Protestas en Chile dejan tres muertos y 960 detenidos pese a toque de queda

Aunque el presidente Sebastián Piñera suspendió el sábado un alza del pasaje del tren subterráneo que detonó las manifestaciones en la capital, éstas luego se esparcieron a otras ciudades del país. 

Las violentas manifestaciones en varias ciudades de Chile dejaron al menos tres muertos en la  madrugada del domingo, pese al toque de queda impuesto por los militares en Santiago y otros dos polos urbanos para contener protestas por el alza del transporte, que derivaron en saqueos y  enfrentamientos.                 

El presidente chileno, Sebastián Piñera, suspendió el sábado  un alza del pasaje del tren subterráneo que detonó las  manifestaciones en la capital que luego se esparcieron a otras  ciudades del país.

La restricción de movimiento y reunión, que se aplicó en  Santiago por primera vez desde el fin de la dictadura de Augusto  Pinochet, no detuvo las acciones de fuerza durante la noche con  nuevos incendios y saqueos de establecimientos comerciales.  
             
Los militares recorrieron las calles en tanquetas y otros  vehículos, sobrevolados por helicópteros, tratando de evitar  nuevos incendios en la red de trenes subterráneos, que podría tener algunas líneas  paralizadas por hasta cuatro meses, dijo Louis de Grange,  presidente de directorio de metro.                 

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, detalló que en  una populosa localidad del sur de Santiago, dos personas  murieron y una quedó herida de gravedad por un incendio tras el  saqueo de un supermercado. Por otra parte, el fiscal Xavier  Armendáriz confirmó el fallecimiento de un hombre en otro  incendio.                 

Durante la madrugada, en un control de una patrulla militar  dos personas fueron heridas a bala, lo que las autoridades  militares dijeron se está investigando.                 
Chadwick informó además que fueron detenidas 716 personas  en todo el país debido a los disturbios, mientras que 244 fueron  retenidas por violar el toque de queda. Además no descartó  extender el estado de emergencia -vigente en la región capital,  Valparaíso, Bío  Bío, Coquimbo y O´Higgins- a otras regiones de  ser necesario.                 

En tanto, el jefe militar designado por Piñera para  resguardar la seguridad en la capital, Javier Iturriaga, dijo  que se evaluaría si se mantendrá el toque de queda, mientras en  la capital comenzaban a sonar el "cacerolazo" convocado para  mediodía a través de redes sociales.      
           
La gobernadora de la capital, Karla Rubilar, dijo que LATAM  Airlines y Sky Airline tuvieron que suspender vuelos  debido a que su personal no logró llegar al aeropuerto,  generando congestión en la terminal que sirve a la capital.  
               
La capital contaba con escaso transporte público el domingo,  ya que además de la suspensión total del metro, el sistema de  buses en superficie detuvo su operación casi por completo tras  la quema de decenas de vehículos en las calles. 
                
En los pocos comercios abiertos se podían apreciar filas de  personas esperando comprar pan y otros productos de primera  necesidad, mientras que en varias gasolineras había al menos  tres cuadras de vehículos esperando cargar combustible, según  testigos de Reuters.                 

Piñera convocó a una reunión con los jefes de los otros  poderes del Estado para analizar la situación de seguridad, tras  llamar el sábado a un diálogo amplio que permita superar la  crisis, a solo tres semanas de una cumbre de la APEC en que  planea recibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump; de  Rusia, Vladimir Putin y de China, Xi Jinping.                 

Poco después, el país será anfitrión de otra cita de líderes  mundiales en la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas  COP25.                 

Walmart Chile confirmó el domingo que cerraría sus tiendas  en todo el país tras sufrir saqueos en 111 establecimientos, de  los cuales seis fueron incendiados.       
               

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