"Los jóvenes quieren generar impacto"

Scott C. Beardsley, decano de la escuela de negocios Darden de la Universidad de Virginia, revela las nuevas tendencias en educación ejecutiva y la importancia de los skills de negocios para el ámbito de la política.

Apenas unos días después de la sorpresiva elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, Scott C. Beardsley, decano de la escuela de negocios Darden de la Universidad de Virginia, se dispone a charlar en exclusiva con El Cronista sobre las nuevas tendencias de educación ejecutiva que se perfilan. "Tenemos muchos estudiantes de América latina y ofrecemos apoyo financiero completo, incluyendo préstamos. Nada de eso va a cambiar con el nuevo gobierno", aclara Beardsley, quien se unió a la institución de Virginia en 2015, luego de 26 años en McKinsey & Company, firma en la que ejerció numerosos cargos senior, incluyendo el de socio y miembro de la junta global de directores. Además de líder en educación ejecutiva y construcción de capacidades, Beardsley es experto en estrategia global y regulaciones.
"La relevancia de la educación empresarial para los políticos sucede de distintas formas. A veces, algunos políticos deciden que quieren este tipo de educación. Pero no necesariamente es la trayectoria más común", comienza Beardsley. El motivo es que la mayoría de quienes eligen hacer un MBA se lo plantean en sus 20, momento en el que ni siquiera comenzaron una carrera política profunda. "Pero la relevancia de los antecedentes empresariales para entrar a la política puede ser muy alta. Como empresario, uno está acostumbrado a pensar en las implicaciones de las decisiones sobre múltiples stakeholders. Eso también lo tiene que hacer un político", añade. En su caso, como empleado del estado de Virginia, mantiene tareas asociadas tradicionalmente al sector privado, como liderar gente, manejar un presupuesto o competir por el mejor talento.

- ¿Recomienda que un político tenga este tipo de educación?
No puedo generalizar, pero creo en el poder de la educación. Ayuda y las habilidades que uno aprende son relevantes. No significa que sea el único camino para convertirse en una persona exitosa, pero sí se aprenden más skills. Todo lo que aprendí en mi historia me ayuda a ser un mejor líder. Quizá no algo específico de cuando estudiaba ingeniería, pero sí por ejemplo el saber cómo analizar los problemas o entender algunos temas macro son útiles. Hay muy pocas desventajas frente a tener mayor educación. Soy un defensor de la educación.

- ¿Qué le exigen hoy los jóvenes al MBA?
Cada generación es distinta a la anterior. Transforman la experiencia según lo que traen al aula. Usamos el método del caso, donde la participación en clase a veces es el 50% de la nota. Los millennials quieren más elecciones, más flexibilidad, pero especialmente quieren hacer un bien en el mundo, algo que tenga significado y propósito, y trabajamos para tratar de que eso sea posible. Los jóvenes examinan las universidad y se preguntan si tienen inversiones con impacto social u oportunidades de emprender, por ejemplo. Los millennials quieren opciones y la escuela de negocios es todavía uno de los mejores creadores de elecciones.

- ¿Cómo responden a esto?
Primero, les damos las habilidades de todos los temas clásicos. Eso lo necesitan y lo esperan. Pero no es suficiente. Los preparamos para trabajar en un ambiente de trabajo en equipo, sea virtual o en persona. Aprender a pensar críticamente, cómo comunicarse de forma verbal y escrita. El método del caso implica crear una estructura lógica de argumentación frente a la clase en tiempo real. También enfatizamos la integridad, la confianza, el honor y la ética. Queremos que piensen no solo en términos de lucro, sino de impacto.

- ¿Qué se necesita para ser un buen líder?
Tienen que saber y aprender a lograr que la gente los siga. Para eso, necesitan ganarse el respeto y articular una visión. Hay que tener habilidad para motivar íntrinsecamente a la gente, conectando a un mayor propósito o misión. Por eso los líderes tienen que ser auténticos y crear un ambiente en el que la gente pueda lograr su máximo potencial.

- ¿Cómo está cambiando el MBA?
Siempre evoluciona, aunque de formas pequeñas. Cada año nos preguntamos qué parte de la currícula funciona y cuál necesita cambiar. Se usa mucha más tecnología, tanto en la forma de entregar contenido (como clases grabadas para que los alumnos vean antes) como en la llegada -1,5 millón de personas hicieron cursos nuestros en Coursera. Tenemos aprendizaje sincronizado, análisis de datos y los alumnos aprenden programación básica. El MBA evoluciona también hacia un mundo que está yendo a cada vez más datos. El MBA crece a una tasa muy lenta, pero la necesidad de educación ejecutiva lo hace más rápido.

- ¿Por qué?
Los ejecutivos vuelven a la universidad. No necesariamente por un título, pero sí a clases cortas, investigación o cursos de algunos días. Quieren actualizar sus habilidades. Las empresas y escuelas de negocios deberían trabajar más en conjunto. El aprendizaje on the job es muy relevante, pero la necesidad de actualizar las habilidades es importante también. Las corporaciones tienen que preguntarse si están mejor enseñándolo por su cuenta o aprovechando el expertise de profesores que saben cómo enseñar. Creo que es una combinación de ambos aspectos.
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