EL CENTRAL VENDIÓ U$S 100 MILLONES EN FUTUROS PERO EL DÓLAR SE ESCAPÓ A $ 4,25

Salen a inyectar liquidez para enfriar la escalada de tasas en la previa electoral

El Banco Central recompró $ 600 millones en Lebac. A su vez, el Nación acordó con los bancos préstamos a 30 días y la ANSeS prometió volver tras los comicios

Todos se concentró ayer en darle un baño de agua fría a las tasas de interés. Con los rendimientos al rojo vivo, las mesas de dinero del Banco Central, del Nación y de la ANSeS mantuvieron un diálogo fluido con los banqueros privados para asegurar que, esta semana, se mantendrá en marcha el plan liquidez para todos. Es decir: instrumentar cuatro mecanismos para facilitar dinero a las entidades a un costo levemente menor al que deben afrontar hoy por fondearse con plazos fijos (de entre 18% y 20%).
Previa negociación con los ejecutivos, el Banco Central se lanzó ayer de lleno al mercado secundario de títulos y concretó la mayor intervención de los últimos años al recomprar $ 600 millones en Lebacs. Con esto, el organismo se esmera en dejar sentado que está dispuesto a soltar levemente el dólar, con tal de poner un fuerte freno a las tasas de interés e impedir que se encarezca el crédito en el sistema y se contraiga la actividad. La decisión quedó en evidencia ayer en el mercado cambiario: por un lado, el organismo vendió u$s 100 millones en contratos a futuro y logró reducir las tasas implícitas; pero debió convalidar, por otro lado, una suba de un centavo en el billete, que se deslizó a $ 4,25.
Lo que hacemos en materia de liquidez es operatoria de recompra de Lebac. Esta semana, en la medida en que los bancos necesiten abastecerse de dinero, estamos dispuestos a otorgárselos por esta vía para descomprimir la situación. Sucede que el crédito está aumentando a una tasa importante interanual y los plazos fijos muy poco, comentaron desde el Banco Central.
En el mercado spot, el organismo apareció a mitad de la rueda cuando el billete mayorista ya había avanzado un centavo (a $ 4,226) para vender unos u$s 100 millones y tras algunas recompras terminar con un saldo negativo de u$s 50 millones.
Las tasas de interés siguieron altas, pero estables. El call money (el costo de los préstamos entre los propios bancos, a uno o siete días de plazo) tuvo ayer un pico en 18% anual y, muy sobre el cierre de la rueda, volvió a quedar en 16%. Las tasas siguieron como el viernes, en el nivel más alto de los últimos dos años, comentó el ejecutivo de una mesa de dinero.
Con el mismo fin de bajar la tasa, las entidades privadas lograron que el Banco Nación aceptara empezar a otorgarles préstamos interbancarios a 30 días (un call más largo). Lo pidieron bancos privados hablando con el Central y el Nación a muy alto nivel. El OK está, así que en cualquier momento deberíamos ver esta nueva línea en el mercado, comentó una operadora de cambios. El instrumento, hoy en desuso, buscará ser un vaso comunicante entre la banca pública y la privada cuya tasa sirva de referencia respecto del plazo fijo. Los ejecutivos calculan que, con el call a un día a 16,18%, su nivel debería ubicarse entre el 17% y el 20%.
El último de los cuatro esfuerzos oficiales fue, al menos hasta ayer, apenas una promesa. La ANSeS se comunicó con los bancos para asegurarles que, después de las elecciones, volverán con todo. El organismo había retirado sus plazos fijos en los últimos días para elevar levemente las tasas de interés en el sistema y desincentivar la compra de dólares en el mercado cambiario. Nos dijo que después de las elecciones vuelve y renueva sus plazos fijos. No queda claro si volvería a colocar dinero, pero al menos dejaría de correrse, contó un banquero.
El pronóstico, para los días que siguen, no es de tasas bajas. Sino estables. No creo que la Badlar vuelva a niveles previos. Probablemente se nos alivien, como mucho, unos o dos puntos. Pero no veo una Badlar abajo del 15%, se sinceró la ejecutiva de la mesa de dinero.

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