Ciencia zombi | Científicos crearon un método para revivir cerebros muertos tras un paro cardíaco
Una nueva investigación de la Universidad Sun Yat-Sen en China busca cambiar el futuro de la medicina para siempre.
El daño cerebral que generan los paros cardíacos tiene efectos irreversibles para la salud de una persona, de hecho, es una de las principales causas de muerte prematura alrededor del mundo.
La investigación en este campo avanza rápidamente, y se están desarrollando nuevas tecnologías y tratamientos que ofrecen esperanza para el futuro. Según estudios previos, el cerebro solo puede sobrevivir entre cinco y ocho minutos de isquemia, o falta de oxígeno.
Sin embargo, este nuevo experimento realizado por la Universidad Sun Yat-Sen en China podría cambiar esta estadística y revolucionar la medicina para siempre.
¿Qué descubrieron los científicos chinos sobre los cerebros reanimados?
Los investigadores lograron reanimar un grupo de cerebros de cerdo después de dejar de recibir el flujo de sangre por hasta 50 minutos, casi una hora tras retirarlo del cuerpo. El hallazgo fue alcanzado gracias a la incorporación del hígado de los sujetos a un nuevo sistema de soporte vital.
El dispositivo desarrollado por el equipo del director del centro de trasplantes de órganos del hospital de la universidad, He Xiaoshun, utilizó una tecnología única llamada "perfusión normo térmica cerebral asistida por hígado (NMP)" que incluye un corazón y pulmones artificiales para simular la circulación sanguínea.
Ciencia zombi: ¿qué significa este hallazgo para el futuro de la medicina?
Los resultados de este estudio destacaron el rol del hígado en el proceso de reanimación: a diferencia del grupo de prueba que no lo incorporó, este redujo significativamente el área que sufrió daños, aumentó la actividad en la corteza cerebral y mejoró las tasas de supervivencia de las neuronas.
Con el avance de las investigaciones y nuevos experimentos, el desarrollo de nuevas estrategias para reanimar pacientes tras un paro cardíaco podría obtener una mayor eficiencia en los trasplantes de órganos.
"Nuestro modelo proporciona una plataforma única para investigar más a fondo la tolerancia máxima isquémica del cerebro y los roles de otros órganos en el daño cerebral post paro cardíaco", explicó He.
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