PRODUCCIÓN INDUSTRIAL BRASILEÑA SE HUNDIÓ 1,5% EN JULIO, SU PEOR CAIDA EN 7 MESES

Dilma salió a defender a su ministro de Hacienda y no descartó nuevos impuestos

Admitió que con Levy tienen diferentes puntos de vista pero aseguró que "no está desgastado". Inisistió con el impuesto al cheque o bien otras fuentes de recaudación

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, salió ayer a respaldar a su ministro de Hacienda, Joaquim Levy, afirmó que desea construir con el Congreso una solución para el Presupuesto 2016 deficitario y sugirió que el gobierno podría insistir con reimplantar el impuesto al cheque ante el Poder Legislativo. Además, fue categórica: "No descarto ninguna fuente de ingresos en este momento de ajuste en las cuentas públicas".
La mandataria intenta, por ahora sin éxito, capear la crítica situación económica del país, que día a día acumula indicadores negativos. Ayer, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó que la producción industrial se hundió en julio 1,5% respecto a junio, en la mayor caída mensual en siete meses. En términos interanuales, el descenso fue de 8,9%, el peor resultado en esta comparación en 6 años. En el caso del sector automotriz de gran peso en Brasil la caída fue de 19%.
La industria brasileña está produciendo hoy 14% menos de su nivel récord alcanzado en junio de 2013.
Levy, cuya llegada al gobierno de la mano de promesas de disciplina fiscal entusiasmó a empresarios y oposición, quedó en el medio de las miradas tras el Presupuesto que, a instancias de él, el gobierno presentó para 2016 y que prevé un déficit de 0,5% del PBI en lugar de un mayor recorte del gasto. Muchos sostienen que Levy quedó debilitado y aislado, e incluso especulan que no durará mucho en el cargo. (Ver FT pág. 12)
Pero, en medio del volcán económico y la crisis política por escándalos varios, lo que menos parece querer Dilma en estos momentos es sumar un nuevo frente de conflicto. Por eso ayer salió a apoyar a su ministro.
"Levy no está desgastado. Participó de todos los debates del Presupuesto y tiene el respeto de todos nosotros", afirmó la mandataria a periodistas. "No contribuye al país este tipo de discurso de que el ministro Levy está desgastado porque no lo está", afirmó la mandataria.
De todas formas, Rousseff admitió las diferencias de criterio utilizando una metáfora de la familia. "Dentro de una familia hay varias opiniones y eso no significa que la familia esté desunida, sino que debate, discute", señaló Rousseff.
Con el presupuesto en rojo, el gobierno busca forzar al Congreso a avalar nuevas medidas que permitan subir los ingresos. En ese sentido, Rousseff sugirió que enviaría una nueva versión del impuesto al cheque (CPMF) "ahora que la discusión maduró" (el primer intento no prosperó). "No me gusta la CPMF, si usted me pregunta. Creo que tiene sus complicaciones, pero no voy a descartar ninguna fuente de ingresos", afirmó, abriendo la puerta a nuevos impuestos.
Temas relacionados
Noticias de tu interés