EL PRESIDENTE DECIDIÓ ENCABEZAR NEGOCIACIONES INDIVIDUALES CON GOBERNADORES

Duhalde se puso del lado de Solá en la fuerte puja con Kirchner

El ex presidente rompió el silencio desde Canadá, para apoyar la posición de Buenos Aires en su reclamo de mayor coparticipación. Kirchner recibió a De la Sota y a Ibarra

El presidente Néstor Kirchner decidió acelerar las negociaciones mano a mano con los gobernadores, en un intento por debilitar la reivindicación bonaerense de una mayor coparticipación, que ayer contó con el aval explícito de Eduardo Duhalde, desde Canadá.

Kirchner ordenó a sus funcionarios que agendaran rápidos encuentros individuales con los mandatarios provinciales. Con cierto desorden, zanjó las deficiencias informativas que demostraron en horas de la mañana sus voceros cotidianos, Alberto y Aníbal Fernández.

Es que, mientras el jefe de Gabinete negaba ante los micrófonos que hubiera una cumbre de gobernadores en ciernes, el ministro del Interior aseguraba lo contrario.

Como disparador, pudo haber influido la sorpresiva aparición mediática del ex presidente Eduardo Duhalde, quien desde Canadá expresó un fuerte aval a los reclamos de Solá. “Hace tiempo que no dialoga con él , dijo en referencia a Kirchner.

“Si nos cerramos en nuestras posiciones y queremos ser dueños de la verdad, las cosas no están bien , asestó Duhalde, quien pronosticó que no habrá ley de coparticipación federal de impuestos si no hay diálogo con La Plata. Es decir, le dijo a Kirchner que los legisladores bonaerenses no votarán en el recinto hasta que no se contemplen las demandas del distrito.

Buenos Aires reclama la restitución, al menos parcial y escalonada, según un cronograma a acordar, de hasta ocho puntos de coparticipación perdidos en 1988, cuando se aprobó la última ley sobre el particular.

Sucesivos pactos fiscales, fatigosamente acordados por los ministros de economía de turno, permitieron emparchar los compromisos federales y con el Fondo Monetario; pero nunca llegó a labrarse una nueva ley, tal como se comprometió en la Constituyente de 1994.

En las últimas semanas, el Gobierno presentó a consideración de las provincias un proyecto de ley sobre el particular, considerado regresivo por Solá y sus funcionarios. En rigor, el gobernante PJ y la opositora UCR sostienen lo propio.

Duhalde aseguró ayer, desde Montreal, que la semana pasada le pidió a Kirchner que recibiera a Solá, con quien, por otro lado, mantuvo también una extensa conversación telefónica.

El Gobierno dice que los reclamos de Solá supondrán que 2.000 millones de pesos anuales deberán girarse a Buenos Aires, a expensas de otras provincias. El argumento eriza la piel de los gobernadores, necesitados de dinero y, en varios casos, endeudados en el exterior.

Pero en La Plata dicen que la postura de la Nación es falaz y que la masa en juego es una cuestión a dirimir sólo entre el poder central y la gobernación. Ayer recibió adhesiones impensadas, como la del ex peronista Mario Cafiero, el neuquino Jorge Sobisch y la radical Margarita Stolbizer.

Duhalde pidió no politizar el conflicto, quizás tarde. José De la Sota y Aníbal Ibarra se mostraron sonrientes en la Rosada, tras ver a Kirchner, en clave absolutamente política.



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