El Fisco: un antes y un después según la mirada de los tributaristas

La evaluación de los tributaristas es positiva respecto al cambio de conducción y de gestión a nivel Nación. Señalan diferencias con la administración anterior. La mirada sobre los retos pendientes.

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Al blanco o negro, al agua y al aceite, al Boca - River, parece que se le va a sumar un antagonismo más. El trato, la apertura al diálogo y la asunción del rol de servidor público de cara al contribuyente marcan una gran diferencia entre la gestión de Ricardo Echegaray y la gestión de Alberto Abad.

"La administración anterior se caracterizó por evitar algunas medidas fiscales necesarias, establecer otras innecesarias o incluso arbitrarias", juzgan los name partners Álvaro Luna Requena e Ignacio Fernández Borzese, desde la firma Luna Requena & Fernández Borzese. "También evitaron cualquier clase de injerencia sobre los poderes provinciales y municipales, alentando así el incremento de la carga fiscal", completan.

Durante los 12 años de la administración anterior, cuestiones como el ajuste por inflación impositivo, la ilegitimidad del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, el establecimiento de regímenes discriminatorios en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos y la indiscriminada aplicación de tributos municipales "no fueron parte de ninguna agenda fiscal", dicen.

Para ponerle fin a la sentencia, los abogados agregan: "Antes bien, producto de la inflación, se fue erosionando el régimen de alícuotas progresivas del Impuesto a las
Ganancias, los mínimos del Impuesto sobre los Bienes Personales, y se lidió con un incremento de alícuotas a nivel provincial y municipal que quitó todo estímulo a la inversión".

Mirando al presente, Cristian Rosso Alba, fundador del bufete Rosso Alba, Francia y Asociados, marca que la relación fisco-contribuyente se está desarrollando con un "mayor grado de juridicidad y de observancia de las normas que la rigen".

Entre las notas que ilustran el mayor apego a las reglas de derecho de la actual administración incluye a "la eliminación de los procesos arbitrarios de cancelación del CUIT, el respeto del secreto fiscal y la observancia de la garantía constitucional de igualdad ante la ley -evidenciada a través de la fiscalización uniforme de los contribuyentes y la eliminación de planes de pago selectivamente concebidos", entre otras.

A eso suma el "sinceramiento de la inflación y de sus efectos distorsivos sobre el sistema tributario", que también resultan advertidos por el nuevo Gobierno y su solución fue anticipada como parte indispensable de la agenda de la próxima reforma fiscal.

"La eliminación de impuestos distorsivos, tales como el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta y un significativo número de derechos de exportación, es indicativo de una apuesta del nuevo Gobierno en el sentido de que la recaudación provenga más de un incremento de la base imponible -por mayor actividad económica- antes que de mantener la excesiva presión fiscal heredada", redondea Rosso Alba. Con él comparte la mirada Juan Javier Negri, name partner de Negri & Pueyrredón. El cambio de gobierno, apunta, "ha producido y continúa produciendo interesantes cambios en la política fiscal".

Desde lo formal o lo micro, habla de un "evidente cambio de conducta de parte del personal encargado de atender a los contribuyentes". Obviamente, se trata de cambios sutiles, pero "cualquiera que haya tenido experiencias previas con la AFIP y luego haya iniciado o continuado trámites con posterioridad al 11 de diciembre puede notar una actitud distinta hacia el contribuyente: hay más cordialidad y mayor disposición a facilitar la solución de problemas prácticos", celebra.

Más voces

Marcelo Núñez, socio de Pérez Alati, Grondona, Benites, Arntsen & Martínez de Hoz (h), comparte la mirada de Negri. Así, habla de "un estilo distinto, más abierto al diálogo y al acercamiento a los contribuyentes, que el de la gestión precedente".

Hay numerosas pruebas de ello, dice, y ejemplifica con una serie de situaciones resueltas en el propio seno del organismo en uso de las facultades de reglamentación que le otorga el Decreto 618/1997, y otras impulsadas en proyectos que ya gozan de rango legal y se encuentran en plena vigencia.

La posibilidad de realizar trámites documentales en cualquier dependencia de la AFIP sin importar el domicilio fiscal que tenga el contribuyente, reflejada en la Resolución General 3933/16, la eliminación de la inactivación de la CUIT como una herramienta de control, la eliminación de la aplicación de presunciones como la de empleado doméstico, y la efectivización de la devolución de las percepciones originadas por aplicación de las Resoluciones Generales 3450 y 3583, son algunas de las medidas resueltas en el propio ámbito de la AFIP, señala el socio de Pagbam.

Rodrigo Lema, socio de Bulit Goñi & Tarsitano, comparte esta mirada. "La nueva gestión ha implicado un cambio significativo, pues ha puesto a la AFIP nuevamente en diálogo permanente con las instituciones que representan a los contribuyentes y a los profesionales dedicados a la tributación. Se observa una actitud muy positiva, con mucho énfasis en un diálogo respetuoso y constructivo, sin que ello represente -en ningún momento- un retroceso en el cometido recaudador propio de la AFIP", considera.

En la misma línea, dice, en su firma visualizan conductas tendientes a brindar seguridad jurídica haciendo públicas ciertas posiciones fiscales en temas conflictivos.

Así, por ejemplo, el abogado menciona un comunicado de prensa expresando que las Lebacs y las Nobacs no estaban alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias y sobre los Bienes Personales respecto de las personas físicas, y también una circular en la que se reconoció que las gratificaciones abonadas por los empleadores a los trabajadores como consecuencia del cese de la relación laboral de mutuo acuerdo no estaban alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias ni por su régimen de recaudación.

"Se han abandonado algunas sanciones impropias que aplicaba la gestión anterior y que eran muy criticables, como la suspensión de la CUIT; se han dispuesto mecanismos razonables para la devolución de saldos a favor por retenciones sufridas por no contribuyentes o en exceso de sus obligaciones fiscales, un interesante programa de sinceramiento fiscal; e importantes beneficios para las pymes, lo que juzgamos como pasos importantes para volver a una senda de previsibilidad y razonabilidad", redondea.

Vuelta al inicio, desde Luna Requena & Fernández Borzese apuntan que, en materia fiscal, el actual Gobierno ha tomado medidas "para resolver problemas que afectaban a la clase trabajadora o que funcionaban como un verdadero límite a la inversión, pero aún tiene el desafío de convertir a la Argentina en un país que cuente con un sistema fiscal equitativo, justo y sólido".

Las modificaciones introducidas en la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias han sido "justas", señalan los abogados, pero "la falta de actualización de las escalas (artículo 90 de la Ley) afecta la equidad del sistema".

La misma valoración positiva les merece la eliminación del impuesto sobre los Dividendos (10%), la reducción gradual del Impuesto sobre los Bienes Personales, así como el régimen de exteriorización y de "moratoria" introducidos por la Ley 27.260.

Blanqueo

Justamente, en relación al blanqueo y compañía, el Gobierno apuesta a un resltado exitoso del régimen de sinceramiento fiscal y moratoria para palear las nuevas demandas del gasto público.
"Respecto de la etapa posterior al blanqueo, se advierten algunos incipientes indicativos. Por un lado, lo manifestado públicamente por el organismo recaudador, en el sentido que las fiscalizaciones ex post serán exigentes, a fin de individualizar activos no sincerados. Por otro lado, es dable prever que la fiscalización de los precios de transferencia seguirá siendo una prioridad en la agenda de recaudación", apunta Rosso Alba.

Negri celebra, en tanto, que "por primera vez en la historia fiscal argentina se haya premiado a los contribuyentes cumplidores (a través de algunos beneficios otorgados por la ley de blanqueo)", y lo marca como "un cambio bienvenido que debe ser resaltado".

Siempre hablando de la misma ley, desde Pérez Alati celebran la consagración a nivel legal del proyecto de Reparación Histórica de los jubilados y el régimen de sinceramiento fiscal que lo acompaña, que también "reflejan la intención de permitirle a los contribuyentes enmendar situaciones irregulares arrastradas desde el pasado y generar así, además, que esas expresiones de capacidad contributiva mantenidas hasta ahora ocultas a los ojos del fisco, pasen a cumplir con sus obligaciones tributarias en su justa medida en línea con el resto de los contribuyentes cumplidores, a quienes, por cierto, también beneficia el nuevo régimen".

Futuro

Hablando de blanqueo, la ley prevé la creación de un Registro de Entidades Pasivas del Exterior a cargo de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Para Rosso Alba, este tema, así como la reforma impositiva que esa misma norma anticipa en su título sexto, son los "grandes interrogantes de los contribuyentes respecto al futuro nada lejano".

Para Negri, en lo que hace al panorama macro, el gobierno ya ha anunciado su intención de afrontar una reforma impositiva que "debería ser integral".

Si bien el resultado podría estar influido por las necesidades y restricciones presupuestarias del momento, "hay indicios de que se acometería una reforma sensata, con la derogación de impuestos sumamente negativos que obstaculizan el desarrollo de los negocios", adelanta.

Luna Requena dice que "los desafíos se encuentran en temas que de momento parecen fuera de la agenda". Entre ellos menciona la aplicación del ajuste por inflación impositivo, la eliminación del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, un amplio esquema de beneficios fiscales para las inversiones, el establecimiento de un esquema de coparticipación que evite la superposición de impuestos provinciales, municipales, entre ellos y con los nacionales.

"También creemos que nuestro país merece una discusión respecto a la aplicación del Impuesto a las Ganancias sobre la renta financiera, sin negar la importancia de la misma para el crecimiento", afirma.

Precisamente, en la relación fisco nacional - fiscos locales, Núñez marca un punto a considerar. "Desde la Administración Nacional pueden impulsarse criterios de diálogo y de acercamiento a los contribuyentes, pero medidas contrarias de los fiscos locales pueden claramente incidir en la dilución de sus efectos", razona.

De cara a la reforma tributaria integral, Lema señala que el Gobierno ya ha designado una comisión para su estudio, lo que "constituye un gran desafío, pues la necesidad de cambios sustantivos ha sido proclamada por todos los gobiernos, pero nunca se implementó".

Mientras tanto, dice, subsisten dos "grandes deudas pendientes" que se tendrán que atender: la actualización de todos los parámetros en el Impuesto a las Ganancias (mínimos no imponibles, deducciones, escala de alícuotas y de retenciones y percepciones) y el reconocimiento de la aplicación del mecanismo del ajuste por inflación.

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