La convivencia generacional

Herramientas para mejorar la colaboración entre socios y jóvenes profesionales. Lawyers maduros y nuevos talentos opinan.

Del desencuentro absoluto al momento actual, mucho han recorrido los abogados del nuevo milenio y los estudios jurídicos en un camino tendiente al acercamiento cultural. La coincidencia, entre los empleadores, es que buscan compromiso y ofrecen amplias chances de amalgamar la vida dentro y fuera del despacho. Entre los profesionales Y, que van por experiencias, retos, buen clima y conocimiento.
Las expectativas del estudio, en cuanto a las cualidades profesionales no cambiaron, porque las demandas de los clientes no lo han hecho, aclara Javier Petrantonio, socio administrador de M. & M. Bomchil. Sin embargo, reconoce que, como las demandas de los profesionales de la generación Y son distintas, ajustaron su política: están más atentos a la necesidad de un balance más adecuado entre la vida profesional y la personal y a mantener un diálogo franco con ellos, entre varios otros parámetros.
Criterio, compromiso, habilidad para trabajar en equipo y ganas de trabajar y aprender son capacidades esenciales para noso-tros y nuestros procesos de selección están diseñados para detectar eso en las nuevas generaciones de abogados, aporta Sebastián Iribarne, socio de Marval, O'Farrell & Mairal.
Iribarne destaca que la firma dedica muchos esfuerzos, recursos y tiempo al diseño e implementación de un plan de carrera para sus profesionales, con evaluaciones periódicas. También ofrece acceso a cursos y seminarios pensados para la formación continua y el desarrollo de capacidades y competencias.
A lo largo de los años, hemos mantenido un espíritu de estudio horizontal, de puertas abiertas y de captación de talento, relata Estanislao Olmos, socio de Bruchou, Fernández Madero & Lombardi (BFM&L). La transparencia en la firma es un valor que los jóvenes valoran mucho, agrega.
Diversidad de perfiles, posibilidad de trabajo flexible y días para compensar los trabajos que demandan largas jornadas, son algunas de las políticas de BFM&L.

La voz desde la otra orilla
Con casi 30 años, uno de recibido, poca experiencia y un trabajo actual que no está relacionado con la abogacía, Pablo Marasco, egresado del Instituto Universitario de la Policía Federal y antiguo alumno del Programa de Entrenamiento para Abogados de Fores, reconoce que, si bien lo ideal es buscar un estudio con buen clima laboral, sueldo acorde a un profesional y en blanco, su búsqueda gira en torno a un estudio donde poder iniciarme, prestándole únicamente importancia a tener un sueldo aceptable: lo tomo como un medio para adquirir experiencia y poder, luego de un año, buscar otro estudio o empresa en la cual sí poder aspirar a mejores condiciones laborales.
Mariana Serra Zamora (23), alumna de la UCA próxima a recibirse, pone en la balanza otras consideraciones. En primer lugar, evalúo si el trabajo a elegir me va a reportar un aprendizaje a nivel académico, dice. Por otro lado, considera relevante tener la posibilidad constante de crecer y desarrollarse. Por último, es elemental que el clima laboral imperante sea amigable y también recibir una gratificación económica acorde con mi formación y rendimiento, señala.
Otro perfil muestra Jerónimo Lau Alberdi, estudiante avanzado en la Universidad Austral, paralegal en Badeni, Cantilo, Laplacette & Carricart. Sus inquietudes académicas, dice, fueron un factor decisivo a la hora de buscar un estudio con perfil afín, de abogados académicos. Sus expectativas laborales, en tanto, las resume en tres valores: confianza inter pares, responsabilidad y ética profesional, y excelencia.
Germán Landau, alumno de quinto año de la misma universidad, todavía no está trabajando, pero sí en la búsqueda para realizar una pasantía. El joven profesional debe ser un colaborador de los socios experienciados. Así, en base a la mutua asistencia en las tareas que requiere el ejercicio de la profesión, podrán beneficiarse tanto unos como otros de esa relación, conceptualiza, al tiempo que pone en resalto la importancia de la motivación. Muchas veces alcanza con una simple felicitación por un trabajo bien realizado para estimular el crecimiento de jóvenes profesionales, dice.
Mientras espera para defender su tesina en la Universidad de San Andrés, Juan Morganti señala: Es importante que el trabajo me obligue a pensar estratégicamente, que me saque de mi zona de confort y me permita aprender, constantemente, cosas nuevas. En su caso, cuando piensa en un ámbito laboral interesante, imagina un estudio o empresa con ganas de crecer; jefes y jefas dispuestos a exigir el máximo a sus empleados, siempre con respeto; camaradería; un sistema administrativo que permita abocarse solo a los temas propios de la profesión; fuerte inversión en capacitación y un sueldo que permita vivir holgadamente.
Graduado en la Universidad Torcuato Di Tella, Bruno Fiorino (23) privilegia a un empleador (en su caso: Mitrani, Caballero, Ojam & Ruiz Moreno) que brinde las herramientas necesarias para ejercer de manera correcta y profesional la rama del derecho que más le interesa. Creo que lo que más busca el joven abogado recién graduado es un lugar donde todos los días se aprenda mucho. No obstante, estoy casi seguro de que todo abogado joven tiene en cuenta el ambiente donde se trabajará y cómo trabajará, dice.
El estudio donde está, remarca, tiene mucho respeto por el abogado joven, una tendencia a respetar tu tiempo y tu vida privada. A.A.N.

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