, buscando fondos y gerenciando la estructura: "Necesitábamos u$s 10 millones por año y, a su vez, Australia pedía u$s 2 millones y medio por enfrentarlo, algo que hoy cambió. En el medio, nos meten un fraude (N. de la R.: un desfalco de $ 3 millones gastados en cheques apócrifos por empleados de la Unión), recién empezábamos y fue como una piña a la cara. Fui a explicar esto, y por suerte nos apoyaron. En aquel debut, los Pumas empataron en Mendoza con los Springboks. El tiempo, cuando vos hacés las cosas bien, te da la razón. Les pedí a todos que me enseñen, a Michael Hooper cuando lo visitaba en su casa. Una vez por mes viajaba a verlos. Los volví locos y hoy son mis amigos, fueron ocho años de viajes y aprendizaje".

El inicio en el Rugby Championship (RCH) fueron como invitados, allá por 2012: "Los derechos de TV eran de Sanzar y te daban una parte por que correspondía de América del Sur. Los tickets vendidos acá y los sponsors eran nuestros, pero todo lo manejaban ellos". En 2014, les dijo que ya eran cuatro y había que repartir en partes iguales. Se hizo un joint venture y ahora Sanzar reparte los porcentajes de la región en partes iguales.

La otra cuestión tiene que ver con la nueva franquicia, los Pumas y los jugadores que participarán. Pichot es claro: "Igual que hacen los All Blacks, los jugadores que participen del Super Rugby (SR) y RCH podrán jugar en el seleccionado nacional, en tanto los que no hayan firmado con la UAR y elijan quedarse en Europa desde 2016, no. Sería injusto con los que optaron por el Súper Rugby". Un jugador profesional gana en Europa un 30% o 40% más que en el Súper Rugby. Esa situación se empareja con la participación en la selección y los beneficios que esto conlleva.

"El tema estadio también lo estamos cambiando, se cerró un convenio con la Ciudad de Buenos Aires en Parque Sarmiento, donde jugará la franquicia, ideal para ese torneo, orientado a la familia, a las mujeres y a los chicos, con entretenimientos, con fan zone, rugby inclusivo y juegos para todos", aclara.

Objetivos a mediano plazo

Con la Argentina dentro de la elite, los Pumas seguirán utilizando el Estadio Único de La Plata, que es el más moderno del país. "Seguimos con la idea de rotar con Sudáfrica y Australia, pero el ticketing no hace la diferencia en los números, como sí ocurre con los derechos de TV", explica.
Pichot colabora con el Comité Olímpico Argentino y fue impulsor del regreso del rugby los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016, en la modalidad Seven.

"Logramos generar un equipo de trabajo en la UAR, llegamos a la NBA del rugby y conseguimos que todo eso sea sustentable, no tenemos déficit", remarca. De los 31 Pumas que eligió el Head Coach Daniel Hourcade para la RWC, 24 son contratados de la unión. Todo un logro que llevó ocho años de trabajo y no pocas luchas internas. Pichot no se detiene y ya es presidente de PARA, la asociación de rugby que une a toda América.

Incorporar a México y a los Estados Unidos, sumado al fortalecimiento de los sudamericanos, es ahora el objetivo del polifuncional dirigente, empresario y líder de esta nueva era.

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