Entrevista - Ettiene Sanz de Acedo, CEO de la Asociación Internacional de Marcas (INTA)

"El consumidor cambió: hoy actúa a nivel mundial"

El responsable de la INTA alerta sobre la necesidad de lograr una legislación sólida a futuro en propiedad intelectual.

Los miembros de la Asociación Internacional de Marcas (INTA, por sus siglas en inglés) son más de 6.600 organizaciones en 190 países, con una contribución al producto bruto global del orden de los u$s 12 trillones. "Nuestra misión es, a partes iguales, la defensa del titular de la marca y la defensa del consumidor", comentó Ettiene Sanz de Acedo, CEO de la entidad, en diálogo con Legales con motivo de su reciente visita al país. "Defensa del consumidor son temas de seguridad, de salud pública, etcétera, etcétera. En cuanto al titular de la marca, no olvidemos que es un derecho de propiedad, un activo intangible que implica una gran inversión y supone puestos de trabajo y el pago de impuestos al estado", enmarca.

Ante la infracción: ¿persecución legal o una respuesta educativa?
Es un todo. Si hay oferta es porque hay demanda. Tenemos que asegurarnos de que haya una legislación sólida en materia de marcas; que haya una oficina de registro que funcione bien, y que haya una judicatura que resuelva adecuadamente los procedimientos en tiempos razonables. Por otra parte, es muy importante concienciar al consumidor. Hay que explicar qué impacto tiene un producto falso. Hay estudios del Departamento de Comercio de los Estados Unidos y del Observatorio Europeo, de 2014. El del Observatorio demostraba que la propiedad industrial representa 56 millones de puestos de trabajo directo y más de 20 millones indirectos, y que la industria de marca representa aproximadamente el 40% del PBI de la UE.

Si pregunta quién tiene contenidos sin derechos en sus teléfonos móviles, el porcentaje puede que sea superior al 90%. ¿No es algo culturalmente instalado?
Sorprende ver cómo en las propias oficinas de propiedad industrial de distintos países hay una cantidad de software pirata impresionante. Sería muy importante que las propias administraciones públicas hicieran un trabajo al momento de definir sus contrataciones. Muchas veces, se hacen en función de precio y no se mira si el producto es original o falsificado. Ahí, hay un trabajo de concienciación a hacer.

En el sector privado, también están los que registran su marca, la cuidan, pero usan software trucho.
Eso tiene que ver con la conciencia de cada uno. Si esperas que se respete tu derecho de propiedad, deberías respetar el de los otros.

¿Cómo juega en este escenario el comercio electrónico?
Hoy representa un 50% del mercado en promedio. Las problemáticas son muy similares. Lo que ha cambiado es que el consumidor es mundial. Hay muchos operadores. Está el producto legal, el falsificado, la plataforma, el sistema de pago, los sistemas de envío. Lo importante es que esos operadores cumplan las reglas del juego. Nosotros, dentro del INTA, tenemos a Yahoo!, a Google, a UPS, a DHL, a MercadoLibre, a Alibaba. Se trata de trabajar colectivamente para reducir la oferta de productos falsificados.
¿Se puede hablar de diferencias entre regiones?
De país en país. Hay países mucho menos tolerantes y otros, desgraciadamente, mucho más tolerantes a la falsificación. Hay iniciativas puntuales que funcionan muy bien. La Argentina, por ejemplo, está haciendo un muy buen trabajo con la autoridad aduanera en cuanto a intentar controlar el flujo de mercaderías que ingresan y transitan por el país. La oficina de propiedad industrial hace todos los esfuerzos para que el registro sea lo más rápido posible, lo cual no quita que se pueda seguir mejorando. Ahí, lo que es importante es la colaboración entre las distintas oficinas a nivel mundial, con armonización normativa o, cuando no se puede, de prácticas. Hay, por otra parte, países que desarrollan estrategias de propiedad industrial. China, por ejemplo, tiene una estrategia. La India también. Son países que tienen mucho por hacer, pero están dando los pasos adecuados.
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