Alertan sobre nueva estafa en el transporte público: cobran hasta 12,000 pesos por viajes en CDMX
Las víctimas enfrentan dificultades para recuperar su dinero, mientras las autoridades advierten sobre esta peligrosa modalidad de fraude en la CDMX.
Una nueva forma de estafa ha encendido las alarmas en la Ciudad de México. Delincuentes disfrazados de taxistas aprovechan el uso de terminales de pago electrónico para realizar cobros excesivos en las tarjetas bancarias de los pasajeros.
Recuperar el dinero resulta complejo para las víctimas, ya que las instituciones bancarias consideran que las transacciones fueron voluntarias al haberse introducido el NIP correctamente, lo que dificulta el proceso de reclamo.
Ante esta situación, las autoridades recomiendan a los ciudadanos estar alerta, desconfiar de cualquier situación sospechosa y preferir pagos en efectivo o mediante aplicaciones seguras para evitar caer en este tipo de fraudes.
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¿Cómo es la modalidad de estafas en el transporte público de CDM?
El modus operandi consiste en que, al finalizar el viaje, los estafadores afirman no tener cambio y sugieren pagar con tarjeta. Sin que las víctimas se den cuenta, tras ingresar el NIP, los estafadores realizan cargos muy superiores al valor del trayecto. En algunos casos, el cargo alcanza hasta los 12,000 pesos, por viajes cuyo costo real ronda los 120 a 200 pesos.
Un hombre que fue víctima de una estafa en el transporte público contó que pagó 12 mil pesos por un viaje que originalmente debía costar solo 120 pesos. En su caso, el conductor además le ofreció incluso la opción de diferir el pago a tres meses sin intereses, lo que le pareció extraño, pero no sospechó de una estafa en ese momento.
¿Qué dicen los bancos sobre esta nueva modalidad de estafa?
Las víctimas de esta nueva modalidad de estafa en el transporte público enfrentan serias dificultades para recuperar el dinero perdido. Esto se debe a que los bancos consideran que el cargo es legítimo, ya que fue autorizado mediante el ingreso del NIP de la tarjeta por parte del titular.
Incluso cuando las víctimas presentan pruebas de que fueron engañadas, las entidades financieras argumentan que, al haber introducido el código de seguridad voluntariamente, no existe motivo para revertir el cargo.
Por otro lado, las investigaciones por parte de las autoridades también se ven limitadas. La Fiscalía ha señalado que es complicado dar con los responsables, ya que los estafadores operan en vehículos sin la cromática oficial de los taxis, los que dificulta su identificación y rastreo.
Ante esta situación, las víctimas han comenzado a exigir la intervención de organismos reguladores como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), con la esperanza de que se implementen medidas de protección y regulación más estrictas para evitar que este tipo de fraudes sigan ocurriendo.