Lula, el irremplazable

Fue una larga jornada para la candidata Dilma Rousseff y el opositor Aécio Neves. Mientras los postulantes a conseguir la presidencia de Brasil repasaban una y otra vez sus discursos para el último debate electoral, los seguidores de ambos salieron a las calles para mostrar su apoyo. Previo a la veda electoral, que comienza solo en unas horas, las principales vías de San Pablo se convirtieron en un desfile de banderas. Una suerte de Boca/River, si lo traemos al terreno argentino, entre los simpatizantes de cada candidato.

Pero el plato fuerte del día lo tuvo el Partido de los Trabajadores: el mismo día que la revista Veja, opositora al gobierno, publicó una nueva investigación sobre el escándalo de corrupción en Petrobras, el ex presidente Lula Da Silva participó de un multitudinario acto. Con Dilma en Río de Janeiro por el debate, fue el ex presidente quien hizo una suerte de cierre de campana oficialista.

La cita fue en la Plaza del Patriarca. Los jóvenes repartían merchandaising rojo, color característico del PT, mientras un bloque de batucada musicalizaba la jornada. Por los parlantes también sonaba indefinidamente la canción oficial de la campana de la Presidenta mientras el humo de las pequeñas parrillas que vendían chorizos se desdibujaba en el ambiente.

De repente, la muchedumbre se apostó en una de las calles laterales de la Plaza: Lula hacía su ingreso triunfal. Un fuerte operativo de seguridad custodiaba al fundador del PT y, como a un rockstar, sus seguidoras le tiraban flores y le pedían una selfie.

En una suerte de atrio enganchado a una camioneta, el ex mandatario saludaba a los presentes mientras coreaba: ‘Dilma Presidente‘. Rodeado de sus asesores e integrantes de su partido, Lula atravesó 10 cuadras en ese precario transporte mientras que desde las oficinas tiraban carteles con el slogan ‘Vote Aécio 45‘, por la boleta del candidato opositor.

El carro se detuvo en Plaza Sé, otro de los puntos céntricos de la ciudad. El locutor explicó que no se darían discursos por disposición de la Justicia Electoral y la inminente veda. Los presentes comenzaron a abuchear hasta que Lula se acercó al micrófono. Todo es silencio. ‘No puedo dar un discurso pero sí algunas recomendaciones. Mantengamos el clima de armonía durante todo el fin de semana, no nos sumemos a la campaña del odio. Y si salen de sus casas, háganlo con alguna muestra de apoyo para la presidenta. Confiamos en ustedes’. Mientras el público aplaudía, una mujer, visiblemente emocionada, gritó: ‘Lula, gracias! Lula 2018!‘.

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