Más cargas a ricos, clave en el presupuesto de campaña que presentó de Obama

En un año marcado por su intento reeleccionista, el presidente de EE.UU. presentó el plan económico para 2013, centrado en la reducción del déficit y en favorecer a la clase media. Dura crítica por parte de los republicanos. 

El presidente de EE.UU., Barack Obama, presentó hoy un plan presupuestario para 2013 centrado en la reducción del déficit y en favorecer a la clase media en un año marcado por la campaña electoral y los enfrentamientos con los republicanos.

Obama propuso unas cuentas para el ejercicio de 2013 por valor de u$s 3,8 billones, al nivel de los presupuestos de los dos años anteriores, con un aumento de los ingresos por impuestos de u$s 1,5 billones e inversiones en educación, energías renovables y proyectos de infraestructuras.

El mandatario abogó por realizar recortes “difíciles, pero absolutamente necesarios” para mantener la disciplina y fortalecer la recuperación económica y el aumento del empleo, en un año en el que esos datos serán claves para respaldar sus posibilidades de reelección.

Recortes en áreas como Defensa y un aumento de los impuestos a los más ricos son algunas de las propuestas del presidente para financiar inversiones en obras públicas y reducir el paro y al mismo tiempo recortar en 2013 el déficit hasta los 901.000 millones de dólares, equivalente al 5,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Para 2012, la administración Obama pronostica un déficit de u$s 1,3 billones(8,5% del PIB), lo que da por muerta la promesa de 2009 de recortar a la mitad el desequilibrio presupuestario en su primer mandato presidencial.

Obama repitió que es necesario aumentar los impuestos a las rentas más altas para reducirlos a la clase media y evitar los fundamentos económicos del pasado que aumentaron la brecha entre ricos y pobres.

La Casa Blanca propone el fin de los recortes aprobados por la administración del George W. Bush a los ingresos superiores al cuarto de millón de dólares anual, que pasarían a pagar alrededor del 30% en impuestos.

Este nuevo intento de subir la presión fiscal sobre los más ricos es duramente criticado por el Partido Republicano, que se ha enrocado en su mayoría en la Cámara de Representantes para evitar cualquier intento de gravar a las rentas altas.

“Hemos elaborado este presupuesto en torno a la idea de que nuestro país ha ido mejor cuando todos realizan un aporte justo”, afirmó Obama, que dijo que se trata de “sentido común” y no de animar a la guerra de clases como le acusan los republicanos.

Para reactivar a una economía que la Casa Blanca espera que crezca el 2,7% en 2012, el Gobierno estadounidense propone destinar unos u$s 800.000 millones a obras públicas y políticas de fomento del empleo y la formación.

Parte de estos fondos vendrían de los ahorros en Defensa, sobre todo tras la retirada de tropas de Afganistán e Irak, por valor de u$s 850.000 millones, así como un menor aporte del estado en los programas de pensiones de funcionarios y recortes en subsidios agrícolas.

En su discurso en el Colegio Universitario del Norte de Virginia, el presidente estadounidense dijo que las prioridades de este proyecto presupuestario son apoyar al sector manufacturero, reducir la dependencia del petróleo y promover una educación asequible para formar a trabajadores cualificados.  

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