EE.UU: por segunda vez en 24 horas, el Senado no pudo derogar el Obamacare   

Por 55 votos en contra y 45 a favor, los republicanos no consiguieron hoy pasar una enmienda que modificaba el proyecto de ley que tenía media sanción de la Cámara de Representantes y reformaba estructuralmente el sistema de salud del expresidente norteamericano.

Por segunda vez en menos de 24 horas, la mayoría republicana en el Senado se quebró hoy y no pudo aprobar la derogación del sistema de salud creado por Barack Obama que reclama hace meses el presidente Donald Trump, dejando al desnudo el fracaso de la primera gran iniciativa legislativa del gobierno del magnate. 

Por 55 votos en contra y 45 a favor, los senadores republicanos no consiguieron hoy pasar una enmienda que modificaba el proyecto de ley que tenía media sanción de la Cámara de Representantes y reformaba estructuralmente el sistema de salud de Obama, según la cadena de noticias CNN. El objetivo de la enmienda era dejar sólo la parte que derogaba el llamado de Obamacare y postergar para dentro de dos años la redacción de un modelo nuevo que lo reemplace. 

Esta enmienda, conocida como ‘derogar y postergar‘ era necesaria porque unas horas antes, anoche bien tarde, el mismo Senado había rechazado en otra votación -por 57 a 43 votos- el proyecto de ley que la Cámara de Representantes había aprobado en mayo pasado. 

En ambas votaciones, la bancada republicana -que controla 52 de las 100 bancas del pleno- se quebró y ambos casos los rebeldes fueron desde dirigentes moderados hasta el ala más dura de los libertarios. 

La semana pasada la cúpula de la mayoría republicana en el Senado tuvo que reconocer ante las cámaras de televisión que no tenían las votos para aprobar una reforma de salud integral que reemplazara al Obamacare y que no los conseguirían en el corto o mediano plazo.

Ante esta nueva derrota legislativa, Trump intentó rescatar políticamente la situación y llamó a su bancada en la Cámara Alta a, al menos, derogar el Obamacare y dejar para dentro de dos años, después de las elecciones parlamentarias de medio término, la elaboración de una nueva reforma. 

La reforma que promulgó Obama en 2010 logró que alrededor de 20 millones de ciudadanos pudieran comprar un seguro médico, pero aumentó significativamente el costo de las coberturas para el resto de la población.

Desde el primer momento en que entró en vigor, la ley se convirtió en un símbolo, de victoria y progreso para los demócratas, y de rechazo para los republicanos, quienes hicieron de su promesa de derogarla el eje de sus campañas legislativas y presidencial el año pasado.

Según calculó la Oficina de Presupuesto del Congreso, un órgano no partidista que se ocupa de analizar todos los proyectos de ley en discusión para pronosticar sus consecuencias económicas y sociales, si el Congreso deroga Obamacare 32 millones de ciudadanos no tendrán cobertura médica y los precios de los seguros se duplicarán en una década. 

La oficina estimó que 17 millones de ciudadanos perderían su seguro médico en el primer año si se derogara la reforma de Obama, su expansión de Medicaid, el programa destinado a dar cobertura a los más pobres, y los impuestos que creó para financiar el sistema. 

Los pronósticos de esta oficina fueron determinantes para convencer a varios senadores republicanos moderados de que la aprobación de un ajuste de las dimensiones que pedía Trump hubiese creado un gran malestar en sus distritos electorales. 

Bien temprano hoy, después de la primera votación en contra del Senado, Trump había dirigido una de sus conocidas diatribas tuiteras contra la senadora de Alaska Lisa Murkowski, una de las que votaron en contra de siquiera abrir el debate sobre una reforma de salud ayer. 

Murkowski ‘realmente decepcionó a los republicanos y a su país ayer. ¡Una pena!‘, aseguró el mandatario, a quien aún le duraba el optimismo, luego que el Senado aprobara ayer por una ventaja mínima abrir el debate sobre una reforma al sistema de salud. 
Hoy, tras las dos votaciones en contra del Senado, los planes de Trump quedaron al borde del fracaso definitivo.

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