ONU: los daños al ambiente causan 1 de cada 4 muertes prematuras en el mundo

Según la sexta edición del Informe Mundial de Medioambiente, la contaminación atmosférica seguirá provocando la muerte prematura de entre 4,5 y 7 millones de personas cada año hasta 2050.

Las advertencias siguen haciéndose oír. Y la literatura científica continúa haciéndose eco de una crisis ambiental que solo parece agravarse. Así lo hicieron los especialistas del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en octubre del año pasado, con un reporte que hacía hincapié en la necesidad de limitar el calentamiento global en 1,5°C para fin de siglo respecto de los niveles preindustriales (sépase, hoy, el aumento de la temperatura media planetaria ya superó 1°C). ¿Los beneficios concretos? Evitar la muerte de 150 millones de personas consecuencia de la contaminación atmosférica, así como una mayor extinción de especies, entre otros.

En diciembre, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), que se desarrolló en Katowice (Polonia), la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo lo propio. El informe que publicó en dicho marco también revelaba hallazgos contundentes: cerca de 7 millones de personas mueren cada año en el mundo por la exposición a la contaminación del aire, lo que se traduce –según cálculos del organismo internacional– en pérdidas en el orden de los US$ 5.110.000 millones en términos de bienestar.

Y, ahora, en momentos en que tiene lugar la IV Asamblea de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, en Nairobi (Kenia), la urgencia ambiental en que se encuentra el planeta vuelve a ser citada, esta vez, de la mano de la sexta edición del Informe Mundial de Medioambiente (General Environment Outlook o GEO, en inglés).

La conclusión a la que arribaron los 250 expertos de más de 70 países que trabajaron durante seis años en este reporte son tan alarmantes como los anteriores: la contaminación y otros daños al medioambiente causan una de cada cuatro muertes prematuras en el mundo.

Contaminación del aire

Según este texto, la contaminación atmosférica seguirá provocando la muerte prematura de entre 4,5 y 7 millones de personas cada año hasta 2050. Es decir, la tendencia actual se sostendrá  durante los próximos 30 años. Y, como sucede en estos casos, la vulnerabilidad más expuesta es la que sufren las personas muy jóvenes o muy mayores, aquellas enfermedades cardiorespiratorias o con un bajo nivel económico: como en todo, las crisis ambientales afectan con mayor dureza a quien menos protegidos se encuentran. Esta brecha entre ricos pobres, atestigua el informe, continúa en expansión. Así, el sobreconsumo, la polución y derroche alimentario que se vive en el Norte precipitan la hambruna, la pobreza y las enfermedades en el Sur. 

Y no solo estas tendencias continúan un curso cada vez más dañino para la humanidad, también el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, causantes del cambio climático) lo hacen y, con ello, los impactos del calentamiento global, como las sequías y las fuertes tormentas, que aumentarán la vulnerabilidad de miles de millones de personas en todo el mundo.

Más allá de la contaminación atmosférica, entre los causantes de mortandad prematura de aquí a 2050, el GEO también apunta a los productos químicos que dañan el agua potable y la destrucción acelerada de los ecosistemas vitales para miles de millones de personas, que “están causando una especie de epidemia mundial .

En concreto, y siempre de acuerdo a este informe, alrededor del 25% de las muertes y enfermedades mundiales son consecuencia de condiciones ambientales “mediocres . En 2015, esto fue equivalente a unas 9 millones muertes. La falta de acceso al agua potable, por su parte, implica el fallecimiento de 1,4 millón de personas cada año, producto de enfermedades evitables como diarreas y parásitos relacionados con las aguas contaminadas. A su vez, los productos químicos evacuados al mar perjudican la salud de “potencialmente varias generaciones y 3200 millones de personas viven en tierras degradadas por la agricultura intensiva o la deforestación.

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